Ayer hicimos el amor sobre las sábanas de algodón azules.
Al atardecer.
Después encendimos la radio.
Nos quedamos adormecidos escuchando la voz del locutor.
Hasta la hora de la cena.
Ayer compartimos el azul algodón. Al atardecer.
Dejamos a un lado los quehaceres cotidianos, las preocupaciones... Porque a veces, y aunque sea por un breve espacio de tiempo, conviene deshacerse de todo lo accesorio que nos lastra para dedicarse completamente a lo que de verdad importa.
la fabulosa fotografía de La Caleta es de mi amigo Luís Lorenzo
Bien hecho.
ResponderEliminarLo demás que espere.
Besos.
Tienes razón. Hay que olvidarse de lo accesorio y dedicarse a lo que más importa: el amor.
ResponderEliminarBesos
Es lo que en realidad hay que hacer, prestar atención a lo que de verdad importa, y lo demás... que espere.
ResponderEliminarBesos
Asi es como debe de ser, primero lo verdadero y luego lo accesorio...preciosa la imagen de mi tierra de acogida...besos
ResponderEliminarY qué sabiduría en esas pausas.
ResponderEliminarBesos.
Sencillas palabras para describir momentos de azul algodón.
ResponderEliminarGrande Knopfler.
Sea lo que sea.... que sea... lo que no importa, no es.
ResponderEliminarPues eso, las prioridades deberían siempre estar tan claras.
Una sonrisa.
Precioso. Preciosísimo.
ResponderEliminarPues sí, hay que dedicarse un ratico, qué narices.
ResponderEliminar¿Se puede brindar por eso?
ResponderEliminar¡Chin, chin! Brindo y suscribo.
Besos
Buscar un hueco en cualquier momento del día para perderse por sábanas de algodón azul, es un modo perfecto de aprovechar todo el día...
ResponderEliminarun abrazo.
E que realmente hai poucas cousas que de verdad importan.
ResponderEliminarE pasamos o tempo da nosa vida perdidos entre labores cotidianas que, de verdade, pouco importan...
Pero hai tantas que sí! unha delas envolverse en caricias (tanto da se as sabas son de algodón) :-)
Gustoume moito este post.
Coa súa música.
El problema es cuando tienes al niño de trece años todo el día en la casa y no se acuesta hasta las doce y además tu casa es pequeña...entonces ¿que haces? irte a un hotel o en el coche en el parque.....
ResponderEliminarsi no existiese lo que de verdad importa, de qué serviría el resto?
ResponderEliminarun abrazo, sirena... y no te menosprecies, cada uno hace las interpretaciones de lo que ve a su manera, acercarse o no es otro tema, ahí está la magia
El amor no tiene horarios
ResponderEliminarExcelente texto.Me ha gustado.Además ,esta playa se adecúa para suscribirlo.
ResponderEliminarAo solpor é tan boa hora coma outra calquera. Para facer o amor non é necesario seguir un horario, mellor aproveitar o momento cando se presente a ocasión, hai cousas que é mellor non facelas esperar.
ResponderEliminarBicos
Azul, como los sueños. Amor, como la vida. Esto es lo que realmente importa.
ResponderEliminarPrecioso.
Un beso
Ás veces tamén penso e actúo en azul. E tamén deixo o urxente para adicarlle o momento ao importante.
ResponderEliminarGratifica e enche baleiros. O azul. E o importante...
Qué curioso. Eu, que me tachan de verderolo, coincido esta vez no azul...
ResponderEliminarBicos azulados
No, si tonta no eres.
ResponderEliminarPerdón por la confianza.
Besos.
Pués....... ¡¡¡a descorchar champagne!!!
ResponderEliminarAhora me explico el temblor 4.3 de la escala Richter que llegó hasta aquí el 13 Enero jejeje.
Completamente de acuerdo contigo. la foto es toda una obra de arte. Un abrazo
ResponderEliminarEs cierto: a veces conviene deshacerse de todo lo accesorio que nos lastra para dedicarse completamente a lo que de verdad importa...
ResponderEliminarLa fotografía... espectacular.
Saludos.
Ay, esas siestas lujuriosas de antaño... Besotes, M.
ResponderEliminarAlgunas cosas no pueden esperar, porque forman parte del presente.
ResponderEliminarBesos
Una buena forma de pasar la tarde....;)
ResponderEliminarBesicos
Y si es en algodón, mucho mejor, con ese tono azul de la mar cuando está contenta...
ResponderEliminarBicos.
Lo de menos es el color de las sábanas...
ResponderEliminarAbrazos
El atardecer siempre tiene algo de especial, y estos momentos debemos de preservarlos cada día.
ResponderEliminarMuy bonito.
La fotografía de ensueño. Preciosa.
Un biquiño.
Atardeceres y algodón azul, como las nubes y el cielo, no podría ser de otra manera.
ResponderEliminarUn beso!
ufff¡¡¡ tus entradas a veces son tan "íntimas", así las siento, que no puedo evitar sonrojarme :)
ResponderEliminarEs por las palabras , claro¡¡¡, son delicadas, cálidas y suaves ...las has bordado con tanto cuidado. ...
Me encanta :)
Besote cielo y feliz semana ;)
El paréntesis existencial enclavado en la rutina y para darle sentido a la vida.
ResponderEliminarEstá bien eso de dedicarse a lo que de verdad importa, así la vida se hace mucho más agradable.
ResponderEliminarBonita foto de La Caleta, estoy deseando ver el mar, antes del próximo domingo iré a ver esa playa.
Biquiños, Aldabra.
Lo que de verdad importa somos nosotros mismos, porque si nosotros estmos bien, los de nuestro alrededor tambien lo estaran ¿Por que la mayoria de las veces nos distraemos con otras cosas que no nos importan para nada?
ResponderEliminarBonita foto, bonito poema
Un abrazo
Luz
Si le dedicamos tanto tiempo a cosas que no nos gustan, por qué no le vamos a dedicar un buen rato a algo que tanto nos satisface...tendremos que cambiar el chic, jejeje. 8 horas de amor y sexo y una hora de trabajo.
ResponderEliminarsaludos Aldabra.
Qué bonito, Aldabra! Y además, estamos en conexión, hace un rato estaba recordando una frase de Mafalda: Como siempre, lo urgente no deja tiempo para lo importante. Un biquiño
ResponderEliminarEsooooo.
ResponderEliminarLo más mejor y lo realmente importante. Bonito poema
Hay que tomar una manzana al día, dicen, para tener buena salud.
ResponderEliminarPero nadie recomienda estas pausas como remedio saludable, incluso imprescindible.
Algunos días hay que dejarlo todo y dedicarse a las sábanas azules y los atardeceres rojos.
Fántastica la foto.
Besos.