martes, 13 de enero de 2009

De lunares y otras hierbas

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"Nina" by Backjumps (Flickr)

El hecho de que tuviera un lunar, en el dedo meñique de la mano derecha, no le pareció importante.

A él, lo que de verdad le gustaba era que en el verano, se pusiese a dar volteretas en la playa, sin importarle la gente, tan desenvuelta como si fuera un niña pequeña. 

Tenía 45 años pero nadie se los echaba.

 

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12 comentarios:

  1. las apariencias engañan.. y mucho...em el fondo ese niño que llevamos en el interior de vez en cuando sale...saludos

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  2. Es que a nadie le importa la edad de las niñas de la playa...

    Besicos

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  3. Que suerte.
    Eso es ser joven siempre.

    Besos.

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  4. en todos los adultos vive el corazón de un niño, sólo depende de si esta despierto o dormido...

    bsos

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  5. No hay que ser niño para dar volteretas en la playa.

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  6. A mí tb me encanta hacer el tonto en la playa... Tenga la edad que tenga...
    :)
    Y tb tengo un lunar... pero en el dedo corazón de la mano izqda....
    Un beso

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  7. Todavía, a mis cuarenta años, soy capaz de ir saltando charcos tan feliz, pero siempre fui incapaz de dar volteretas.
    Qué envidia.

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  8. Yo tengo 80 y todo el mundo me echa 79.

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  9. Hola Aldabra,

    En serio la edad importa?

    Bicos

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  10. se me ocurren dos cosas:
    una, el lunar significaba algo esotérico.
    dos, aventuraba un cáncer.

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  11. me alegra que penséis como yo, que la edad no importa.

    biquiños y buenas tardes a todos.

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