lunes, 28 de febrero de 2011

Congo y los galgos





Volví del cine, por la noche, rebosante de energía
y te sorprendí nada más abrirme la puerta.

Tú ya estabas en pijama, esperándome
y al ver mi cara de niña traviesa,
sonreíste.

Y me dejaste hacer.



Era domingo.
Había lucido sol.
Y por la mañana habíamos estado viendo galgos
en la Protectora de animales, Arco da vella.



¿Te acuerdas, Congo?

miércoles, 23 de febrero de 2011

Naturaleza sanadora




Primero empecé a caminar despacio, como si estuviese aprendiendo. Por la arena de la playa. Al borde de los acantilados. Por el paseo de la ría.

Después me decidí con la bicicleta. Algunos trayectos pequeños hasta que dí el gran salto: El Camino de Santiago. Si podía con eso, podría conseguir otras muchas cosas.

Derramé muchas lágrimas por el esfuerzo y por la pena que todavía tenía dentro.

De pronto un día me fijé en una amapola que había nacido en una acera. La recogí y la guardé en un libro. No me gustaba coger las flores así pero aquella amapola tenía las horas contadas.

¿Dónde estará ahora? Lo he olvidado. ¡Esta cabeza mía!

De repente otro día, como un milagro, me fijé en las conchas. Y en las caracolas. Empecé a recoger esas pequeñas obras de arte con mimo y entusiasmo y a depositarlas por la casa en tarros de cristal.

Y así, reconciliándome con la natualeza, comenzó a curarse mi corazón roto.


viernes, 18 de febrero de 2011

Naturaleza muerta

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El último pedazo de vida que quedaba de aquella guerra de destrucción masiva, acababa de ser devorado, hace escasos momentos, por el desagüe del baño. Ahora la pecera la ocupaban un montón de conchas viejas, recogidas hace años en la ribera. No pensaba comprar otro pez y le daba pena tirarla a la basura.

Pablo sabía que las cosas no iban bien pero jamás pensó que Raúl decidiera dar ese paso tan agresivo, así, sin avisar, como un tiro a traición por la espalda.

¡Joder con Raúl!, pensó Pablo. Y añadió, a continuación, en un grito desgarrado:

- ¡Maldito seas cabrón!

Pablo había abierto la puerta de casa a las tres de la tarde, como de costumbre, cuando el silencio de la cocina le dio la voz de alarma, al tiempo que le provocaba un escalofrío que recorrió su columna entera. Cerró lentamente por dentro, otra vez con llave, dejó el portátil en el suelo arrimado al mueble de la entrada, las llaves en el recogetodo y se descalzó. A pesar de las circunstancias Pablo no dejaba nunca de ser meticuloso y ordenado.

Comprobó que en la cocina no había nadie aunque ya lo sospechaba y se dirigió al dormitorio. La cama revuelta. Las puertas del armario abiertas. Los cajones de la cómoda y de las mesitas de noche, también abiertos. La ropa de Raúl ya no estaba. Echó una ojeada al baño y ni un mínimo rastro. Ni su cepillo de dientes, ni sus cremas, ni sus potingues. Y en el resto de la casa más de lo mismo. Como si Raúl nunca hubiese existido.

- ¡Cabrón!, volvió a gritar Pablo, como si ese insulto fuera a llegarle a Raúl donde quiera que estuviese en ese mismo momento. ¡Jodido cabrón!

Dos segundos fueron suficientes para que se derrumbase en el suelo del pasillo hecho un guiñapo y comenzase a lloriquear:

- Raúl… Raúl…

Y a su mente, como en el peor de los castigos, no dejaban de llegar imágenes de los dos compartiendo cada rincón de aquella casa, ahora tan vacía. Raúl abrazando a Pablo por la cintura, de pie, restregando su sexo erguido por las nalgas de Pablo. Raúl besando a Pablo detrás de la oreja. Raúl comiéndole la boca a pablo para robarle el jugo de una naranja que se había deslizado por la comisura. Pablo esperando en el coche a Raúl, a la salida del banco. Raúl desnudo en la playa saliendo del agua. Los dos en el supermercado haciendo la compra. Los dos bebiendo una cerveza en el sofá. 

¿Por qué coño no había podido entender Raúl que solo fue un calentón? Sólo sexo. Un mal polvo en el baño cutre de aquel pub de mala muerte.

- Yo te quiero Raúl, te quiero, seguía gimoteando en el suelo, ovillado como un niño perdido.

Pero todo se había ido a la mierda.

¡A la mierda!

Y empezó la transformación.

Lo que hasta hace poco tiempo había sido un nido amor era ahora, tan solo, una naturaleza muerta.

 

Ive been a puppet, a pauper, a pirate,
A poet, a pawn and a king.
Ive been up and down and over and out
And I know one thing:
Each time I find myself flat on my face,
I pick myself up and get back in the race.

miércoles, 16 de febrero de 2011

La ciudad del Gran Rey. Capítulo I.

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Ayer por la noche, mientras me duchaba, recordé cuanto me gustaba de pequeña mirar un diccionario que tenía en casa, buscando palabras al azar y hasta a veces utilizarlo para copiar sus dibujos y hacer mis propias composiciones, como la que véis.

Y es que ahora que lo pienso siempre tuve esta vena creativa y el mismo amor por las palabras.

Por eso creo que debo perseverar en ello. Aunque en este segundo libro, os lo voy a poner más fácil todavía, y atendiendo a la petición de Bipolar (¡Ay, esta mujer, que trabajo me da!). Lo haré también siguiendo los capítulos pero por orden alfabético. Habrá por tanto sólo 4 entradas; aunque tal vez sean un poquito largas prefiero hacerlo así para no alargar mucho los posts de esta segunda lectura.

Pues ea, vamos allá:

Capítulo I – LA CIUDAD DOLIENTE

Albañal
Pág. 29 – “Rodrigo echó a andar a ciegas, siguiendo el curso del albañal,…”

Canal o conducto que da salida a las aguas inmundas. Alcantarilla.

Arcosolio
Pág. 18 – “El muro que cerraba los arcosolios inferiores se derrumbó…”

(del latín arcus, arco, y solium, sepulcro, sarcófago) Es un término arquitectónico aplicado a un hueco en arco que se empezó a usar como lugar de enterramiento destinado a personajes notables como santos y mártires.

Dos de los mejores sepulcros bajo arcosolio españoles son:

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1. Tumba de Alfonso de Castilla, hermano de Isabel la Católica, en la Cartuja de Miraflores (Burgos), realizada por Gil de Siloé, s. XV
2. Tumba de El Doncel (Martín Vázquez de Arce, aristócrata y militar castellano del s. XV), en la capilla de su nombre, catedral de Sigüenza (Guadalajara), obra de un maestro desconocido.

Báratro
Pág. 23 – “-¡Alabado sea el Báratro!”

(poét.) Infierno, lugar de castigo eterno.

Blocao
Pág. 54 – “… y no parecía dispuesto a subir al blocao.”

Fortín de madera que se desarma y puede transportarse fácilmente para armarlo en el lugar que más convenga.

Bronco
Pág. 17 – “…, hay un edificio bronco y enorme…”

Tosco, áspero, sin desbastar. (U. t. en sent. fig.: utilizado en sentido figurado)

Cachetero
Pág. 43 – “Casi todos los carteros son cacheteros jubilados o viejos anarquistas…”

Persona que se aprovecha de los demás, aficionado a vivir de cachete.

Canotier
Pág. 54 – “… y su canotier parecía el de un espantapájaros.”

(Voz francesa) El canotier se puso de moda en Francia a finales del siglo XIX por el fervor de la navegación, “du canotage", de ahí su nombre. Hecho de paja gruesa y fuerte, ala plana y corta, con su característica cinta ancha.

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“Canotaje” – Edouart Manet - 1874                               “Baile en el Moulin de la Galette” – P. Auguste Renoir - 1876

La moda era llevarlo de forma algo inclinada. Se usaba para el deporte tanto en hombres como en mujeres, marcando su alto nivel social.

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El sombrero canotier fue representativo de Coco Chanel, que hizo su incursión en el mundo de la moda –configurando el aspecto que tendrían las mujeres de su siglo– diseñando sombreros.

Cantar de los Cantares
Pág. 103 – “¿Unos versículos del Salterio, quizás del Cantar de los cantares?”

Conocido también como Cantar de Salomón o Cantar de los Cantares de Salomón, es uno de los libros de la Biblia y del Tanaj.

Trata de dos amantes, Salomón y Sulamita, que han sido obligados a separarse, que se buscan con desesperación, declaman su amor en una forma poética altamente sofisticada, se reúnen y vuelven a separarse, siempre con la profunda esperanza de volver a estar juntos para siempre, apoyándose en la antigua premisa de que "El amor siempre triunfa".

La Amada
1:12 Mientras el rey está en su diván,
mi nardo exhala su perfume.
1:13 Mi amado es para mí una bolsita de mirra
que descansa entre mis pechos.
1:14 Mi amado es para mí un racimo de alheña
en las viñas de Engadí.

El Amado
¿Por qué miran a la Sulamita,
bailando entre dos coros?
7:2 ¡Qué bellos son tus pies en las sandalias,
hija de príncipe!
Las curvas de tus caderas son como collares,
obra de las manos de un orfebre.
7:3 Tu ombligo es un cántaro,
donde no falta el vino aromático.
Tu vientre, un haz de trigo, bordeado de lirios.
7:4 Tus pechos son como dos ciervos jóvenes,
mellizos de una gacela.
7:5 Tu cuello es como una torre
de marfil.

Cirineo
Pág. 68 – “¡Adelante, mi cirineo!”

Persona que ayuda a otra en algún trabajo penoso.

Chubesqui
Pág. 104 – “El chubesqui volvió a ponerle la bandeja…”

Estufa para calefacción, de dobles paredes y forma cilíndrica que, por lo general, funciona con carbón.

Esgueva
Pág. 16 – “Supuso que en aquel momento se encontraría en una de las esguevas que se habían canalizado a finales del siglo XI para poder edificar en el inmenso desmonte del cerro del castillo.”

La RAE, no recoge esta palabra pero encontré, en una página que habla sobre el río Esgueva, esta información: Esgueva tuvo antiguamente también el significado de alcantarilla. Una curiosidad: El Esgueva es el único río de nombre femenino existente en España.

Falansterio
Pág. 105 – “… para crear en el damero un falansterio bien hermoso…”

1. Comunidad autónoma de producción y consumo, en el sistema de Fourier, socialista utópico francés de principios del siglo XIX. 2. Edificio en que, según el sistema de Fourier, habitaba cada una de las falanges en que dividía la sociedad.

Garlito
Pág. 36 – “Ningún peligro será mayor que el de quedarse en este garlito.”

Especie de nasa, a modo de buitrón, que tiene en lo más estrecho una red dispuesta de tal forma que, entrando el pez por la malla, no puede salir.

Haldear
Pág. 30 – “El guía haldeaba con agilidad.”

Dicho de una persona con faldas: Andar deprisa.

Heraclitonina
Pág. 52 – “Menos mal que traíamos las píldoras de heraclitonina.”

De la palabra como tal no he encontrado nada, no sé si hará referencia a algo relacionado con el filósofo griego Heráclito de Éfeso conocido también como «El Oscuro de Éfeso», por el caracter enigmático de muchas de sus afirmaciones.

“En el mismo río entramos y no entramos, pues somos y no somos [los mismos].”

Higúmeno
Pág. 99 – “El que organiza todo esto es el higúmeno Teódulo, …”

Es el abad superior de un monasterio en las Iglesias Orientales, ya sean ortodoxas o católicas.

Horra
Pág. 50 – “Tenemos las tripas horras…”

Según la RAE significa libre, exento, desembarazado o dicho de una persona: Que, habiendo sido esclava, alcanza la libertad. Es decir, en este contexto de la frase, simplemente vacías.

Indicción
Pág. 40 – “…, lo que en tu mundo es un año, aquí es una indicción:…”

Ciclo de quince años introducido por Constantino en 312; aunque anteriormente había sido un plazo fiscal, se convirtió en un modo de contar regularmente los años. Se usó tanto en Occidente como en el Imperio bizantino hasta tiempos modernos.

Jayán
Pág. 98 – “Sin embargo, no puedo prescindir de esos jayanes.”

Persona de gran estatura, robusta y de muchas fuerzas

Justillo
Pág. 62 – “…, aunque pronto a ella le dio vergüenza permanecer así y se cubrió con el justillo.”

Prenda interior sin mangas, que ciñe el cuerpo y no baja de la cintura.

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Mascalzone
Pág. 91 – “¡Lo que eres es un mentioro redomado! ¡Mascalzone!”

Bribón, canalla, malvado, pillo, pícaro

Mogollo
Pág. 98 – “¡Vaya mogollos!”

Mogolla: ganga o provecho que se obtiene a costa de otro.

Mogollo: simple, fácil de hacer. Oportunidades. Personas bobas, ingenuas.

Mojiganga
Pág. 64 – “Rodrigo descendió las escaleras y se metió en la mojiganga.”

1. Obrilla dramática muy breve, para hacer reír, en que se introducen figuras ridículas y extravagantes. 2. Cosa ridícula con que parece que alguien se burla de otra persona.

Oligarquía
Pág. 105 – “¡Sólo escurrirse y mofarse del jefe del Estado, de la oligarquía!”

Forma de gobierno en la cual el poder supremo es ejercido por un reducido grupo de personas que pertenecen a una misma clase social.

Peltre
Pág. 31 – “…, un fregadero con un vasar lleno de platos de peltre.”

Aleación de cinc, plomo y estaño.

Pitañoso
Pág. 46 – “Los seres humildes y cantarines, como los pájaros y los borrachillos, suelen ser pitañosos…”

Legañoso.

Plutocracia
Pág. 70 – “…, al vil plutócrata Prieto, al…”

Preponderancia de los ricos en el gobierno del Estado. Predominio de la clase más rica de un país

Preterir
Pág. 26 – “…, le habían llenado de excitación y le habían hecho preterir cualquier inconveniente.”

Hacer caso omiso de algo o alguien

Salterio
Pág. 103 – “¿Unos versículos del Salterio, quizás del Cantar de los Cantares?”

Libro canónico del Antiguo Testamento, que contiene las alabanzas de Dios, de su santa ley y del varón justo, particularmente de Jesucristo, que es el primer argumento de este libro. Consta de 150 salmos, de los cuales el mayor número fue compuesto por David.

Tarasca
Pág. 64 – “… una gran tarasca de cartón había aparecido en el arco del Pilar…”

Figura de sierpe monstruosa, con una boca muy grande, que en algunas partes se saca durante la procesión del Corpus.

Trocha
Pág. “… se acercó a la carretera hasta el borde de la trocha por la que descendía…”

Vereda o camino angosto y excusado, o que sirve de atajo para ir a una parte. Camino abierto en la maleza.

Sinsorgo
Pág. 67 - ¡Arás, botarates, sinsorgos, farustos!”

Sinsorgo -Dicho de una persona: Insustancial y de poca formalidad.

Farusto – No encontré nada.

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REFERENCIAS:

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Pág. 30 – “¡Silencio, señores, por el amor de Patillas! “

Ni idea quién puede ser este personaje. ¿Tenéis alguna idea?

Pág. 35 - “¡Santos Padres de la Tebaida!”

Con la denominación Padres del desierto, Padres del yermo o Padres de la Tebaida se conoce, dentro del Cristianismo, a los monjes, eremitas y anacoretas que en el siglo IV abandonaron las ciudades del Imperio romano y otras regiones vecinas, para ir a vivir en las soledades de los desiertos de Siria y Egipto (famosa se hizo la Tebaida por tal fenómeno).

El primero, entre los conocidos, de tales anacoretas fue el egipcio Pablo El Ermitaño, que fue conocido gracias a Antonio Abad también anacoreta. En la ascesis solitaria buscaban una paz interior para posibilitar la re-unión o "unión mística" con Dios.

Pág. 40 – “… me están esperando para jugar la batalla de Otumba, …”

La Batalla de Otumba fue un enfrentamiento entre las fuerzas mexicanas encabezadas por Cuitláhuac y las de Hernán Cortés que se desarrolló el 14 de julio de 1520 en los Llanos de Otompan en Otumba, México, y que correspondió a la Conquista de México llevada a cabo por los españoles. Su resultado fue decisivo para la conquista de México-Tenochtitlán.

Pág. 42 -“Yo no puedo entrar en la ciudad, lo proscribe la regla de nuestro fundador, San Aquilas de Terenutis, que Dios tenga tirorí.”

¡Que rabia me da! Después de estar muuuucho rato buscando, lo único que encontré fue esto: Terenuthis fue un antiguo pueblo egipcio, situado aproximadamente en el lugar de la moderana Tarrana, aunos 70 km. Al norte de El Cairo. Pero del tal Santo Aquilas, ni rastro; y me extraña que Óscar se lo haya inventado.

Pág. 45 – “Para su desgracia, ningún Mefistóteles solicitaba el canje…”

Mefistófeles o Mefisto son las formas más comunes por las cuales se conoce a uno de los príncipes del infierno, subordinado a Satanás, como su capturador de almas para el infierno. En muchas ocasiones también se toma como sinónimo del Diablo mismo.

Pág. 59 – “…, pronunciada con todo el fuego oratorio del que era capaz aquel pequeño Demóstenes.”

Demóstenes fue uno de los oradores más relevantes de la historia y un importante político ateniense.

La tradición antigua nos ha transmitido detalles de su vida, algunos de los cuales tienen algo de leyenda, como el pretendido tartamudeo de Demóstenes, que éste habría corregido ejercitándose en hablar con un pequeño guijarro introducido en la boca. Lo cierto es que Demóstenes a fuerza de voluntad logró superar los defectos físicos que lo afligían.

Pág. 70 – “… y la puta de la Cava, y la madre de la parió.”

¿A qué personaje se refiere? Ni idea. Ni una sola pista.

Pág. 91 – “…, me equivoqué en un pasaje de La Campanella.”

La Campanella (del italiano: campanilla) es un estudio para piano compuesto por el pianista y compositor Franz Liszt.
(Si pincháis en el enlace podéis escuharla)

Pág. 93 – “Aquello era el coro de lagarteranas de El huésped del Sevillano.” (Si pincháis en el enlace podéis escuharlo)

El Huésped del sevillano, zarzuela en dos actos estrenada en 1926 en el Teatro Apolo de Madrid con música de Jacinto Guerrero y libreto de Juan Ignacio Luca de Tena y Enrique Reoyo. Su éxito fue rotundo desde la primera representación y ha dado a la lírica alguna de sus piezas más representativas, como la celebérrima romanza Cannto a la espada, que forma parte del repertorio de todos los tenores hispanoparlantes de renombre.

Pág. 101 – “Rodrigo infló los fuelles y empezó a tocar un tiento de Cabezón.”

Antonio de Cabezón (Castrillo Matajudíos, Burgos 1510 – Madrid 1566). Compositor español del Renacimiento, conocido como el Bach español.

Quedó ciego de niño, probablemente a los ocho años, circunstancia adversa que no le impidió cursar brillantemente estudios musicales. Tuvo siempre una gran vocación cantora y por eso se trasladó a Burgos, donde se encontraba García de Baeza, organista de la catedral, con quien continuó su práctica con el teclado y el órgano.

Se dedicó sobre todo a la música para teclado. Trabajó y desarrolló nuevas formas como las glosas de romances (adaptaciones para teclado de obras polifónicas de otros compositores), las diferencias (variaciones sobre canciones y danzas francesas y españolas) y los tientos (motetes instrumentales basados en la imitación). También compuso algunas piezas litúrgicas.

Pág. 105 – “…y, citando a Saint-Simon, les preguntó si…”

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Claude-Henri de Rouvroy, Conde de Saint-Simon (París 1760 - id., 1825). Filósofo y teórico social, que puede incluirse entre los filósofos del socialismo utópico.

Su opinión está vinculada a la creación de una confederación de Estados europeos con un Gobierno y un Parlamento comunes, germen de la actual Unión Europea.

La influencia de los enciclopedistas le lleva a aplicar la ciencia a los problemas sociales por lo que será el promotor de la Sociología, denominada así por Comte. Sus ideas políticas no están relacionadas con la democracia ya que considera que las élites serán las rectoras de la nueva sociedad, élites constituidas por científicos y productores. Precisamente serán éstos quienes sustituyan en los Parlamentos a militares y legisladores, teniendo el Estado como función principal el mantenimiento del orden público. En sus últimos años introducirá la religión en su organización social, otorgándole la función de la mejora de la situación de los pobres.

Pág. 105 – “…, perseverando en su ser a la manera spinoziana, …”

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Baruch de Spinoza
(Ámsterdan 1632 – La Haya 1677) fue un filósofo considerado uno de los tres grandes racionalistas de la filosofía del siglo XVII, junto con el francés René Descartes y el alemán Gottfried Leibniz.

Deus, vive Substancia, sive Natura, la famosa formula de Spinoza expresa la noción de que Dios es la Naturaleza, la Naturaleza es un Todo, una sola Substancia. Las cosas no son sino partes "inmanentes" del Todo. El universo de Spinoza es pues, el panteísmo (la totalidad del universo es el único Dios).

domingo, 13 de febrero de 2011

Desde Fisterra, con amor.

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Fisterra, a 13 de febreiro do 2004

 

Bertiño, meu amor:

 

Estou esperando a túa volta.

Esta tarde foi un tanto estraña. Tiven a necesidade de estar a soas nesta casa valeira e enchida de recordos de salitre, area, e azul, para atopar a miña alma que andaba perda, sen norte, aloucada.

Estiven a ver unha película despois de xantar: “La soledad era esto”. Foi moi triste pero deixóume un saibo de esperanza. Chorei moito con ela e tamén coa conversa que mantiven coa miña alma cando a atopei.

Tentei serenar o meu espírito e púxenme a planchar. Cando acabei, sentín, de súpeto, o impulso de ir cara á cociña. Rebusquei nos libros a ver o que podía facer cos ingredientes que tiña na casa. Necesitaba cociñar un doce. Poñerlle un pouco de recendo á tarde que esgarecía paseniño. Pareceume sinxela a receta do Flan de Laranxa. Fíxeno. Oxalá mañá o disfrutemos xuntos.

Agora, dende aquí, no escritorio da saa, estou oíndo como asubía a válvula da ola rápida. Quédanlle tan só cinco minutos para acabar a cocción. Pouco tempo. Ti tardarás algo máis en achegarte ata mín.

Non vexo o momento de abrir a porta da casa, abrazarche e pecharche os beizos salgados e cheos de maré, cos meus dedos para que non me fagas preguntas, para que non me volvas a teimar co de sempre: “¿atópaste ben, de verdade?”.

Vou pedirche con bicos pequenos e garimosos que non falemos dos nosos pesadelos e pesares, que simpremente fagamos o amor como se fose a primeira vez que imos estar xuntos, con desexo, con paisón, con melura... sin presa, sin estar a pensar en ningunha outra cousa que non sexa vivir esta noite enteira.

 

María,

 

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Finisterre, a 14 de febrero de 2004

 

Berto, mi amor:

 

Estoy esperando tu regreso.

Esta tarde fue un tanto extraña. Sentí la necesidad de estar a solas en esta casa vacía y llena de recuerdos de salitre, de arena, de azul, para hallar mi alma que andaba perdida, sin norte, alocada.

Después de comer estuve viendo una película: “La soledad era esto”. Fue muy triste pero me dejó sabor de esperanza. Lloré mucho viéndola pero también con la conversación que mantuve con mi alma cuando la encontré.

Traté de serenar mi espíritu y me puse a planchar. Cuando terminé, sentí de repente, el impulso de ir a la cocina. Rebusqué en los libros y ver qué podía hacer con los ingredientes que tenía en casa. Necesitaba cocinar un dulce. Ponerle un poco de aroma a la tarde que se desvanecía despacio. Me pareció sencilla la receta del Flan de Naranja. Lo hice. Ojalá mañana lo disfrutemos juntos.

Ahora, desde aquí, en el escritorio de la sala, estoy oyendo como silba la válvula de la olla a presión. Le quedan tan sólo cinco minutos para acabar la cocción. Poco tiempo. Tú tardarás algo más en llegar a mí.

No veo el momento de abrir la puerta de casa, abrazarte y sellarte los labios salados y llenos de mar con mis dedos para que no me hagas preguntas, para que no me vuelvas a insistir en lo de siempre: “¿Te encuentras bien, de verdad? Te voy a pedir con besos pequeños y cariñosos que no hablemos de nuestras pesadillas y pesares, que simplemente hagamos el amor como si fuese la primera vez que vamos a estar juntos, con deseo, con pasión, con dulzura… sin prisa, sin estar pensando en alguna otra cosa que no sea vivir esta noche entera.

 

María,

 

 

Una canción muy marinera

Así suena la sirena del Faro

Las fotitos son mías.

jueves, 10 de febrero de 2011

La fotografía

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Autorretrato del Día de Mi primera Comunión – Fernando Botero - 1970

La primera vez que había visto a aquel hombre estaba vestido de marinerito. Un traje en blanco y negro desgatado por el tiempo. Un trozo de papel dentro de una caja de latón destartalada y con óxido. Y su nombre en el reverso. Unas letras antiguas y un tanto rococó escritas con pluma, dibujaban un borroso: Sergio, 1945.

Unos ojos negros chisporroteantes y traviesos como mirando a dios en el cielo. Ni un solo pelo fuera de su sitio. Entre las manos enguantadas sostenía un velón gordo. El traje sin el más leve rastro de una arruga. Sergio estaba impecable.

Cuando su amiga Lola le dijo que comerían con su padre, la imagen de la foto volvió a su cabeza. ¿Cómo sería Sergio ahora? Era incapaz de imaginárselo. Ahora ya tenía 60 años. Tal vez hubiese envejecido mal. Nunca le había preguntado a Lola cuál era su aspecto a pesar de que siempre estaba hablando de él. Sergio por aquí, Sergio por allá. Porque ella no le llamaba papá. Le había explicado una vez porqué pero ya no lo recordaba. Sabía de él que había enviudado cuando Lola tenía 5 años y que nunca se había vuelto a casar. Ni siquiera había tenido una pareja estable conocida. Un misterio para Lola puesto que decía que su padre era muy atractivo, tanto personal como físicamente. Pero Lola, ¡era tan exagerada a veces en sus comentarios! Y claro, ¿qué iba a decir de su padre?, se notaba a las leguas que lo adoraba.

Habían quedado a las tres para comer en un famoso restaurante situado en la Playa de Cristal. Se llamaba así por las aguas tan transparentes. El mar era como una ventana. Si te asomabas podías distinguir cada grano de arena, cada concha, cada piedra… era un espectáculo fantástico. La visión no desaparecía nunca a no ser que el viento de Levante dejara a su paso la consiguiente resaca que durante días privaba a los bañistas del disfrute habitual.

Por fin conocería a Sergio. Estaba recién llegado de uno de sus innumerables viajes. Creo que esta vez le había tocado a Bruselas. A ver qué les contaba. Ni ella ni Lola habían estado nunca allí. La verdad es que ninguna de las dos había salido de España. Que si los estudios, el trabajo, la casa… nunca encontraban el suficiente dinero para gastar en una excursión al extranjero. Esperaba disfrutar de la comida. Porque según Lola su padre era un excelente conversador. Vamos, es que según Lola, Sergio lo tenía absolutamente todo.

Aún bien no habían terminado de estacionar el coche, llegó un hombre en moto. Tenía un porte distinguido sobre aquellas dos ruedas. Las saludó con la mano. Se miraron sorprendidas. Lola no sabía que su padre se había comprado una moto y Berta no conocía a Sergio más que vestido de marinerito. Así que cuando sacó el casco se echaron a reír para vencer el atisbo de nerviosismo que se había creado en un instante.

Lola corrió a abrazarlo y Berta se quedó un tanto rezagada. No quería estropearles ese momento especial. Llevaban tres meses sin verse. Enseguida que se besaron, Lola hizo un gesto con la mano a Berta para que se les acercase.

Por fin. Por fin Sergio se convertía en una imagen real. Por fin Sergio tenía manos, un cuerpo, palabras, olor… Sergio, el padre de Lola. Un trotamundos. Un lobo solitario. Y su amigo más fiel. Ella se lo contaba todo con pelos y señales. Si en alguien confiaba ciegamente era en su padre. Berta siempre sentía una envidia sana cuando hablaban de él.

Y ahora resulta que Sergio era también el hombre más atractivo que jamás había conocido. Lo supo en cuanto se acercó para darle los dos besos de rigor. Un fuerte abrazo la cogió por sorpresa. Porque Sergio la estrechó diciéndole con un tono de voz varonil, enérgico y suave al mismo tiempo:

- ¡Berta! ¡Que ganas tenía de conocerte! Lola no deja de hablarme de ti. Me alegra de que seáis tan buenas amigas

Y Berta no supo que responder. Se quedó bloqueada mirándolo, con la certeza de saber que con esa presentación empezaba una historia.

martes, 8 de febrero de 2011

Inquietud en el paraíso (IX). Diccionario 5.

Capítulo V – Camino del Purgatorio

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Pág 265“…y allí destacaban las boinas rojas y los detentes, algunos muy viejos y raídos,…”

El "detente" es un pequeño emblema que se lleva sobre el pecho, con la imagen del Sagrado Corazón. Es un signo de amor al Sagrado Corazón de Jesús y de la confianza en su protección contra las acechanzas del maligno. Le decimos "detente", en nombre de Jesús, al demonio y a toda maldad.

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Pág 266 – “Y no se olvide del hisopo ni de la campana.”

El hisopo es aquí el utensilio utilizado por los sacerdotes católicos para bendecir, pero un hisopo también puede ser el utensilio utilizado para la limpieza del canal auricular o una planta.

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Pág 287“Desde la propia ciudad e Burgos se veían nubes de buitres y alimoches sobre el alto de la Cartuja o sobre Vista Alegre.”

El alimoche, abanto, guirre o buitre egipcio es el buitre del Viejo Mundo con menor envergadura, vuelan normalmente en solitario, aunque a veces siguen a otros congéneres o incluso a buitres de otras especies y cuervos.

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Pág 289“…, que en su caso es casi tan grande como su estulticia.” 

Estulticia: Necedad, tontería.

Pág 292 – “…, ni me ha movido jamás afán proselitista de ningún tipo…”

Proselitista: Celoso de ganar prosélitos (adeptos, partidarios) para una facción, religión o doctrina.

Pág 300“Estaban en la zona en la que se reunían todas las amas de cría y las cinzayas con los niños que tenían a su cuidado.”

CinzayaNiñera.

Pág 305“¿Pero qué amistad tienes tú con ese rastacueros?”

Rastacueros: Vividor, advenedizo.

Pág 310“La concurrencia celebró mucho el rasgo de humor del provecto general…”

Provecto: Caduco, maduro, viejo, entrado en días.

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Pág 313“…: oían la caja y las dulzainas de los mozos que tocaban diana y pedían el aguinaldo.”

Una caja de música es un instrumento musical mecánico, creado en el S. XIX. Las cajas de música podían ser de cualquier tamaño, desde unas tan pequeñas que cabían en el bolsillo, hasta unas que podían ocupar un espacio considerable en el hogar. Eran usadas en relojería y originalmente las producían relojeros artesanos. En la mayor parte del siglo XIX, la mayor cantidad de producción se concentró en Suiza, formando una fuerte tradición relojera en ese país.

La dulzaina es un instrumento tradicional de viento de lengüeta doble de la familia del oboe. Tiene forma cónica y unos 30 cm. de longitud.

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Pág 313“El anciano abrazaba aquel cadáver, que estaba cubierto por un tabardo que no era suyo…”

Un tabardo (del francés tabarde) fue originalmente una humilde prenda exterior con forma de túnica, generalmente desmangada, llevada por campesinos, monjes, infantería etcétera.

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Durante la baja Edad Media, los tabardos, ahora abiertos por los costados e incluso atados por la cintura, eran llevados por los caballeros sobre la armadura, y normalmente (aunque a veces lisos) eran blasonados con sus armas heráldicas y comenzaron a ser un importante medio de identificación en el campo de batalla con el desarrollo de la heráldica y el declive de los escudos en el mismo.

Pág 317 – “El general Dávila aseguró en la radio que íbamos a desaparecer para siempre de las calles y que nos iban a confinar con las oblatas.”

Oblato:
1. Dicho de un niño: Ofrecido por sus padres a Dios y confiado a un monasterio para que se eduque culta y piadosamente y, si se aficionase, entre en religión.
2. Se dice del religioso de alguna de las diversas congregaciones que se dan a sí mismas el nombre de oblatos u oblatas.

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Pág 330“…restos de retablos, verjas, andas, órganos portátiles, púlpitos…”

Anda: Tablero sostenido por barras paralelas.

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Pág 331“…, estaba llena de estandartes y grímpolas que ondeaban suavemente con las corrientes de aire.”

Estandarte: Insignia que usan las corporaciones civiles y religiosas. Consiste en un pedazo de tela generalmente cuadrilongo, donde figura la divisa de aquellas, y lleva su borde superior fijo en una vara que pende horizontal de un astil con el cual forma cruz.

Grímpola: Insignia militar que se usaba en lo antiguo, y que los caballeros solían llevar al campo de batalla y ponían en sus sepulturas. La forma de su paño era triangular.

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Pág 331“En el transepto se había colocado una gran bandera monárquica, …”

Transepto se utiliza comúnmente en la terminología arquitectónica religiosa para designar la nave transversal que en las iglesias cruza a la principal Perpendicularmente. En casos excepcionales, especialmente si la basílica tiene un tamaño desmesurado, puede aparecer un segundo transepto a una distancia media o a los pies, generalmente de menor longitud

Pág 342 - “… la expedición que arribará en aquellas lueñas tierras.”

Lueñas: Distantes, lejanas.

Pág 348“Cortapicos y callares, señoritas.” Esta expresión quiere decir que no se hable demasiado y no se pregunte por lo que no conviene saber. Algo así como: ¡A callarse!

Pág 348“… cuando advirtió la greguería que había junto a la catedral.”

Las Greguerías son, quizá, la creación más conocida del escritor vanguardista Ramón Gómez de la Serna. Empezó a escribirlas en 1910, publicadas en prensa, recopiladas en varias ocasiones, insertadas en sus obras…

Metáfora + Humor = GREGUERÍA

Ramón, las definía como “fatales exclamaciones de las cosas y del alma al tropezar entre sí por pura casualidad.”

No sé, exactamente a qué tipo de greguerías se refiere aquí Óscar, ¿lo sabéis vosotros?

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Pág 350 – “En las arquivoltas, cuerpos desnudos resucitaban y…”

Una arquivolta es cada una de las roscas o molduras que forman una serie de arcos concéntricos decorando el arco de las portadas medievales en su paramento exterior, recorriendo su curva en toda su extensión y terminando en la imposta (saliente). Frecuente en el románico y en el gótico.

Pág 353“Pues vigile a este perdulario y cuando acabe todo, devuélvale con los suyos.”

Perdulario: Sumamente descuidado en sus intereses o en su persona. Que pierde las cosas con frecuencia.

Pág 355“…, prendió los ambleos del altar mayor, como si fuera a empezar una misa, y otro, siguiendo su ejemplo, encendió las almenaras del cepillo de los ánimas.”

Ambleo: 1. Cirio de kilo y medio de peso. 2. Candelero para este cirio.

Almenara: 1. Candelero sobre el cual se ponían candiles de muchas mechas para alumbrar todo el aposento. 2. Fuego que se hacía en las atalayas o torres para dar aviso de algo, como de tropas enemigas o de la llegada de embarcaciones.

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“Balaam y el ángel” Gustav Jaeger – 1836

Pág 355“Ya sabe usted, Bayona, que hay asnos más sabios que los propios profetas. Acuérdese del de Balaam, que no quería avanzar por el camino perverso.”

Balaam es un personaje bíblico, adivino de la región de Mesopotamia. Aparece en el libro de los Números.

El ángel y el asna de Balaam
Biblia cristiana > Antiguo Testamento > Pentateuco > Números (4:22:21 - 4:22:40)

“Entonces Balaam se levantó muy de mañana, aparejó su asna y se fue con los principales de Moab.

Pero el furor de Dios se encendió cuando él iba, y el ángel de Jehovah se presentó en el camino como un adversario suyo. Balaam iba montado sobre su asna, acompañado de dos de sus criados.

Y el asna vio al ángel de Jehovah, quien estaba de pie en el camino con su espada desenvainada en la mano. El asna se apartó del camino y se fue por un campo. Y Balaam azotó al asna para hacerla volver al camino.

Entonces el ángel de Jehovah se puso de pie en un sendero entre las viñas, el cual tenía una cerca a un lado y otra cerca al otro lado.

El asna vio al ángel de Jehovah y se pegó contra la cerca, presionando la pierna de Balaam contra la cerca. Y éste volvió a azotarla.

El ángel de Jehovah pasó más adelante, y se puso de pie en un lugar angosto, donde no había espacio para apartarse a la derecha ni a la izquierda.

El asna, al ver al ángel de Jehovah, se recostó debajo de Balaam. Y éste se enojó y azotó al asna con un palo.

Entonces Jehovah abrió la boca del asna, y ésta dijo a Balaam: —¿Qué te he hecho para que me hayas azotado estas tres veces?

Balaam respondió al asna: —¡Porque te burlas de mí! ¡Ojalá tuviera una espada en mi mano! ¡Ahora mismo te mataría!

El asna dijo a Balaam: —¿Acaso no soy yo tu asna? Sobre mí has montado desde que me tienes hasta el día de hoy. ¿Acaso acostumbro hacer esto contigo? Y él respondió: —No.

Entonces Jehovah abrió los ojos a Balaam, y él vio al ángel de Jehovah de pie en el camino, con su espada desenvainada en su mano. Balaam se inclinó y se postró sobre su rostro,

y el ángel de Jehovah le dijo: —¿Por qué has azotado a tu asna estas tres veces? He aquí, yo he salido como adversario, porque tu camino es perverso delante de mí.

El asna me ha visto y se ha apartado de mi presencia estas tres veces. Si no se hubiera apartado de mí, yo te habría matado a ti, y a ella habría dejado viva.

Entonces Balaam dijo al ángel de Jehovah: —He pecado. Es que yo no sabía que te habías puesto en el camino, contra mí. Pero ahora, si esto te parece mal, yo me volveré.

Y el ángel de Jehovah dijo a Balaam: —Vé con esos hombres, pero hablarás sólo la palabra que yo te diga. Así Balaam fue con los principales de Balac.

Y al oír Balac que venía Balaam, salió a su encuentro en una ciudad de Moab que está junto a la frontera del Arnón, en el extremo del territorio.

Entonces Balac dijo a Balaam: —¿Acaso no envié yo a llamarte con urgencia? ¿Por qué no viniste a mí? ¿Acaso no puedo yo honrarte?

Balaam respondió a Balac: —He aquí yo he venido a ti; pero ahora, ¿podré hablar cosa alguna? ¡La palabra que Dios ponga en mi boca, ésa hablaré!

Entonces Balaam fue con Balac, y llegaron a Quiriat-juzot.

Luego Balac hizo matar toros y ovejas, y envió porciones a Balaam y a los principales que estaban con él.”

...ooo000ooo... ...ooo000ooo... F I N ...ooo000ooo... ...ooo000ooo...

Y así doy por concluído mi “diccionario” de “Inquietud en el Paraíso”, de Óscar Esquivias, primer libro de la Trilogía que estamos leyendo en la Lectura colectiva coordinada por Pedro Ojeda, del blog “La Acequia”.

domingo, 6 de febrero de 2011

A foggy day

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Para entender mejor leer el post anterior Una más Una son Tres

Ella fue la primera, hace de eso muchos años. Y ninguna de las dos la conoce. Pero cuando aparece en conversación, o se cruza por sus pensamientos, su sombra se expande como una densa niebla, en una mañana de domingo.

Él dice que ya no la quiere como antes, como al principio, pero aún la quiere. Las dos lo saben. Y ese resquicio de duda todavía lastima en algunos momentos. Pocos momentos.

Porque Ella, al igual que la niebla, siempre acaba por disiparse.

Y es que el presente, empuja con más fuerza que nunca.

 

viernes, 4 de febrero de 2011

Una más Una son Tres



Antes de llegar a conocerla, la odiaba.

Odiar no es la palabra exacta, digamos mejor: que la temía. Sí, nada me provocaba más temor que pensar que por su culpa podría perderlo.

Sufría con la idea de que un día… un día cualquiera, un lunes o un jueves de febrero o de julio, él llegaría a casa y me diría: Lo siento, cariño pero… La quiero más a ella. Tengo que volver a su lado.

¡Que angustia me producía pensar en ello!

Pero eso fue antes de llegar a conocerla.

Porque el primer día que la vi, en el primer instante en que intercambiamos el primer cordial saludo de presentación, ya supe que nos llevaríamos bien. Y que, al igual que él, también yo iba a llegar a quererla.

Porque es alegre, sincera, espontánea… auténtica. Y tiene un gran corazón lleno de amor.

Así, sin más, pasó de ser mi rival a ser mi amiga. Y me gustó la sensación.

Siempre es mejor sumar que restar.

Ahora somos tres: Las dos y él.

Su amor, congelado desde hace años pero latente, se suma a mi amor, que crece por momentos hasta el infinito.

Aunque ahora que lo pienso…

Somos cuatro: Las dos, él y ella.

Pero ese es otro relato.


miércoles, 2 de febrero de 2011

Una emoción para siempre

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Ella - ¡Hola!

Él - ¡Hola! ¡Vaya sorpresa! ¡Cuánto tiempo sin verte! ¿Cómo estás?

Ella - Bien, me encuentro bien.

Él - Te veo fenomenal, es verdad. Has engordado un poquito pero te sienta de maravilla.

Ella - Gracias, tampoco te pases.

Él - Creo que hiciste un pacto con el diablo. Estás guapísima.

Ella - Bueno... Lo peor ya pasó.

Él - La última vez que te vi estabas muy deprimida y demasiado delgada.

Ella - Ya pasaron diez años, creo. Ahí es nada.

Él - Me alegro mucho, Greta. Y no sabes cuánto, de verdad.

Ella - Te creo.

Él - Hay algo que quería decirte. Y ahora quiero aprovechar. No tengo nada más que cinco minutos porque ya me iba pero como no sé cuando volveremos a vernos...

Ella – Pues venga, dímelo.

Él - Quería decirte que entonces... No supe entenderte y menos ayudarte. Te pido perdón. Una y mil veces. Siento mucho todo lo que pasó, bueno, en parte, tú ya sabes.

Ella - Me alegra oírlo, Raúl, aunque sea después de tanto tiempo. Es bonito.

Él - Te lo debía. Pensé en llamarte muchas veces y decírtelo pero me parecía… No sabía qué sería de tu vida. No quería causarte algún problema o hacerte recordar. No me atreví.

Ella - Jamás había sentido esa pasión por nadie. Y no sabía qué hacer. Yo no pretendí nada, sólo que comprendieras mis sentimientos y me ayudaras a olvidarlos. Entender por qué estaba sintiendo aquello por ti. Mi vida no eras tú, los dos lo sabíamos pero no pude refrenar mi corazón.

Él - Yo sentí lo mismo aunque entonces lo negase. Y tuve miedo.

Ella - Aunque lo negaras, no te creí. Sabía que nos consumía el mismo fuego.

Él - Lo siento mucho, Greta. Sé que fue muy duro. Yo también lo pasé mal pero tú perdiste más... tu matrimonio, salir sola adelante con tu niña, ¿Cómo está? Imagino que ya es toda una chica, ¿no?.

Ella - 18 años... pero todavía tiene pegada la foto de las Spice Girl en la puerta del armario. No te acordarás, seguro, pero me habías hecho un montaje con su carita y la habías pegado en una foto de las Spice... está muy graciosa.

Él - No lo recuerdo, lo siento.

Ella – No te preocupes, es normal. En fin, bueno... No te guardo ningún rencor, te lo digo en serio.

Él - Hay algo que me gustaría pedirte. Pero…

Ella - ¿Un beso?

Él - ¿Es que lo sabes siempre todo?

Ella - ¡Que va!, simplemente me echo a adivinar y alguna vez acierto

Él - Un casto beso en los labios, no te apures. El beso que no nos dimos en aquel tiempo.

Ella - Pues, venga, dámelo.

......

Él - Sigues siento tan dulce como entonces, Greta. Lo nuestro no pudo ser pero me alegra mucho verte tan bien

Ella - Y feliz. Ahora soy feliz, Raúl.

Él - Te lo mereces. A mí tampoco me van mal las cosas. Creo que también he encontrado mi sitio.

Ella - Así es la vida. A veces golpea y otras acaricia.

Él - Tienes que prometerme algo.

Ella - ¿Si es facilito?

Él - Que te cuidarás siempre.

Ella - No te lo prometo pero lo intentaré.

Él - Ojalá no volvamos a sentir nunca de aquel modo ¿verdad?

Ella - Sí, ojalá. Fue totalmente inconveniente.

Él - Tengo que irme ya... Ya llego tarde.

Ella - Vete tranquilo. Y gracias otra vez.

Él - ¿Por qué?

Ella - Por la verdad, Raúl. Por la verdad.

 

Y se dieron un fuerte abrazo, antes de que Raúl saliese por la puerta de la cafetería.