jueves, 28 de febrero de 2008

¿Cuántas mujeres y niños quedarán?



Algo está fallando.

¿Y la culpa de quién, me pregunto?

¿Demasiada información?
¿Estamos todos enloqueciendo?
¿Por qué tanto odio, tanta rabia?
¿Por qué no vivimos y dejamos vivir?...

Esta mañana mientras desayunaba no pude menos que pensar en estas preguntas, al escuchar la noticia de otra nueva víctima de la Violencia de género. En lo que va de semana cinco mujeres han sido agredidas por unos desaprensivos salvajes. Cuatro de ellas murieron y la otra se debate entre la vida y la muerte.

Y por fin pude poner un poco más de luz a lo que escribí el otro día: ¿Cómo pueden soportarse 28 años de malos tratos?.

No sé quién puede arreglar esta situación tan triste que vivimos, supongo que las leyes no lo pueden hacer todo, supongo que somos nosotros, los humanos (porque así nos llaman aunque a veces nos quede grande el término), los que hemos de combatir esta ola de violencia poniendo de nuestra parte con los medios al alcance. Pero se me vino a la cabeza un slogan terriblemente demoledor que parece, por el momento, que es lo único que puede “proteger” a las mujeres:

“SI QUIERES VIVIR, AGUANTA LOS MALOS TRATOS”.

Y me eché a llorar.

Me eché a llorar por todas las mujeres e hijos que no tuvieron otra oportunidad.

Me eché a llorar por todas esas mujeres e hijos que todavía viven con un agresor.

Me eché a llorar por esas valientes que han reunido el coraje de abandonar su hogar exponiéndose a la muerte.

Me eché a llorar por las familias, por ser mujer… por este jodido mundo.

Triste final.

1 comentario:

Moriah dijo...

Buena noche, Aldabra un amigo me enviaba hoy una noticia con este tema. Y yo le preguntaba si esto le parecía normal: el divorcio no es nada nuevo, los malos tratos aún menos --decir esto es escalofriante-- pero no recordaba esta ira desatada y ciega.

¿Qué les ocurre a los hombres? Sólo puedo llegar a la conclusión de que antes, las mujeres callaban y callaban y callaban, y ahora no. Y ellos no son capaces de asumir su pérdida de poder. Porque al final parece que se reduce sólo a eso.

No quiero extenderme...aunque es obvio que lo acabo de hacer.

Vivir con miedo, es morir cada día poco a poco.

Un abrazo.