martes, 28 de abril de 2009

Voilá

Imprescindible darle al play:

 

Ven, Congo, ven que voy a hacerte un regalo.

Siéntate ahí en el sofá y ponte cómodo. Te voy a poner una canción y mientras me voy a ir desnudando para ti. Sí, voy a hacerte un striptease. Así como lo oyes. No pongas esa cara de incrédulo, por favor, que ya sabes que soy muy capaz.  

¿Estás preparado?

¿Que dices que no te pones con este pijama que llevo? Pues no lo entiendo. ¿Qué es lo que no te gusta: el pantalón de rayas de presidiario gris y negro o la camiseta negra con la pantera rosa?

Eres un desconsiderado, así no entro en situación. No te rías.

Vale, venga, vamos a volver a empezar. Espera que voy al dormitorio y saco de mi fondo de armario algunas de esas cosillas que tengo para la ocasión...

¡Ah! Te ha cambiado la cara. Después de tantos años ya nos vamos conociendo. Ahora ya sé lo que te gusta.

No te muevas que vengo ahora. Dame dos minutos.

Tachán, tachán...

Un brazo envuelto en un guante negro por encima del codo...

¿Quieres ver el resto?

¿Tal vez las sandalias plateadas de tacón?

¿Y el collar de perlas?

Tachán, tachán...

Nada por aquí, nada por allá...

Y ahora... saco del sombrero... el conejito blanco. 

 

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Porque...

 

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http://frameworks.co.uk/index.php?paged=11

 

Sé que te sientes solo.

Te adivino envuelto en bruma, deambulando por esa casa que todavía no reconoces tuya, esperando nervioso la llegada de otra noche de insomnio y pensamientos al borde del llanto.

Te intuyo cabizbajo, mirando por la ventana ese horizonte que se te escapa cada vez que quieres alcanzarlo y taciturno, analizando en qué momento te equivocaste y perdiste el control de tu vida.

Te imagino perdido, sabiendo que ahora es el destino quien te arrastra y lejos de oponer resistencia, sumiso, te dejas guiar porque ya no te importa lo que ha de venir. Nada puede ser ya peor que ahora.

Sé que te sientes solo.

Te dibujo exacto dentro de los límites de mi hoja en blanco. Con tus canas, tus arrugas, tu experiencia, tu sonrisa cómplice y esa inocencia que todavía no te ha abandonado a pesar de que ya no puedas verla cuando te miras al espejo.


que te sientes
solo.

Porque…

 

 

viernes, 24 de abril de 2009

Destronada

Esta foto sigue las huellas de las demás que surgieron antes que ella en mi sección de Fotografías y pertenece a Pedro Ojeda Escudero del blog La Acequia, que además de publicar sus textos y artículos también gusta de hacer siempre unas fotografías sugerentes e interesantes.

Pedro Ojeda es Profesor de Literatura Española en la Universidad de Burgos y pasear por su blog es estar siempre en contacto con la cultura y con el saber. Es un hombre que argumenta con mucha inteligencia todas las exposiciones que hace, hable de lo que hable, y del cual se puede aprender cada día una cosa nueva o diferente.

Desde su blog La Acequia, Pedro Ojeda coordina magistralmente (es de justicia decirlo), una lectura colectiva de El Quijote. Se trata de una serie, en la que Pedro cada jueves, intenta comentar capítulo a capítulo, algunas de las claves de la obra, con el ánimo de que todo el que quiera le siga en la lectura, aportando también sus ideas, preguntas o sugerencias. El próximo jueves ya toca el Capítulo LI (y parece que fue ayer). Además días más tarde publica otro artículo referente a las noticias surgidas de cada capítulo semanal, dejando enlaces a los blogs donde se publican, fotografías que le envían los lectores, autorretratos de los mismos con algo "quijotesco" ... ¿No os apetece visitarlo ya?

Muchísimas gracias, Pedro, espero que el texto y la música sean de tu agrado y no desmerezcan a lo que tú habías imaginado para la imagen. 

 

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Todo el puñetero día pensando en lo mismo.

Seguro que ella es como esta chica del cartel. La mitad de años que yo. Asquerosamente joven Sí, JOVEN. Con mayúsculas. Ojos apasionados. Pechos firmes. Boca jugosa. Piel tersa y radiante de anuncio...

No puedo dejar de pensar en qué le dirá al oído cuando hacen el amor, si tocará su cuerpo igual que tocaba el mío, si dormirán abrazados, si se ducharán juntos… sí…

¡Cabrón!

Seguro que ella es como esta chica del cartel. Es guapa. Eso me han dicho los niños. Y que es muy simpática. También yo lo era antes. Al menos eso era lo que él decía, que se reía mucho conmigo. Que era muy feliz a mi lado.

¡Cabrón, más que cabrón!

No puedo quitármelo de la cabeza.

 

 

martes, 21 de abril de 2009

Las cosas que no debieran suceder

 

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mionesss´s favourites - devianrART

 

Marina Escobar tenía fama de puta.

Marina era guapa, alta, buena estudiante, extrovertida, alegre, simpática… Pero tenía esa fama. Las que fueran sus amigas más allegadas se habían encargado de mil amores de propagar ese bulo con la misma rapidez con que se expande una epidemia de gripe de las gordas, o un reguero de pólvora, o la noticia de que había tocado la lotería en el barrio.

Marina se llevaba bien con todos los compañeros varones de su clase. Estaba en el club de ajedrez y en el de padel. Y los viernes se iba con ellos a jugar a los bolos, formaba equipo con Nacho y Borja, los guaperas del instituto. Más de la mitad de la población femenina se moría por sus huesitos y sus musculitos torneados a base de gimnasio.

Marina por aquí, Marina por allá… Sus compañeras no podían soportar tanta brillantez, ese sobresalir sin esfuerzo y por eso se habían inventado que la habían sorprendido en un baño haciéndoselo con dos de sus compañeros. No era cierto pero a esa edad ciertos rumores eran muy jugosos y pocos o nadie se molestaban en contrastar lo que había de certeza.

Marina puta. Empezó a verlo escrito en las puertas del baño, en la puerta de su taquilla, en su pupitre, hasta un día apareció en letras grandes en el encerado, justo intentaba borrar las dos palabras cuando entraba el profesor de matemáticas que miró las dos palabras desconcertado e incrédulo, tratando de hacer averiguaciones sin conseguir pistas fiables.

Marina era guapa, alta, buena estudiante, extrovertida, alegre, simpática… Pero tenía ese tipo de fama que acaba por minarte por dentro. Porque una no acaba de comprender qué gana alguien haciéndote daño porque sí hasta que poco a poco sientes que te vas resquebrajando y todo lo que eras antes de, pasa a segundo término.

Marina. Puta por aquí. Puta por allá. No había palabras de consuelo, ni hombros suficientes en los que llorar. Un día empezó a vomitar todas las injurias, las intrigas, el odio que se le pegaba en los pliegues de la ropa. Vomitaba por aquí, por allá, escondiéndose de los ojos que seguían todos sus pasos como buitres al acecho de carne putrefacta.

Marina puta alta delgada. Ya menos guapa para todos los ojos. Introvertida. Triste. Deprimida. Ya no formaba equipo con los guaperas del instituto porque siempre estaba cansada. Ya no tenía la cabeza para el ajedrez. Y había dejado de pertenecer al club de padel. Invisible. Sus amigas bien podían estar ahora contentas.

Marina puta anoréxica. Todo el mundo se preguntaba porqué había cambiado tanto, porqué su rostro se había vuelto lívido y sin vida, porqué ya no se reía nunca. Hasta que un día la encontraron en el baño con dos de sus compañeros. Fueron las mismas amigas, aquellas que no podían soportar tanta brillantez, ni tanto sobresalir sin esfuerzo.

Marina Escobar estaba abriéndose las muñecas con unas cuchillas de afeitar rosas. Había sangre salpicada por todos los azulejos blancos del instituto. Y por el suelo. Y por su ropa. Lloraba. Lloraba y vomitaba toda la impotencia, todas las envidias, preguntándose una y otra vez cómo había llegado hasta ese punto. Los ojos de las otras, las que no eran putas ni nada, se desorbitaban ante el espectáculo.

Marina. Sin aditivos. Convertida en una sombra, en un guiñapo, en un alarido de miedo. Ya nadie tuvo que encargarse de propagar nada. Su fama se había disipado de golpe como la niebla matutina. La ingresaron en una clínica de reposo y perdió ese curso. Borja y Nacho iban a verla dos veces a la semana. Y alguna todavía se reconcomía por las noches.

Marina tenía fama de puta. Y hay famas que matan. Aunque sólo tengas 18 años recién cumplidos.

 

 

sábado, 18 de abril de 2009

Recuerda...

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Fotografía: metamorfosis - Flickr

 

recuérdame siempre
de un modo que nunca te haga daño

recuerda cuánto te quise
cuánto te eché de menos
los abrazos en el quicio de la puerta
las notas cariñosas escondidas bajo la almohada

recuerda

recuerda todo lo que un día tuvimos
y se deshizo en nuestras manos en sollozos

 

miércoles, 15 de abril de 2009

Nunca pensé

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                                                                                              Photo net - Daniel Green

 

Nunca pensé que iba a aprender cada día,
de la mano de Congo, a besar esos lugares
que hasta hace nada eran prohibidos.

Nunca pensé que mi cuerpo, adormecido
en las costumbres de lo que era lícito,
tuviera tantas respuestas para ofrecerle.

 

martes, 14 de abril de 2009

Medra

 

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Fotografía "Black and White": Chris Garden

 

nas miñas mans ante os meus ollos baixo o meu corpo de noite de día con morneza dentro de mín ata espallarse sin norte tras da porta.

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como unha marea viva
lagarteira de agosto

 

 

* lagarteira - así se llaman por aquí a las mareas vivas que se producen a finales de agosto, principios de septiembre.

* marea viva - la marea que ocurre poco después de luna nueva o luna llena.

* si no conocéis este fado ahora es el momento porque es una joya para los oídos.

...............................................  
en mis manos ante mis ojos bajo mi cuerpo de noche de día con tibieza dentro de mí hasta expandirse sin norte detrás de la puerta.

crece

como una marea viva
lagarteira de agosto
...............................................

sábado, 11 de abril de 2009

Amores

 

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"Madre e Hija" - Luís Carballo

 

Ayer te odié.

Sí, te odié más que ningún otro día. Y pensé en escribirte una carta. Desahogarme diciendo lo que nunca vas a llegar a oir de mi boca.

Tendrías que haberla visto llorar ayer por ti, por el padre que nunca has sido, por el cariño que nunca le has sabido dar. ¿Por qué no puedes dejar de lado tu orgullo herido y te comportas como el adulto que eres?. ¿Por qué no dejas de odiarme para poder quererla como se merece?.

Parece que has olvidado que un día nos quisimos tanto que decidimos tener un hijo. Y que llegó ella, pequeña, llorona, delgaducha… pero con muchas ganas de vivir. Hoy nos supera en altura y en lo que a ti respecta, en agallas.

Te has convertido en un mequetrefe que pretende solventar sus frustraciones con amenazas, con mentiras, dejándonos en ridículo allí donde llegan tus sucias palabras. Me das pena. ¿Nadie te dijo que el cariño y el respeto no se compran?. Ni siquiera en el Juzgado. Deberías pararte a pensar en tu vida de ahora. Y sobre todo pensar en ella que tanto te necesita.

Me gustaría poder llamarte y que habláramos civilizadamente, como deben hablar un padre y una madre para quienes lo primero es el bien de los hijos que tienen en común. Te contaría que en el colegio va mal, que no se centra, que te echa de menos, que no puede dormir algunas noches y que incluso hay días que se encuentra deprimida, sin ilusión y que llora sin saber por qué. A veces me parte el corazón porque no puedo hacer más por ella.

Ojalá por algún milagro inexplicable llegaras a leer estas líneas y recapacitaras. Piensa en su bien y en el tuyo propio. No puedo creer que seas feliz comportándote así. Me niego a creer, día tras día, que tú, el hombre al que he dedicado más años de mi vida y al que amé tanto nos esté pagando con todo desprecio. Nos humillas y te degradas a ti mismo.

Todavía estás a tiempo de recuparla. Piensa en ello, por favor. Se merece lo mejor de nosotros.

No tengo nada más que decirte.

Adiós.

 

Y mi pequeño recuerdo para Mari Trini.

jueves, 9 de abril de 2009

No camiño

"O Forno": Antiguo horno y calle de Arzúa, por donde pasa el Camino de Santiago. De esta calle también salían los encierros de vaquillas en las fiestas de los botes.

Así reza esta fotografía que  pertenece a la galería de imágenes de cjescudero. LLegué a sus imágenes a través del blog "Un baño de espuma" de Titajú, una mujer con muchísimo sentido del humor y muy aguda en todos sus pots.

Cjescudero es el marido de Tituajú y todavía está empezando en esto de la fotografía pero creo sinceramente que llegará lejos porque las poquitas imágenes que tiene en su galería poseen una visión muy poética de la realidad. Y por eso es que le he pedido una de sus imágenes para mi serie. Amablemente me contestó que escogiese la que más se acomodara a mis pretensiones.

Os invito a que los visitéis a ambos pinchando en los enlaces.

Y cuando leáis el poema sabréis porqué he escogido "O Forno". Es que se complementan como anillo al dedo. No recuerdo exactamente cuántos años hace que recorrí parte del Camino de  Santiago en bicicleta, desde Pedrafita do Cebreiro hasta Compostela. No lo emprendí por motivos religiosos, más bien fue un reto emocional y personal. Fue muy duro y el momento decisivo para aceptar una nueva ruptura sentimenal, pero a pesar de todo guardo de la experiencia un buen recuerdo.

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No camiño
deixei escrito o teu nome,
na chúvia, no vento,
nas bágoas de cansazo.

 

No camiño
deixei esvaecer o noso amor
roto pola distancia, pola friaxe,
polos teus bicos de adeus.

 

No camiño
olvidei as cartas,
as verbas agarimosas,
as carícias todas.

 

E chorei ao remate,
ante a catedral
ateigada de xente.

 

En el camino dejé escrito tu nombre, en la lluvia, en el viento, en las lágrimas de cansancio.

En el camino dejé apagar nuestro amor, roto por la distancia, por la frialdad, por tus besos de adiós.

En el camino olvidé las cartas, las palabras cariñosas, todas las caricias.

Y lloré al final, ante la catedral abarrotada de gente.

La canción Campanas de Bastabales es un poema de Rosalía de Castro cantado por Amancio Prada. Hace mucho que no recordaba esta canción, espero que os guste.

Pinchar en los enlaces si quieres ampliar información.

martes, 7 de abril de 2009

Otro domingo más

 

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la cocina huele a habas y zanahoria,
la comida de mañana está ya preparada
y la cena casi a punto.

mis manos todavía están algo húmedas
después de haber lavado a las tortugas.

 

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la tarde del domingo está tocando a su fin.

muy pronto, cuando salga la luna
estaremos refugiados en nuestra habitación
y dará comienzo el ritual de cada primavera.

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Congo dirá las palabras mágicas
y yo, con los ojos bien abiertos
esperaré a que se renueve el milagro.

 

 

las fotografías las hice el domingo desde la cocina.

domingo, 5 de abril de 2009

Adeus

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Fotografía "Maceta y geranio" - DrCArlosAMG - Flickr

Hoxe despedímonos, rematamos a historia que nin siquera comezou.

Xa sabía que ti eras mais cobarde ca mín e que lle ías poñer cordura a toda esta marusía da miña vida nestes intres.

Non me arrepinto de nada do que che dixen, todo era verdade. E dóeme. Sinto o corazón ferido polos bicos que nunca che darei, polas apertas que nunca haberá entre nos e polas bágoas que levo chorado.

Ti soamente pasabas por aquí e eu estaba a loitar nunha batalla contra min mesma, como ben me dixeches. E tiveches medo de quererme.

Regálote de despedida o meu amor por estrear, para que o sementes nunha maceta de barro, cun xeranio vermello enriba. Xa verás como se vai poñer de fermoso co paso dos anos.

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Fotografía "Maceta picaporte" - Rafael Jiménez - Flickr

Hoy nos despedimos, dimos fin a la historia que ni siquiera comenzó.

Ya sabía que eras más cobarde que yo y que le ibas a poner cordura a toda esta marejada de mi vida en estos momentos.

No me arrepiento de nada de lo que te dije, todo era verdad. Y me duele. Siento el corazón herido por los besos que nunca te daré, por los abrazos que nunca habrá entre nosotros y por las lágrimas que llevo llorado.

Tú solamente pasabas por aquí y yo estaba luchando una batalla contra mí misma, como bien me dijiste. Y tuviste miedo de quererme.

De despedida te regalo mi amor por estrenar, para que lo siembres en una maceta de barro, con un geranio rojo encima. Ya verás como se va a poner de bonito con el paso de los años.

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viernes, 3 de abril de 2009

A la espera

 

Carlos Casellas, del blog "Apenas penas", me regala esta foto para continuar mi serie de Fotografías. Carlos fue uno de los primeros blogueros con los que contacté, y uno de los primeros que me regaló una foto para mi blog: una ventana. Incluso un día me regaló un poema  para mis dientes y otro para mi nombre: Asalto y Bendición.  Carlos es todo un caballero.

También tiene otro blog: "Fotogravida" donde cuelga sus fotos, bellos rincones y parajes de su querida Argentina.

Muchas gracias, Carlos. Espero que continuemos viaje juntos por mucho tiempo.

 

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Hoxe, na praia,
mentres camiñaba pola beira do mar,
albisquei golfiños entre a escuma das ondas.

E quixen fuxir lonxe,
enriba dos seus lombos prateados.

Mais quedei soa na area,
cos seus bicos exparexidos no vento,

Á espera.

 

Hoy, en la playa,
mientras caminaba por la orilla del mar,
divisé delfines entre la espuma de las olas.

Y quise huir lejos,
subida a sus espaldas plateadas.

Más quedé sola en la arena,
con sus besos esparcidos en el viento.

A la espera.

miércoles, 1 de abril de 2009

Candela (2ª parte y última)





(Levantándose de la cama y mirando el despertador)

¡Dios!, ¡Dios!, ¡Dios!. Es tardísimo y no sé qué ponerme. ¿Por qué cuando suena el despertador no soy capaz de levantarme? Soy incorregible, veinte años trabajando y siempre igual, llegando justa a fichar y estresada. Si es que no merece la pena. “Candela, tienes que poner remedio ya o te va a dar un infarto un día de éstos”, se dijo enérgica y en alto. Y menos mal que me ducho de víspera.

(Con el armario abierto y mirando toda la ropa)

Bueno, me pondré lo primero que salga. El vaquero con las botas de “chúpame la punta” nuevas, la camisa azul claro, la cazadora negra de piel... Además me va genial con el colgante que me regaló mi madre por el cumple. Decidido. Hoy no me da tiempo a hacer la cama. Al mediodía cuando llegue la hago. Aunque hoy tendrá que ser por la tarde. No me acordaba que tengo que esperar para ir a Correos a recoger el paquete que me envía mi prima Tere. ¡Que rollo! Comer fuera y sola, lo odio. Ya no me acordaba. Pero si hay que hacerlo se hace y punto.

(Ya vestida mirándose delante del espejo)

Si es que da igual lo que me ponga que me veo horrible con todo. Es que ya me veo de la edad que tengo. Tendría que adegalzar el kilo y medio que me sobra. Es que siempre se me pone en las pistoleras y en el trasero. A los hombres les gustará mucho ver un buen trasero de mujer pero es que a muchas mujeres, entre las que me incluyo, nos espantan. Yo prefiero ni mirármelo y olvidar que existe. Bueno pues ya estoy vestida. Voy a proceder rápidamente a peinarme, lavarme los dientes y a la restauración facial.

(En el cuarto de baño)

Aunque para quedar medianamente bien tendría que contratar a uno de esos restauradores de catedrales. Ellos si que hacen verdaderas obras de arte. Y me niego a echar maquillaje. Es que por ahí no paso. Las pocas veces que lo he echado tuve la sensación de que llevaba una máscara. La raya del ojo, la sombra, el colorete, el rímel y un buen lápiz labial… Mira, como que ya así arreglada aún no estoy tan mal. Hombre, Andrés en la oficina siempre me echa piropos pero claro, él no cuenta porque es un mujeriego empedernido. Y estoy por apostar que un día de éstos se va a enamorar perdidamente. Es que todos suelen terminar así. Y además suele ser alguien que no responde con la imagen predeterminada. Y tengo que reconocer que es guapísimo y tiene una verborrea que es capaz de enredar hasta a una monja de clausura. Me asusta terriblemente. Miedo me daría caer en sus brazos.

(Se echa agua de colonia por todos los sitios imaginables del cuerpo. Agarra el bolso, las llaves del coche, se pone la cazadora y cierra la puerta de casa. Entra en el ascensor y se va mirando desde todos los planos: perfil, vista y alzado. Se coloca la melena y cuando sale al garaje abre el coche con el mando a distancia. Se le viene a la cabeza que no se echó desodorante y vuelve a subir ya con el corazón saliéndosele del pecho y mirando el reloj como haciendo vudú para que el tiempo deje de transcurrir. En la nueva bajada al garaje repite el mismo proceso. Entra en el coche y arranca. Recorre el pasillo hasta la rampa de salida y cuando va por la mitad el coche que se cala).

¡Joder!. ¡Joder!… que día voy a tener. Con lo lista que soy para algunas cosas y el jodido coche que no le da la gana. “Baja la rampa Candela y con calma que es muy facil”, se dice animándose.

(Cuando el coche asoma por la puerta del garaje grita entusiasmada: ¡Aleluya! Se incorpora al tráfico frenético).

Pero será capullo el tío ese. Es que me está poniendo enferma con esa lentitud. ¿No sabe qué hay gente que sale con prisas para ir al trabajo? Voy a adelantarle porque no soporto circular como las hormigas. (Al hacer la maniobra oye veinte pitidos a la vez. Había línea continua). ¿Esos pitidos habrán sido por mí? No creo. Hay mucha visibilidad. Menos mal que ya aparece el tramo de carretera tranquilo. Pondré música. Ay que canción tan bonita. Hacía mucho tiempo que no la oía. ¡Que romántica!

(Tarareando la canción se pone a pensar)

¿Qué ropa traerá hoy Andrés. Es que siempre viene tan atractivo, tan bien vestido. Y tiene unas corbatas preciosas. El chico tiene buen gusto, hay que reconocerlo. Y últimamente siento que me mira mucho. Claro que será que no le gusta mi forma de vestir. Si es que a su lado parezco Cenicienta. Es dificil estar a su altura. Y además a mí qué me importa. Yo no quiero un hombre así. Aunque tal vez tenga su corazoncito. Yo que sé. No sé ni por qué pierdo el tiempo pensando en él.

(Llega al aparcamiento del edificio donde trabaja. Aparca y sube. Una vez instalada en su mesa se da un retoque en los labios. Observa de reojo como entra Andrés por la puerta).

- Buenos días, Andrés. Que ¿preparado para un nuevo día de caza?
- Pero ay que ver que simpática te has levantado hoy. Es que cuando hay confianza da asco.
- Perdón, perdón. No era mi intención molestarte, dice Candela burlonamente.
- Vas a ser la primera en saberlo. Me he enamorado Candela, hasta la médula, dice Andrés con aire contrito.
- Anda, esa si que es una novedad. Y que ¿la afortunada ya hizo la Primera Comunión?.
- Que bruta eres. Me estás poniendo que parezco a tus ojos un pervertido a la puerta de un colegio.
- Sigo de broma, hombre. Enhorabuena, de verdad, dijo Candela en tono algo triste.
- No sé cómo ha sucedido pero esta mañana me he dado cuenta. Ella todavía no lo sabe pero hoy pienso declararme.
- Pues te deseo suerte, en serio.
- Gracias. Te garantizo que me hará falta. Podías celebrarlo conmigo dejando que te invite a comer.
- Pues te lo agradezco. Hoy además tenía que comer sola.
- Te contaré todos los detalles si te portas bien y no me dices cosas desagradables como las de antes.
- Prometido. Me muero por saberlo todo.
- Creo que hasta voy a sorprenderte porque sé que la conoces.
- Eres cruel. Ahora no me dirás nada en toda la mañana. Estaré en ascuas pensando en quién será la desafortunada.
- Te haré pagar la comida como sigas por ese terreno.
- Vale, vale.
- Un poquito de paciencia. Todo llegará.

(Andrés se fue a su mesa y Candela se quedó en la suya disimulando como si aquella conversación no hubiese tenido lugar, como si no le hubiese afectado).

¡Mierda! ¡Mierda! ¿Por qué? A ver... por qué este capullo se ha tenido que enamorar. Me molesta reconocerlo y me duele pero siempre albergué esperanzas de que un día pusiese sus ojos (bueno, y algo más) en mí. Y ahora ya está todo perdido. Lo que si tengo claro es que jamás le demostraré que la noticia me disgusta... No pienso concederle esa satisfacción. ¿Por qué no he podido ser yo?

(Candela se levanta de su mesa y se va al baño).

Voy a llorar un poco, me sentará bien. Lo justo para que no se me corra el rímel. Tampoco se merece muchas más lágrimas.

(Mientras se dirige al baño Andrés le habla desde su mesa).

- Candela, tengo que decirte que si no me hubiese enamorado me casaría contigo. Hoy te has superado. Estás muy guapa

(Y Candela va pensando sin hacer caso de lo que le dijo)

Puñetero, todavía tiene algo que decir. Ay que ver lo afortunadas que son algunas. En fín, ya sólo me queda el Plan B: Agencia Matrimonial. Porque desde luego que a su boda no pienso ir sola. O llevo pareja o no voy. ¡Que pena! Ay que ver a que extremos podemos llegar. “Ya, Candela, ya. Basta de lamentaciones que nunca ha faltado una monda para una naranja. Malo será que no cambie mi suerte un día de éstos”, se dice convencida.

Me lo merezco.