viernes, 30 de abril de 2010

Las dos poderosas razones de Lola

Lola

- Son tan grandes como las tetas de Lola

Cuando Marcos soltó la frasecita en cuestión, parecía que por el aula hubiese pasado un ángel. Como por arte de magia todo el mundo guardaba un silencio sepulcral, así que aquella concatenación de palabras, sonó demasiado alto y claro como para que a alguien se le hubiera pasado desapercibida.

La cara de Lola era un poema. Más bien habría que decir que era una ilustración de "Heidi", pues el color encarnado de sus mejillas podría ser visto a varios metros de distancia.

¡Que momento! Pasaría a la posteridad del instituto, sin duda se comentaría por años, en las siguientes generaciones venideras

Menos mal que Iñaki, el profesor de Economía había entrado decidido al aula y raudo les había cargado las pilas ipso facto. Pero aunque todos los alumnos, aparentemente, parecían que prestaban atención a la clase, la frase flotaba en el aire, podría hasta palparse con las yemas de los dedos. Las miradas de reojo, los carraspeos y alguna que otra risa ahogada así lo daban a entender.

Lola se decía que aquello no iba a quedar así. Tenía que darle un buen escarmiento al gilipollas ese. Y rumiando para sus adentros trataba de argumentar y echar por tierra el pensamiento equivocado de Marcos. Porque por muy bueno que estuviera, que lo estaba, y por mucho que se lo tuviera creído el muy capullo, era un pedazo de gilipollas. Porque no sé porque decía que sus tetas eran grandes. Sus tetas eran como la mayoría, sólo que ella estaba muy delgada y por eso parecía, quizá, que eran más grandes de lo que de verdad eran. Una talla 95 no era tener unas tetas grandes. Pero que sabría ese imbécil. Seguro que todavía no había visto más tetas que las del Interviú, mientras se hace una paja. ¡Capullo! Se iba a enterar.

Y mientras despotricaba mentalmente contra Marcos e ideaba un plan de ataque, la hora de clase fue pasando. El timbre sonó y con su sonido volvió el aula al ajetreo rutinario de entradas y salidas.

Cuando Lola se disponía a salir al pasillo, justo en la puerta, Marcos se hizo el encontradizo y le clavó la mirada. Pero Lola no se vino abajo porque ya estaba preparada para aquello. Y le soltó:

- En media hora te espero en mi casa.
- ¿Y eso?
- Ya lo sabrás. ¿Quieres venir o no?
- Claro, iré.
- Ni un minuto más tarde. Media hora.
- Vale.

Marcos se quedó tan sorprendido por la invitación que no daba crédito. ¿Qué era lo que estaba tramando Lola? Porque algo estaba tramando. ¡Y menuda era cuando se ponía gallito! Aunque él no iba a demostrar que estaba preocupado o tenso. Él tenía un nivel, un estatus que mantener. Y fuera lo que fuere lo que Lola prentendía llevar a cabo, no podría ser tan malo.

Transcurrió la media hora. Ni un minuto más. Y Marcos estaba clavado en el portal de Lola, pulsando con su pulgar el botón del portero automático. 

- ¿Sí?
- Soy Marcos.
- Sube.
- Ya está abierto. Voy.

Tan pronto como Lola le abrió la puerta del piso, le dio la espalda a Marcos y se dirigió a su habitación.

- Ven, sígueme.

Marcos no se atrevía a decir ni mú, ni tampoco sabría qué decir aunque quisiera. Estaba un poco amedrentado porque Lola no parecía la de siempre. Ese aire tan autoritario nunca se lo había visto.

Entraron en la habitación y Lola, dándole un pequeño empujón pero con firmeza, lo sentó sobre la cama.

- Espero que lo que pase aquí y ahora, no salga de estas cuatro paredes, de lo contrario te juro que lo vas a lamentar.
- Entendido, no te preocupes.
- Lo digo muy en serio. Puedo parecer tonta pero de tonta no tengo ni un pelo. 
- Nunca he pensado que fueras tonta. En serio.
- Ahórrate los cumplidos, por favor.
- Perdona.
- Espero que a partir de ahora, a todo aquel que se meta con mis pechos, lo pongas en su sitio. Es decir, te lo voy a explicar más claro. A partir de ahora vas a ser como mi ángel guardián. Sobre todo porque eso de que tengo las tetas grandes es MEN-TI-RA.

Lola terminó su discurso al mismo tiempo que dejaba de dar paseos de un lado a otro de la habitación y se paró justo en frente de donde estaba sentado Marcos, con cara de incredulidad, timidez, aunque fuese raro en él, y desconcierto. 

Lentamente, Lola comenzó a desabrocharse la cremallera lateral de la camiseta. Se la quitó y la dejó caer al suelo. A continuación, se desabrochó el sujetador  con mucha coquetería, todo hay que decirlo, y también lo dejó caer al suelo.

Marcos, mortificado, tuvo una erección repentina. Y Lola se percató pero no dijo nada. Ahora se cambiaban los términos de la balanza y el de la cara encarnada como una ilustración de "Heidi", era él. Quería que se lo tragase la tierra pero los milagros no existían.

- ¿Y bien, gilipollas? ¿Son o no son normales?
- Yo... Sí... Tú... Quiero decir que... A mí me parece...
- ¿No te salen las palabras?

Marcos reunió un poco de coraje y volvió a la carga pero apenas hiló dos palabras. Lola se estaba desesperando. Las cosas no estaban saliendo como quería.

- Contesta, Marcos, ¿son o no son unas tetas normales? ¡No es tan difícil, joder!
- Bueno, la verdad es que...

 

- Y ese fue el sueño, cariño. Justo cuando Marcos parece que por fin iba a decirle a Lola lo que ella quería oír, me desperté.
- Pues que suerte el Marcos ese. Cuando fui joven, ninguna cachonda me quiso enseñar sus pechos. Porque seguro que Lola era un bombón, ¿a qué sí?
- Por supuesto. ¿Sabes qué tenías que haber hecho?, haberte venido a mi sueño, tonto. Así podrías haber visto las tetas de Lola.
- La cosa es que, fíjate, estuve buscando un sueño como ese para esta noche pero cuando llegué al mostrador donde se reparten me encontré que ya no quedaba ninguno como ese. Justo habían entregado el último hacía un momento. Y ahora lo entiendo, lo habías pillado tú. 
- Lástima. Otra vez será.
- Además, churri, a mí no hay pechos que me gusten más que los tuyos. ¡No veas como me ponen de tontorrón!   
- Eso se lo dirás a todas.
- Que no, mujer. Ven, ven aquí. Es que quiero comprobar una cosa...

 

 

martes, 27 de abril de 2010

La vie en rose

flores de roca

Jacobo era un gentleman. Su porte, su forma de vestir, su educación esmerada con todo el mundo y sus maneras, así dejaban constancia. Un pedazo de señor de los piés a la cabeza y no sólo por la edad tan respetable que ya tenía. El acuerdo era unánime. No había ni una sola persona que le conociese que pensara lo contrario. 

Mateo, en cambio, era un auténtico desastre. Guapo de anuncio, eso sí, pero por su aspecto desaliñado, nada más lejos de parecer un señor. Los vaqueros siempre desgastados y con algún roto que otro, las camisetas por fuera, el pelo rubio alborotado y díscolo. Más bien parecía un surfista a punto de desnudarse y lanzarse al mar.

Dos polos opuestos.
Pero dos no discuten si uno no quiere.

Así que una tarde, Jacobo, abogado matrimonialista, se tropezó en la puerta de la cafetería con Mateo, que en la actualidad estaba realizando el MIR. ¡Y que tropezón! Mateo recibió un golpe tan fuerte en el estómago, con el maletín de Jacobo, que casi le hizo perder el conocimiento.

Y entre disculpas y más disculpas, en vez de abandonar el local, como en principio iban a hacer los dos, entraron de nuevo a tomarse un café para que Mateo se repusiera del susto y del choque.

Después de la primera media hora, ambos sentían (aunque ninguno de los dos le dijo nada al otro) como si se conocieran de toda la vida. En el clima tan agradable que estaban compartiendo, no resultó difícil que llegasen las primeras confidencias. Las segundas llegaron de camino a casa de Jacobo. Y las terceras los alcanzaron por sorpresa en el garaje del chalet adosado.

La madurez de Jacobo entró en el cuerpo joven de Mateo con una pasión impropia del primero e imperiosa del segundo. De cara a la pared, sus movimientos acompasados y apremiantes, apenas si les dejaban tiempo para respirar. Sus manos, superpuestas, subían y bajaban como almas que llevara el diablo.

Explotaron como dos bombas lapa; Jacobo, con un grito ahogado y elegante y Mateo, con una sonora carcajada y un joder, con doble exclamación.

Una flor

Se terminaron de quitar la ropa y mientras se dirigían hacia la ducha, Jacobo interrogó dulcemente a Mateo:

- ¿Te quieres quedar a cenar?
- ¿Te apetece que lo haga o lo dices sólo por cortesía?
- Me gustaría que te quedaras a cenar, Mateo, y también a dormir. Hace mucho que no sentía algo así. Es más, si hago memoria, creo que nunca ha sentido algo así.
- A mí también me gustaría quedarme a las dos cosas.
- ¡Eres tan joven!
- ¡Y tú tan gentleman!
- ¡Como vuelvas a decir eso...!
- Es verdad, dijo Mateo, riéndose de nuevo, con la misma carcajada de antes.
- Toma, aquí tienes tu toalla.
- ¡Que bien huele!
- Venga, déjate de tonterías y entra en la ducha.
- De eso nada, los caballeros primero.
- ¡Imbécil! 

(Risas)

jueves, 22 de abril de 2010

Equilibrio

1
Hace un par de navidades que mis amigas, con motivo de mi cumpleaños, me regalaron una bonita orquídea:
Bohemian Orchids (Phalaenopsis).
Por supuesto, venía con unas maravillosas flores, que con el transcurso de los meses se fueron marchitando.

2   
Esta primavera, quiero pensar que gracias a mis cuidados y al buen clima de nuestro hogar, comenzó a florecer.

0
Día a día la observaba de cerca para comprobar sus progresos.

4    5
Poco a poco iban saliendo tímidamente todas las flores: delicadas, bellas. 

3
Y ayer, mirando a la orquídea, empecé a pensar.
Me dio por comparar la vida de una planta con la de una persona.
Que a veces estamos apagadas, como un lunes,
pero los días se suceden y surgen nuevos acontecimientos.

6  
Y otra vez, poco a poco, renacemos.
Desde el dolor. Y el miedo.
Y olvidamos los malos momentos con las buenas noticias,
recuperando la confianza en nosotros mismos.
9
Y volvemos a ser los que éramos.
Fuertes. Apasionados.

hoy 
Completos.

444
Y es que...
Cuando se produce el milagro
alcanzamos el equilibrio.

 

 

Para Senia, por esas buenas noticias:  

"Que nadie calle tu verdad,  
que nadie te ahogue el corazón.  
que nadie te haga más llorar, hundiéndote en silencio.  
Que nadie te obligue a morir  
cortando tus alas al volar, que vuelvan tus ganas de vivir
." 

martes, 20 de abril de 2010

Hay lunes.... y LUNES

flores

Hoy me siento rara.

Me gusta decir “rara” porque queda más original y menos deprimente que si digo: Hoy estoy triste y llevo toda la mañana con ganas de echarme a llorar. No sé… está como mas oído. Y yo, qué queréis que os diga, por muy jodida que esté (hoy tengo que decirlo así aunque ya sabéis que no soy de palabrotas) siempre intento mantener mi dignidad y mi glamour. Que no se diga.

Así que lo dejamos en rara.

No puedo decir que desconozca los motivos. Porque sí que los conozco. Muy bien, además. Y normalmente puedo hacerles frente todos los días. Pero claro, no soy una máquina y hay días que esos motivos, sean grandes o pequeños, se me resisten y me hacen la vida un poco más difícil de lo habitual.

No quiero que penséis que me estoy lamentando. No, por favor. Esto… digamos que es como un Pliego de descargos.

Y es que hoy, nada más levantarme de la cama, ya me vine abajo con el estado de ánimo de Senia. Es igual que yo a su edad. Un auténtico manojo de nervios e inseguridades. Me duele verla abatida y con un nudo en la garganta, cuando me da los buenos días. Sobre todo si es lunes y son las siete y media de la mañana. Vale, sí, lo de buenos días es un decir porque más bien lo que hace es lanzar un grrrrruñido.

Quisiera que el tiempo de repente se acelerara y pasaran unos cuantos años de golpe, por ella, principalmente, y por mí después. Es que a veces ya no sé de donde sacar los argumentos para animarla y que continúe adelante, a pesar de las dificultades. Sé que le está resultando un aprendizaje muy duro y que la vida no se lo ha puesto fácil hasta ahora pero cuando sea mayor se dará cuenta de que los esfuerzos han merecido la pena. Confío en que será una mujer fuerte y luchadora.

Después, llegó el momento oficina. Los papeles me acechan en mi mesa, por las mesas adyacentes, por las cajas de documentación que se acumulan en el suelo… No sé por dónde empezar. Pero no voy a estresarme.

¡Ohmmmmm! ¡Ohmmmmmmmmmm!

Lo he prometido hace tiempo y así será. Pasito a pasito ya irán saliendo los papeles. No es culpa mía. Hace tiempo que las personas responsables están enteradas de que se necesita una persona más en la sección porque no doy a basto y si ellas no toman medidas, más no puedo hacer.

Todo esto en sí mismo no sería un problema si no viera que necesito tomarme un respiro para mis pies que no mejoran. Algunos días estoy yendo a trabajar a la pata coja por no pedir la baja y tratar de evitar el desastre. Y al mismo tiempo me digo: “Pero, ¡que tonta eres! Recuerda que trabajas para la Administración y ésta nunca agradece nada. Somos como robots. Hoy ocupamos esta silla aquí, y mañana la ocupamos allí. Los que viven bien, viven bien y los que trabajan, siempre se joden (perdón, estoy muy cabreada). Por activa o por pasiva.”

En estos instantes, no puedo. Sé que no debo perder la calma. Todo se arreglará. Debo respirar hondo para no acumular ansiedad.

¡Ohmmmmmm!

Porque la ansiedad no es buena para mis pies y tampoco para seguir ayudando a mi hija.

Y de vez en cuando se me pasa por la cabeza. ¿Y el padre de la criatura? Ay, que resulta que ese señor no sabe nada de los problemas auténticos y reales de su hija. Vaya. Y es que nunca pudimos contárselos, claro, porque estábamos ocupadas resolviendo sus demandas en el juzgado. Lástima, estamos sola en ésto. Pero siempre nos las hemos arreglado. Y saldremos adelante.

¡Malo será! (Que ahora está muy de moda).

Y ya sólo queda un pequeño escollo para añadir a mi fabulosa mañana de lunes. Que sí, que está siendo buena, a pesar de todo, en serio. Es más, está luciendo el sol. Y hace calor.

Resulta que me pongo a pensar: “¿Qué puede llevar a una persona que fue mi amiga durante 14 años, con la que ahora sólo tengo una relación de vecindad burocrática, a que ni me pregunte cómo van mis pies, cuando me ve cojear un día sí y otro también por la oficina, pues trabajamos mesa con mesa?”. Se me rompen todos los esquemas. Hace meses que me dije que había superado su fría distancia pero se ve que no. Porque hoy al ver como saluda a otra compañera toda efusiva y cariñosa y le pregunta: “¿Qué tal te va?”, me vengo abajo y se me llenan los ojos de lágrimas.

Y la congoja me persigue todo el día, mientras mi mente lúcida (todavía) trata de contener el derrumbe, terminando de pintar un trocito de terraza que tenía pendiente y emprendiéndola con tareas domésticas que me mantengan ocupada física y mentalmente.

Porque a pesar de todas estas “grandes pequeñeces”, la vida merece muchola pena. Aunque no acabe de comprender por qué pasan algunas cosas. Aunque tenga que llorar un poco para aliviar mi decepción y mi tristeza.

No importa. Además, no hay tristeza que no se me cure con un buen baile sobre la alfombra de la salita, en pijama, en zapatillas de casa y con la melena al viento...

So, come on baby, dance that dance
come on baby, dance that dance
come on baby, let's dance tonight...

Y si la música no funciona, todavía me queda el último recurso para cuando me vaya a dormir: El efecto balsámico y renovador de las sábanas blancas de mi ajuar, bordadas con todo el cariño por mi madre, hace ya un montón de años. Recién lavadas y planchadas.

flores

¡Ohmmmmmm! ¡Ohmmmmm!

Tal vez no ha sido un buen lunes.

Pero tengo a Congo.

Y mañana será otro día.

domingo, 18 de abril de 2010

Y hay amores de los buenos como tú...

el olivo de Aciveiro

Congo es tibieza y lujuria,
olivo solitario
en las llanuras de mis noches en vela.

Congo es caricia y tentación,
muelle de abrigo
en los acantilados de mi cuerpo en espera.

-aún cuando está lejos -


Hay amores que se siembran y florecen.
Hay amores que terminan en sequía.
Los que traen desengaños en la vida.
Y hay amores de los buenos, como tú.

...ooo000ooo... ...ooo000ooo... ...ooo000ooo...

La fotografía la hice en el Monasterio de Aciveiro, que pertenece a la red de Pousadas de Compostela y que, casualmente, este año convoca el Concurso Internacional de Relatos "Pousadas de Compostela":

Ganador: 3.000 euros    Finalista: 1.000 euros.
Los galardonados recibirán además un fin de semana en régimen de pensión completa para dos personas en el Monasterio de Aciveiro o en el Pazo de Lestrove, hoteles de la red “Pousadas de Compostela”.

La fecha límite de recepción es el 15 de junio de 2010.

jueves, 15 de abril de 2010

Los mundos de GTB

mundostorrente

Ayer por la tarde tuve el placer de, junto con unos amigos, hacer una visita guiada a la exposición “Los mundos de Gonzalo Torrente Ballester”, que recorre la trayectoria vital y literaria del escritor a través de más de 200 piezas (muchas de ellas inéditas) entre manuscritos, libros, artículos de prensa, cartas, fotografías, cuadros, dibujos y diversos documentos y objetos (pipas, teteras, barcos, bolígrafos, grabadoras, cintas...) que nos acercan a su iconografía personal.

gtb

La Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales y la Fundación Gonzalo Torrente Ballester, recuerdan al autor en el centenario de su nacimiento.

La Exposición pudo ser visitada en el Patio de Escuelas y Sala de Exposiciones Cielo, de Salamanca del 09.02.10 al 14.03.10.
Y en la actualidad podemos disfrutarla en Ferrol (A Coruña), en la Sede de la Fundación Caixa Galicia, desde el 25.03.10 al 25.04.10. 

El inmueble que en la actualidad constituye la Sede de la Fundación fue inicialmente proyectado como cárcel, y albergó sucesivamente el ayuntamiento de la ciudad, la cárcel, el instituto de segunda enseñanza de Ferrol —donde impartieron clases Concepción Arenal y Gonzalo Torrente Ballester—, y el Gobierno Militar.

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Nacido en Serantes (Ferrol), en 1910, su imaginario discurre entre: la aldea gallega, territorio de la imaginación, la magia, la superstición y por otro, la ciudad militar, departamental, reino de la razón, la norma y la lógica. Serantes representa además el descubrimiento del poder de la palabra, de la narración oral (en las noches de invierno las historias al calor de la lumbre; en las noches de verano, las historias en el balcón o delante de la puerta de la casa).

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Casa natal de GTB, hoy convertida en Mesón.

La labor de escritor de GTB se extiende a lo largo de más de sesenta (60) años. Su relevancia no fue tanto por la cantidad de obras sino por su calidad y carácter innovador. Probablemente una de las diferencias entre él y los escritores de su generación  resida en su personal concepción de lo real que, sumada a su desbordante imaginación, produce como resultado una escritura donde se fusionan de manera natural, la realidad y el prodigio, característica que le valió, en los últimos decenios de su vida, la etiqueta de escritor fantástico. Su conocimiento humanístico y su vasta cultura hacen también de GTB un escritor intelectual que gustó siempre de ir por libre.

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Hombre de caracter afable y trato cercano, a pesar del aspecto áspero y distante que, sobre todo, sus oscuras gafas le conferían, gozó de la amistad y de la admiración de muchos escritores y artistas.

Conversador incansable y ameno, hizo de la tertulia una forma de vida: Café Gijón y Lyon (Madrid), Café Lar (Pontevedra), Café Monterrey (Bayona), Café Novelty (Salamanca) e incluso la de su despacho en Albany.

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Café Novelty - Plaza Mayor de Salamanca

Durante cuatro décadas ejerció como profesor de Literatura, profesión que reivindicó por encima de cualquier otra de las suyas. Fue además un perspicaz y fino ensayista, un crítico inteligente y, a veces, mordaz, y un hábil, divertido y profundo articulista de prensa.

Entre sus facetas más olvidadas está la de dialoguista o guionista de cine, labor que le ocupó durante cinco intensos años.

Si la relación de GTB con el cine está casi olvidada o es ignorada, en esta Exposición podemos descubrir otra de las facetas, totalmente desconocida, de tan prolífico y poliédrico artista: su temprana, intensa y continuada afición por la fotografía, que él además utilizaba como  herramienta de trabajo, de manera que algunas de las imágenes que su cámara registraba, las encontramos después en sus ficciones trasladadas a palabras.

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A la exposición le acompaña un libro que amplía su condición inicial de catálogo y que está estructurado en dos partes bien diferenciadas. En el primer volumen, podemos encontrar evocaciones, recuerdos y artículos de escritores (Saramago, Ana Mª Matute, Manuel Rivas), profesores, historiadores, etc. También podemos ver fotografías de las ciudades españolas de Torrente, a  través de los ojos de Vari Caramés. El segundo volumen nos proporciona cinco acercamientos a la obra literaria de GTB elaborados por reconocidos expertos torrentistas: César Antonio Molina, Janet Pérez, José A. Pérez Bowie, Angel G. Loureiro y Ángel Basanta. La publicación va acompañada de un excelente documental, dirigido por Luis Felipe Torrente y Daniel Suberviola, de título GTB x GTB.

quijote

GTB era una apasionado de El Quijote que para él constituía el libro de los libros. Tanta era su admiración que los alumnos de uno de los institutos en los que impartió clases, le regalaron como obsequio de despedida, una edición de El Quijote manuscrita e ilustrada entre todos, encuadernada en un volumen un tanto aparatoso pero de un valor emotivo enorme, que se puede ver en la Exposición.

Entre sus numerosas obras podemos recordar:

La Trilogía de Los gozos y las sombras, compuesta por El señor llega (Premio de Novela de la Fundación Juan March), Donde da la vuelta el aire y La Pascua triste, serie llevada a la televisión que disfrutó de un enorme éxito, protagonizada por Charo López y Eusebio Poncela, acompañados de otros afamados actores y actrices como Amparo Rivelles, Carlos Larrañaga, Santiago Ramos, etc. 

serie

Don Juan
La saga/fuga de J.B. (Premios Ciudad de Barcelona y de la Crítica)
La Isla de los Jacintos Cortados (Premio Nacional de Literatura)
Filomeno, a mi pesar (Premio Planeta)
Crónica del rey pasmado, llevada al cine.
La novela de Pepe Ansúrez (Premio Azorín)
La boda de Chon Recalde
República Barataria
Lope de Aguirre
El retorno de Ulises
Cuadernos de La Romana

POR ÚLTIMO:
Añadir que los comisarios de esta magnífica exposición son Carmen Becerra / Miguel Fernández-Cid. 
Y que para preparar esta mini-exposición me he servido del folleto de Los mundos de GTB, de información y fotos de internet y de algunas cosillas, fruto de mi visita a la muestra.

 

martes, 13 de abril de 2010

Rutinas

camissas

no me gusta dormir
con las puertas del armario
abiertas de par en par,
a pesar de que así
puedo ver tus camisas
alineadas en las las perchas,
y los jerseys de lana
que tanto me gusta abrazar,
antes de meterme en la cama,
a modo de ritual.

sábado, 10 de abril de 2010

... mucho miedo

confe

Tengo que confesarte algo, Congo:

Que a pesar del tiempo que llevamos juntos,   
todavía tengo miedo,  
de perderte.

miércoles, 7 de abril de 2010

No preciso viajar lejos...

a casa de mañas 
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Cada cierto tiempo, Congo y yo nos escapamos.
Buscamos un lugar agradable donde escondernos y estar solos por unas horas. O por unos días.

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Lo imprescindible e importante es embebernos* del entorno que vamos descubriendo juntos.

* Acepción número 10 de la la palabra, según la RAE.

Y disfrutar de la casa que escogimos para esta ocasión,
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de los detalles,
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del ambiente acogedor y romántico,
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de los colores del paisaje,
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de las laderas escarpadas,
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de las vacas a la orilla del Río Masma,
que a pesar de tener menores dimensiones que los demás importantes ríos gallegos, presenta como peculiaridad que es un río enteramente gallego,
desde su nacimiento, próximo a la sierra del Gistral, atravesando los municipios de Abadín, Mondoñedo, Lourenzá y Barreiros hasta su desembocadura,
formando la ría de Foz, junto a la playa de  A Rapadoira en el mar Cantábrico.
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de un puente de piedra en el centro de Mondoñedo,
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de A Fonte Vella,
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y de la Cueva del Rei Cintolo,
la cueva caliza más grande de Galicia,
que siempre recordaremos porque no fuimos capaces de encontrarla.

Cueva del Rei Cintolo

En la Galicia rural nos encontramos con innumerables pistas (carreteras estrechas) que no hay GPS que reconozca y las señalizaciones hacia los lugares, están tan mal situadas, que hasta un experto como Congo es incapaz (muy pocas veces) de encontrar la ruta correcta. De todos modos, según nos informaron unos paisanos, para poder visitarla hay que pedir autorización previa.

Eso sí, la vimos en unas fotografías en A Taberna Do Valeco, el restaurante donde comimos.

Otra vez será. Así tendremos un motivo para volver al lugar donde un día estuvimos felices.

Portada de blogs de papel

Y como ya sabéis que nunca salgo sin un libro en la maleta, os contaré que esta vez le tocó el turno a "Blogs de papel" de Varios autores.

Ya que íbamos a pernoctar tan sólo una noche, me llevé un libro pequeño, pero no por ello falto de contenido y valor, más bien todo lo contrario. En este libro compuesto por 15 relatos de 15 blogueros podéis encontrar uno de Belén, titulado "La carta", del blog "Belén in red", a la que muchos de vosotros de seguro conoceréis.

Unos relatos ágiles, frescos, entretenidos, que se pueden leer en cualquier lugar y en cualquier momento del día o de la noche. Altamente recomendable.

 
...para hallar lo que deseo,
si tropiezo en tu regazo,
ya me basta
para tocar el cielo.

Para entender el título y el final de este post es necesario escuchar la canción.
Las fotos son mías, excepto la del logo de la Casa Rural que la recorté de la página web y la del libro que también la encontré en la red.

viernes, 2 de abril de 2010

Mujer y madre.

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La otra noche tuve un sueño.

Soñé que de mis pechos brotaba leche en abundancia, que se desbordaba por mi cuerpo y el bebé que tenía, muy pequeño, la chupaba con glotonería. Al despertarme, por la mañana, tenía esa imagen grabada en mis retinas. Supe entonces, que tenía que convertirla en un poema, pequeño, como el bebé que había soñado.

Así nació Madres en guerra. I

No es de extraño que sueñe con bebés porque es un sueño recurrente, supongo que porque tengo un sentimiento maternal muy arraigado. Siempre sentí que quería tener hijos, y digo plural porque me hubiese gustado tener varios hijos, pero las circunstancias de la vida, nos llevan por caminos que, a priori, jamás elegiríamos por nosotros mismos.

Mi primer deseo de ser madre se materializó en Senia, una niña completamente deseada y querida.

Mi segundo deseo de ser madre jamás se materializará. Me haría muy dichosa tener un hijo con Congo pero está relación ya me llega algo mayor para empezar de nuevo la andadura de criar otro hijo, más en los difíciles tiempos que corremos (y no me refiero a la calidad de vida actual, o a las comodidades de las que disponemos).

Resumiendo, mi reloj biológico está a punto de pararse. Mi fertilidad está tocando a su fin, pero como "los sueños, sueños son", mi cabeza es libre para imaginar todos los bebés habidos y por haber.

A lo largo del día que siguió a la noche del sueño, escribí otra perspectiva de la guerra, lo que siente una mujer como tal, cuando pierde a su amado. A fin de cuentas el dolor en sí mismo es igual, tanto si pierdes un hijo como a tu gran amor. Son dolores incomparables pero de igual modo te desangran por dentro.

Así nació Mujeres en guerra. II

Para ilustrar Madres en guerra, en seguida se me vino a la memoria esa foto que tenía guardada desde hace tiempo: mi pecho como fuente de vida y alimento. Otro sueño a fin de cuentas porque Senia nació muy pequeña y aunque tenía leche para amamantarla, ella no tenía fuerza suficiente para succionar. No tuve otra opción que darle el biberón, sobre todo para controlar lo que comía porque no podíamos permitirnos el lujo de que se pasara alguna toma.

Para ilustrar Mujeres en guerra, busqué imágenes poniendo en Google: "pañuelo negro" y así fue como di con la historia de Nawal al Saadawi, una gran mujer, cuya existencia hasta el momento desconocía. En cuanto tenga ocasión espero poder leer alguno de sus libros porque de seguro merecerá la pena. Mientras tanto no puedo haceros ninguna recomendación.

Los sueños son extraños y a veces, nos señalizan muchos de los senderos de la vida real. Seguirlos o no es nuestra decisión.

La imagen del post de hoy es de JJG Meizoso y la mujer de la foto es Senia.