A veces te sorprende un párrafo, una frase, dos versos, cinco palabras… y sólo por eso, te dices: “Ya ha merecido la pena la lectura”.
En El año de Saeko de Kyoichi Katayama, me han golpeado de lleno un par de párrafos, tal vez porque mis últimos posts tratan de la muerte, o tal vez porque esta semana [como otras muchas a lo largo del año] pienso en Quela.
El día 25 hace ya cuatro años. ¡Maldita sea!
Pero La vida es así, no la he inventado yo… que cantaba Sandro Giacobbe, en aquella canción tan cacareada: El jardín prohibido.
¡Que tiempos aquellos! Yo estaba febrilmente enamorada de Sandro [todavía conservo una carpeta forrada con su cara] y no pensaba en la muerte ni remotamente.
Ahora sí, ahora pienso en ella a menudo y por eso me golpean ciertas lecturas, directamente en el corazón.
“ El ser humano nace, se hace adulto, enferma alguna vez y muere. Por más que lleguemos a odiarlo, por más que lo temamos, por más apego a la vida que mostremos, cuando llega la hora, morimos. La evidencia es tan clara que está fuera de toda consideración. Además, considerarlo tampoco nos conduce a ninguna parte. Pero aun las cosas que nos conducen a ninguna parte es preciso, con todo, tomarlas en consideración. “La muerte es algo excesivo”, pensó Shun´ichi.
Desde el instante en que has tomado consciencia de la muerte, vivir centrado en ti mismo lleva consigo, inevitablemente, la soledad. Tal como dicen los filósofos, si partimos de la premisa de que la génesis del espíritu del hombre se halla en el miedo a la muerte, la soledad forma parte de la naturaleza intrínseca del ser humano. Auspiciado por el espíritu, el hecho de que el hombre, como especie, necesite un compañero y deje descendencia conlleva un valor añadido que se opone a la soledad hasta igualarla. Si a esto lo llamamos amor, el amor y la soledad quizá sean las dos caras que conforman el ser humano. En ambos casos, son un amor sin razones y una soledad sin razones. Shun´ichi amaba a Saeko. Tenía la sensación de que la amaba más que nunca. Al mismo tiempo, se sentía asaltado por una soledad terrible y anormal.”
Si os gusta leer algo diferente que golpee vuestros esquemas, tenéis que leerlo.
¿No hace mucho ya que no os digo que os quiero?
Cuánta razón. Pero yo pienso que tampoco es bueno vivir todo el rato recordando que vamos a morir. Sin embargo, siempre hay que tenerlo presente.
ResponderEliminarRespondiendo a tu pregunta, verás, no pongo títulos a la mayoría de mis post porque me resulta muy difícil, me lleva mucho tiempo elegirlo. Podría escribir un libro entero y lo que peor llevaría sería el título. De todas formas, lo intentaré...
Besos sirena!
La muerte, no sé, antes la veía como una mejor alternativa a la vejez. Es, simplemente es, here today gone tomorrow. En el ínter sólo nos queda vivir. No es falta de sensibilidad, no es frialdad, no es valentía ni cobardía. No importa qué diga, haga, omita o baile uno, allí está, y estará más que la puerta de Alcalá. Bueno pues no queda más qué hacer cosas en lo que ella no nos ve. Es un tema que me dispara Aldabra, disculpa mi divagación, pero no está tan disparatada. Un abrazo y gracias por la recomendación.
ResponderEliminarestoy de acuerdo, la única razón de la vida es al parecer perpetuar la vida con la descendencia y el amor es sólo un mecanismo de defensa por el cual una pareja se mantiene unida hasta que la cría pueda valerse por sí misma. Por otro lado, es increíble la vida que derrochamos con las riñas y maledicencias; me pregunto si al llegar la muerte nos reprocharemos todo el tiempo que inutilmente gastamos en esas cosas. Un gran abrazo
ResponderEliminarQue dos párrafos tan precisos y certeros.
ResponderEliminarMuerte y soledad.
Y el amor intentando compensar.
Si.
Así es la vida.
Besos.
Ay, hija, trato de no pensar en la muerte porque se que la tengo a la vuelta de la esquina... De todas formas, por ahora, no me abruma ni preocupa. Es ley de vida. Besotes, M.
ResponderEliminarNon o lin e tereino en conta cando remate cos dous que estou a ler.
ResponderEliminarBicos
Excelente propuesta. Siempre es bueno leer cosas diferentes.
ResponderEliminarPor cierto: nosotros también te queremos.
Me apunto el librito, guapa, que yo también te quiero :)
ResponderEliminarBesicos
un tequiero y un libro!! y dos rosas en la imagen de la entrada anterior :) cualquier día es un buen día para celebrar lo que los catalanes en San Jordi :)
ResponderEliminargracias por la recomendación, me lo apunto también :))) biquiñoooosssss :)
PD: ya ha visto la peli? y Laura? se sabe algo...? :)
Habrá que leerlo, tiene muy buena pinta. Me gusta mucho la literatura japonesa, de hecho estoy leyendo a otro escritor japonés, Haruki Murakami, el libro se llama "1984".
ResponderEliminarGracias por tu recomendación.
Me gusta cómo ha quedado la sirena y el poema. Yo también te quiero.
Vida y muerte y en elcentro de esto buscando un acomodo para no pensar aunque todos sabemos...
ResponderEliminarMe has hecho pensar.
Me anoto el libro.
besos
Al leerte, recuerdo el principio del libro "La flor del Norte", de Espido Freire(lo he terminado y me ha dejado escasas valoraciones positivas), pero hace una anotación de Marco Aurelio, Meditaciones que dice así:
ResponderEliminarAunque debieras vivir tres mil años y otras tantas veces diez mil, recuerda que nadie pierde otra vida que la que vive ni vive otra que la que pierde. En consecuencia, lo más largo y lo más corto confluyen en un mismo punto. El presente, en realidad, es igual para todos, lo que se pierde es también igual y lo quelos separa es, evidentemente, un simple instante. Luego ni el pasado ni el futuro se podría perder,porque lo que no se tiene, ¿Cómo podrían arrebatárnoslo?.
Biquiños
Me apunto el libro, también te quiero.
ResponderEliminarBesos y abrazos
Yo, últimamente, prefiero no pensar demasiado en la muerte, aue si lo hago me vengo abajo, y además no vaya a ser que la atraiga.
ResponderEliminarUn beso.
Me habían hablado de ese libro hace oco y lo dejé pasar, ahora después de tu post lo voy a buscar. Creo que me va a gustar. Los orientales son siempre muy certeros en sus pensamientos y saben llegar al corazón al rodear las palabras de poesía.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte.
De verdad que esas líneas merecen que el libro sea tenido en cuenta. Cuesta leer libros distintos, hay que pisar terrenos desconocidos de vez en cuando. Lo apunto.
ResponderEliminar¡Qué triste lo de esa niña! Busqué tu entrada de entonces...
Besos, biquiños, también para Congo y para Ron.
el amor y la soledad quizá sean las dos caras que conforman el ser humano
ResponderEliminaren esas reflexións ando...
interesante tamén a cita de Maribel
Mucho, cariño.
ResponderEliminarYo también te quiero.
la vida es un libro sin letras, un árbol de hojas por caer, un camino sin explorar.....no me van las etiquetas previas, prefiero experimentar yo y aprender de ello.
ResponderEliminarasí la vida se convierte en una aventura diaria.....
besos sirena llena de viajes por contar, que lo se!!! motera... jajajaj
Un beso muy fuerte, Aldabra y ¡larga y buena vida!
ResponderEliminarEs todo un privilegio ser querido por ti. Lo considero una pequeña batalla ganada a la muerte, que nos ganará la guerra pero nunca nos podrá quitar los buenos momentos.
La inevitable soledad tiene un complemento imprescindible: la necesaria compañía.
ResponderEliminarSabes (sabéis) que el cariño es recíproco.
Dos abrazos
Tienes razón, si de un libro te quedan dentro unos cuantos párrafos, ya cumplió la finalidad fundamental de la literatura: hacernos pensar para mejorar como persona.
ResponderEliminarMuy emotivo y penoso el recuerdo de la adolescente de la moto.
Un abrazo.
Con respecto a la muerte pienso que vivir teniéndola presente como punto de referencia da a mi vida el justo enfoque donde enmarcarlo todo, me costó verlo así pero hoy por hoy, es así como vivo cada uno de mis días.
ResponderEliminarMuy agradecida por la recomendación del libro, estoy leyendo ahora uno que está dejando mucho, lo recomiendo, se trata de "El salón de la embajada italiana" de Elena Moreno. Me encanta como escriben algunas escritoras españolas contemporáneas.
Saludos para tus seguidores y para ti, Aldabra.
A veces tan lejana, de repente tan próxima, tan hiriente, tan egoista y posesiva... Tomo nota del libro
ResponderEliminarAbrazos
Gústoume a portada do libro, pero non prometo adentrarme nos "excesos da morte". Teño un par deles abertos e non dou avanzado un carallo. Ando algo preguiceiro coa lectura ultimamente.
ResponderEliminarBicos
Yo siempre la he tenido presente, incluso de joven me acongojaba un poco, ahora soy de las que creo que cada día hay que vivirlo todo lo a tope que se pueda (que tampoco es mucho, pero bueno), a disfrutar.
ResponderEliminarEn uno de los últimos reportajes que le hiceron a Wooddy Allen le preguntaron que opinaba acerca de la muerte y él respondió:
ResponderEliminar"Estoy totalmente en contra" :)
Hay que vivir pensando que tal vez podamos ser el primer inmortal sobre la tierra.
Un beso.
Varias cosas querida amiga: primero, decirte que Ron es precioso!! no he podido dejar un comentario en el blog, bloger me lo impide, ya veré como lo soluciono. Segundo,la muerte es algo que me produce angustia...si ya se que me llegará como a todo el mundo y que tendria que verla con mas naturalidad, pero amo la vida de tal manera, que me parece una mala jugada tener que pasar por semejante trance. Tercera cosa y la mas importante, yo tambien te quiero muchisímo!!
ResponderEliminarTe quiero mucho :)
ResponderEliminarBesito
La muerte me da un miedo que no te lo puedes imaginar. No sabria estar sin los que quiero.
ResponderEliminarMe entristece todo esto :(
Besazos enormes
Me alegra que te haya gustado una de mis recomendaciones. Muchas gracias por tu comentario.
ResponderEliminarEstoy casi de vacaciones blogueras durante un corto periodo, pero sacaré tiempo para "mis amigos"
Feliz Verano.