ella – Hazme un poema él – ¿De qué color? ella – Del color del viento él - ¿De qué viento? ella – Del viento del Norte él - ¿De qué sabor? ella – Del sabor de la brisa él - ¿De qué brisa? ella – De la brisa marina
…
ella – Hazme el amor él - ¿De qué manera? ella – De manera dulce… como una nube de azúcar.
…
él - No puedo hacer nada ella – ¿Por qué? él - Se me rompió el corazón
“ Quisiera amarte más y mucho más que como siempre, prometo no negarte ni uno solo de mis días. Juro no apartarte ni un segundo de mi mente prometo amarte más y mucho más que como siempre.”
maravilloso e impecable bolero de Café Quijano, un estilo diferente al que me tenían acostumbrada pero que me encanta.
“Una tormentosa noche de otoño cuando mi sobrino Roger tenía unos veinte meses le envolví con una manta y lo llevé a la playa en la oscuridad lluviosa. Allí fuera, justo a la orilla de lo que no podíamos ver, donde enormes olas tronaban, tenuemente percibimos vagas formas blancas que resonaban y gritaban y nos arrojaban puñados de espuma. Reímos juntos de pura alegría. Él, un bebé conociendo por primera vez el salvaje tumulto del océano. Yo, con la sal de la mitad de mi vida de amor al mar en mí. Pero creo que ambos sentimos la misma respuesta, el mismo escalofrío en nuestra espina dorsal ante la inmensidad, el bramar del océano y la noche indómita que nos rodeaba.
Una noche o dos más tarde la tormenta había desaparecido y llevé de nuevo a Roger a la playa, esta vez fuimos más cerca del borde del agua rompiendo la oscuridad con el cono amarillo de nuestra linterna. Aunque no había lluvia, la noche era otra vez ruidosa por el romper de las olas y el viento insistente. Claramente era un tiempo y un lugar donde lo importante y elemental prevalecía.”
Así comienza El sentido del asombro.
Y así termina El sentido del asombro:
“Hace poco recibí en el correo una carta que guardaba un testimonio elocuente de la permanencia del sentido del asombro durante toda la vida. Era de una lectora que me pedía consejo para escoger una zona de la costa para ir de vacaciones, un paraje natural donde pudiera pasar los días entre playas vírgenes, explorando ese mundo que es viejo pero siempre nuevo.
Lamentablemente excluyó las playas escarpadas del norte. A ella le habían encantado las playas toda su vida, me dijo, pero trepar por las rocas de Maine podría resultar difícil para quien pronto llegaría a su ochenta y nueve cumpleaños. Cuando dejé su carta me sentí reconfortada por las llamas del asombro y el estupor que aún ardían intensamente en su mente y espíritu jovial, tal como debían de haberlo hecho hace ochenta años.
Los placeres que perduran al contacto con la naturaleza no están reservados para científicos sino que están al alcance de cualquiera que se sitúe bajo el influjo de la tierra, el mar y el cielo y su asombrosa vida.”
…ooo000ooo… …ooo000ooo…
El sentido del asombro fue escrito por Rachel Carson, una mujer que hizo historia en el mundo ambientalista con su libro La primavera silenciosa (1962), en el que denunció el uso indiscriminado del DDT.
La firmeza de su argumentación junto con su capacidad comunicativa desencadenaron la alarma social. Por este motivo, el Congreso de EE.UU, bajo el mandato de J.F.K., la llamó a comparecer ante una Comisión de Estudio acerca de los Pesticidas. Como consecuencia, la Comisión estableció la necesidad de comenzar Políticas de Protección de Salud Pública y de Conservación de la Naturaleza. En 1969 se firmó la Ley Nacional de Protección Ambiental [precursora de toda la legislación ambiental americana y más tarde de Europa] pero Rachel no llegó a conocerla, ya que murió de cáncer de pecho a los 56 años, en 1964.
Los movimientos ecologistas surgen, como explican la mayoría de los tratados de Historia de la Conservación, a raíz de la publicación de La primavera silenciosa.
El libro El sentido del asombro fue en origen un artículo que le encargó una revista y que se tituló Help your child to wonder (1956), Ayuda a tu hijo a asombrarse, y que fue publicado póstumamente en 1965.
El sentido del asombro es un libro de reflexiones y experiencias a lo largo de su vida cuidando a su sobrino Roger [a quien adoptó cuando quedó huérfano].
La capacidad de asombrarse se tiene desde muy niño. El asombro provoca lanzarse a descubrir un mundo porque fascina y el tiempo se percibe como algo que no es ajeno.
Rachel Carson no tenía ninguna pretensión de enseñar a su sobrino toda su ciencia, quería simplemente que surgiera el “wonder”. Esta palabra en inglés tiene una doble acepción; la de sorprenderse y la de preguntarse.
Rachel intuyó que este sentido natural, que todos poseemos, iba a mermarse ante el avance de una tecnología que tendía a separarnos del contacto con la naturaleza. Ella sospechó que aquella época que le tocó vivir, cuando se creía al aire libre, iba a tener los días contados [bañarse en el río, construir cabañas en los árboles, tumbarse en los campos de trigo…] Es por eso que vio imprescindible cultivar el sentido del asombro.
Más allá de revelar en su vida las agresiones a la naturaleza, su principal legado fue enseñarnos que no hay mejor manera de preservarla que experimentar su grandeza.
Palabras de Mª Ángeles Martín R-Ovelleiro, extraídas del Prólogo de El sentido del asombro. Ediciones Encuentro. 47 págs. 5€
La primera reacción de Begoña cuando una amiga común le presentó a Ulises fue decirse: Ni loca. No. Ulises no me atrae nada físicamente como para salir con él.
Y es que no podía evitar, desde que estaba otra vez en el mercado, después de su separación, en hacer este primer análisis crítico tópico, cuando le presentaban a alguien, que como ella, también estaba en el mercado.
Pero la vida que es una jodida caprichosa, ¡zas!
Ulises insistió, insistió e insistió. Insistió tanto que Begoña no pudo más que acceder a darle una oportunidad. No era mal tipo, Ulises. Y era muy divertido.
Recuerda que cuando iba a la terapia, Julián, su psicólogo, siempre le preguntaba por la relación y ella siempre contestaba titubeando: Bueno… sí… estoy bien… es un buen hombre… se porta bien conmigo… yo creo que nos falta… bueno, a mí me falta… ¿chispa, sabes? Ya sé que soy una tonta romántica pero no se me estremece el estómago… (podría añadir también: ni dicha sea la parte, pero se lo callaba por decoro).
Aunque Begoña sabía que les faltaba esa chispa, no quería darse por vencida. Begoña era muy tozuda; eso decían todos. A ella, en cambio, le gustaba más pensar que era concienzuda.
Concienzuda - Se aplica a la persona que hace las cosas con cuidado y pone todo su empeño y atención.
Tozuda - Se aplica a la persona que se mantiene firme en una opinión o actitud a pesar de las razones o las dificultades que pueda haber en contra.
Quería de una vez por todas atinar con el hombre adecuado, apostando más con la cabeza que con el corazón, ya que siguiendo los dictados (¡que cursi!) de su corazón siempre le había ido bastante mal.
Pero la relación no iba. Cuanto más cariñosa se mostraba Begoña, cuanto más lo intentaba, más frío se mostraba Ulises.
Y no lo entendía.
Ulises decía que la quería, que estaba muy enamorado de ella, que era lo mejor que le había pasado, que qué suerte que hubiese aparecido…
Es más, dos veces Ulises le pidió matrimonio y Begoña lo rechazó porque no estaba segura, además de que eso del matrimonio ¡Quita, quita! Begoña y los papeles no se llevaban bien.
Begoña y Ulises no se veían durante la semana porque resulta que Ulises y Begoña no vivían en la misma ciudad. Begoña vivía en un pequeño pueblo de provincias y Ulises vivía en una pequeña villa marinera. Nada que ver, a no ser por lo pequeño que puede llegar a resultar todo… Los espacios, los pueblos, el amor…
Un día, un sábado por la tarde, estaban los dos sentados en el sofá del salón de casa de Ulises, un dúplex muy acogedor y soleado. Begoña hacía punto de cruz (para no aburrirse) y Ulises hacía que estaba concentrado en la película penosa de la tele.
Begoña ya llevaba tiempo notando que Ulises esquivaba hacer el amor, aludiendo que estaba cansado, que estaba estresado, que estaba preocupado… Es más, Begoña sentía que ni se acercaba a hacerle alguna tontería por miedo a que desemboca en algo más.
Y, claro, tal y como estaban las coas, Begoña tenía dudas, así que más de una vez, le había preguntado abiertamente a Ulises, si había alguien más, si ya había dejado de gustarle.
Es que ¡maldita sea!, entre todos los hombres del mundo mundial, follarines de los bosques, le tenía que haber tocado a ella uno de los que nunca tenían ganas. Inaudito. Al menos todos sus compañeros presumían de estar siempre dispuestos, y ella venga, tragando por no confesar sus derrotas amorosas.
¡Que me lo expliquen!, se decía Begoña cabreada.
Así que aquel sábado Begoña, tozuda y concienzudamente, decidió insinuarse a Ulises.
- Uli, ¿hace una siestecita?
Ulises hizo como que seguía reconcentrado en la película pero Begoña ya sabía que la había escuchado con claridad meridiana. Y no se dio por vencida.
- Ulises, cariño, ¿subimos a echar una siesta?
Ulises puso cara como de sufridor en casa y cogiéndola de la mano al mismo tiempo que se levantaba del sofá, le contestó resignado:
- Venga, vamos.
Begoña no lo pudo soportar. Montó en cólera por dentro y haciendo acopio de valor para parecer la mujer entera y verdadera que no era, le contestó.
- ¿Sabes qué te digo? Que no necesito que me hagas ningún favor. Ya me las apaño yo solita.
- No te pongas así, cariño, lo siento. Me salió sin querer pero no quería decir eso. Quería decir que…
- No sigas, por favor, que lo vas a empeorar. Voy a subir a echar la siesta sin tu compañía, y te ruego por favor que no subas. Ya lo hemos hablado otras veces Ulises, te pasa algo y quiero ayudarte pero si tú no quieres reconocer que hay un problema, mal vamos.
Y Begoña subió. Sola.
Se sentó en el sofá azul de la habitación que compartían, justo debajo de la velux. El sol regaba la estancia produciendo unos colores delicados sobre el edredón. Y lloró. Lloró mucho. Dolida. Rechazada. Sintiéndose poco atractiva. Y nada deseada. Pero después del llanto sus manos y sus dedos empezaron a consolarla.
Aquella fue la primera vez de muchas. La etapa más turbadora de su vida. Y el principio del fin de su vida en común.
No queda nada del dolor que me causaba mendigarte por un beso, volví a encontrar la libertad y se escapó mi corazón que estaba preso. Se disipó la oscuridad en mi interior. Y ahora veo que tu amor no era amor. Tal vez te duela, pero desde que te fuiste me siento mucho mejor.
Sin ti, ha vuelto a entrar la luz por la ventana, he vuelto a sonreír en las mañanas, sin miedo a que alguien me diga que no…
Me gustan las sopas, da igual que sean de pollo, de verduras o de pescado.
Me gustan las tostadas de pan reseso con aceite de oliva virgen extra y tomate restregado por encima.
Me gustan los pescados, cocinados a la plancha, cocidos, fritos, al horno. Sobre todo me gustan los azules, y comerlos con los dedos.
Me gustan los bocadillos de chorizo, con queso, acompañados de una cerveza fuerte y oscura, o una sidra muy fría.
Me gustan los helados, sentada en el sofá del salón, con las piernas cruzadas y después, dejar que Ron lama la cucharilla.
Ron
Me gustan las castañas cocidas, y el olor a fiuncho.
Me gusta el maíz tostado, y los anacardos, regados con sorbos de coca cola, mientras termino de preparar la comida.
Me gusta el arroz blanco, con huevos fritos y salsa de tomate.
Y las anchoas, y los pementos do couto, y la lechuga regada con salmorejo.
Me gusta que me sorprendas, en la cocina, con las manos empolvadas en harina, o preparando caramelo líquido para hacerte un flan.
Like the desert waiting for the rain Like a school kid waiting for the spring Im just sitting here waiting for you To come on home and turn me on
Reseso – (gallego) Seco, viejo y de mal sabor. Rancio. Dícese generalmente del pan, galletas, etc.
Por extensión, al pan de ayer, que solo está seco pero no viejo y de mal sabor, ya le llamamos reseso.
Fiuncho – (gallego) Hinojo. Planta aromática. Su semilla es una especie de anís.
El Pemento do Couto es una variedad de pimiento (Capsicum annuum L) originaria de la comarca coruñesa de Ferrolterra, en el extremo norte de Galicia, comarca que a su vez se encuentra integrada por Ares, Fene, Ferrol, Mugardos, Narón Valdoviño, San Sadurniño, Moeche, Cedeira, As Somozas y Neda. El nombre del pimiento tiene sus raíces en el Monasterio do Couto o Mosteiro de San Martiño de Xuvia en el concello de Narón,
lugar donde al parecer, los monjes iniciaron la selección y cultivo del Pemento do Couto (IPG Denomianción de Origen).
Los pementos do Couto son pimientos muy pequeños cuyo peso no supera los 6 gramos y su longuitud máxima es de 8 centímetros, color verde oscuro y sabor dulzón, debido a la ausencia de capsaicina, principal componente activo de los pimientos picantes.
En resúmen, los pementos do Couto son parecidos a los pimientos de Padrón, sólo que los de Padrón, unos pican e outros non.
El salmorejo es una crema servida habitualmente como primer plato; se trata de una preparación tradicional de la zona andaluza de Córdoba. Se elabora mediante un majado (machacado, triturado) de una cierta cantidad de miga de pan, a la que se le incluye además: ajo, aceite de oliva, vinagre (opcional), sal y tomates[.Debido al empleo del pan, su consistencia final es la de un puré, o el de una salsa. Se suele servir con pedacitos de otros alimentos en su superficie como: virutas de jamón, picatostes, o con migas de huevo duro.
Ese texto lo escribí después de la lectura de este libro de Rosa Aneiros, hace ya algunos años. Todavía recuerdo con placer el paseo por sus páginas.
Y es que hay libros que dejan una marea inmensa dentro del corazón.
Después de acabar de leer un libro con el que he pasado buenos y malos momentos, siempre siento un vacío.
¿Qué tal le irá ahora a Alba que ha vuelto de nuevo con Marcos?
¿Podrá dejar de tomar Tranquimazín y beber ginebra?
¿Será la última marea negra de su vida?
El mar visitó a Alba un día y ella se quedó a su lado, a veces mirándolo con odio y otras como se mira a un hijo.
Por el camino dejó a familiares y amigos. No había otra opción para emprender su nueva búsqueda en solitario.
Las pérdidas no tienen vuelta atrás.
Y es muy duro pensar que tal vez no exista un mañana. Claro, que mejor no dejarse abatir con esta idea.
Sí. Para mí habrá un mañana y un pasado mañana. Quiero hacer muchas cosas todavía. Aprobar unas nuevas oposiciones. Ver como caen de nuevo las hojas este próximo otoño. Ir a mi faro una noche de invierno y sentir como el miedo a la oscuridad rodeará el coche que se bamboleará con el viento…
Divago, sola, en esta casa que me arropa como un chal de lana.
Mis ojos se mueven ahora hacia el faro azul y blanco de cera. Reposa en la mesita auxiliar, al lado de la butaca donde estoy sentada. Nunca me sentí capaz de encender su luz. No soportaría ver como la cera derretiría sus ventanas.
Me comparo con Alba. Ella, como yo, también iba a pensar al faro; yo a mi faro [Punta Frouxeira] y ella al suyo [Faro de Fisterra], sobre todo cuando quería resistirse a la ginebra y al Tranquimazín. Yo también tomé pastillas. Con otro nombre, con otro color.
Allí, en el Faro de Fisterra, Alba recordaba los besos de Marcos. El calor del cuerpo de Marcos entre sus sábanas. Y en las noches de niebla oía el ulular de la sirena.
“Alba es una joven cordobesa afincada en Galicia desde hace diez años. Está pasando por un momento delicado en su vida. Su novio, Marcos, acaba de abandonarla y ella está sumida en una profunda depresión. Hace años que no hablaba con su amiga Isa y ahora comienza a escribirle, recordando cuando hace ya una década, ambas decidieron ir a la Costa da Morte para ayudar en las tareas de limpieza de las playas, debido a la marea negra que produjo el buque Mar Egeo.
Alba, bióloga de profesión, vuelve a enfrentarse ahora a la misma situación de antaño, esta vez con un nuevo barco, el Prestige.”
Ron ya tiene un blog, en el que nos irá dejando sus fotos y contando anécdotas de su vida.
[Lo he creado más bien a título personal, pero quiero compartirlo también con vosotros por si os apetece curiosear.]
Mi colección de sirenas
¿Quieres regalarme una?
Puedes enviarme la imagen de la sirena a mi dirección de correo electrónico. Me gustaría que fuese representativa de tu ciudad, o que te guste especialmente por algo.
He terminado de leer, por segunda vez en mi vida: "El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha", con el Grupo de lectura coordinado por Pedro Ojeda, en su blog: "La Acequia". Gracias Pedro, porque sin tu iniciativa no me hubiera animado a ponerme con esta nueva lectura y ahora que he llegado al final, siento una gran satisfacción. Si pincháis en la foto podréis visitar el blog de Pedro.
Si quieres saber más pincha en la imagen.
Lecturas 2013
24. El lejano reino de la Vía Láctea - Ramón Loureiro
23. Sobre el muro hasta que escampe - Alicia Freire Vara
22. Las lágrimas de San Lorenzo - Julio Llamazares
21. La tía Julia y el escribidor - Mario Vargas Llosa
20. Juntos, nada más - Anna Gavalda
19. Ayer no más - Andrés Trapiello
18. Bajo el magnolio - Marina Mayoral
17. Autorrerato con mar de fondo - Mila Martínez
16. Un milagro en equilibrio - Lucía Etxebarría
15. La química secreta de los encuentros - Marc Levy
14. Me llamo Lucas y no soy un perro - Fernando Delgado
13. Apuntes y memorias del peor estudiante del mundo - Manuel J. Díaz Vázquez
12. Esguevas - Pedro Ojeda Escudero
11. Diario de Greg. La cruda realidad - Jeff Kinney
10. El verdadero final de la Bella Durmiente - Ana María Matute
9. Te daba por muerto - Pete Nelson
8. Agua del limonero - Mamen Sánchez
7. Mi hermana vive en la repisa de la chimenea - Annabel Pitcher
6. Un corazón lleno de estrellas - Álex Rovira/Francesc Miralles
5. Parecía tan normal - Andrés C. M. Riveira
4. Te dejo es Jódete al revés - Señorita Puri
3. Ya sólo habla de amor - Ray Loriga
2. Ardalén - Miguelanxo Prado
1. Las sirenas del invierno - Barbara J. Zitwer
Lecturas 2012
24. Tiempo de Arena - Inma Chacón
23. La vida imaginaria - Mara Torres
22. La sonrisa de las mujeres - Nicolás Barreau
21. Otra idea de Galicia - Miguel Anxo Murado
20. La ribera de O Berbés. Elogio de marinero - Miguel Ángel Fdez. Fdez.
19. La luz en casa de los demás - Chiara Gamberale
18. Viaje al optimismo - Eduard Punset
17. Que la muerte te acompañe - Risto Meijide
16. Señal - Raúl Vacas
15. Casa de verano con piscina - Herman Koch
14. Un matrimonio feliz - Rafael Yglesias
13. Con el corazón en la mano - Chris Cleave
12. Cincuenta sombras de Grey - E. L. James
11. Siempre tuyo - Daniel Glattauer
10. La delicadeza - David Foenkinos
9. Mujeres - Marilyn French
8. La librería de las nuevas oportunidades - Anjali Banerjee
7. El sabor de las pepitas de manzana - Katharina Hagena
6. Si tú me dices ven, lo dejo todo... pero dime ven - Albert Espinosa
5. El bolígrafo de gel verde - Eloy Moreno
4. Elefantiasis - Raúl Ariza
3. 1984 - George Orwell
2. La muerte en Venecia - Thomas Mann
1. Cosmofobia - Lucía Etxebarría
Lecturas 2011
21. Los Ashtoin
20. 150 Vivencias. V Premios Orola
28. Maldito karma - David Safier
27. El club de la lucha - Chuck Palahniuk
26. La conjura de los necios - John Kennedy Toole
25. Juliet, desnuda - Nick Hornby
24. Verano y amor - William Trevor
23. Game over - Santiago Lopo
22. La gaviota - Sándor Márai
21. Dime quién soy - Julia Navarro
20. Cada siete olas - Daniel Glattauer
19. Contra el viento del Norte - Daniel Glattauer
18. La piel afilada - Josan Hatero
17. El año de Saeko - Kyoichi Katayama
16. La evolución de Calpurnia Tate - Jacqueline Kelly
15. El barón rampante - Italo Calvino
14. El filósofo y el lobo - Mark Rowlands
13. Sabor a chocolate - José Carlos Carmona
12. Tocar los libros - Jesús Marchamalo
11. Pasiones romanas - María de la Pau Janer
10. Viene la noche - Óscar Esquivias
9. El Palacio de la luna - Paul Auster
8. La ciudad del Gran Rey - Óscar Esquivias
7. El Camino de Santiago - Alejo Carpentier
6. Cuento de Navidad - Charles Dickens
5. Inquietud en el Paraíso - Óscar Esquivias
4. Una habitación propia - Virginia Woolf
3. Para tus ojos hice yo mi voz - Rocío Brage / Kólpez
2. El tiempo mientras tanto - Carmen Amoraga
1. La alargada sombra del amor - Mathias Malzieu
Lecturas 2010
30. Inquietud en el paraíso - Óscar Esquivias
29. Un padre de película - Antonio Skármeta
28. Frank Sinatra tiene un resfriado - Gay Talese
27. El tiempo entre costuras - María Dueñas
26. La muerte de Iván Ilich y otros relatos - León Tolstoi
25. Los ojos amarillos de los cocodrilos - Katherine Pancol
24. La mecánica del corazón - Mathias Malzieu
23. Sexualmente - Nuria Roca
22. Pesadillas al anochecer - Irene Castelos Cortizas
21. Compañeras de viaje - Soledad Puértolas
20. Leviatán - Paul Auster
19. El curioso incidente del perro a medianoche - Mark Haddon
18. Invisible - Paul Auster
17. Sin sangre - Alessandro Baricco
16. Los caracoles no saben que son caracoles - Nuria Roca
15. Fábulas y Leyendas de la Mar - Álvaro Cunqueiro
14. El libro del voyeur - Pablo Gallo
13. O Conto de Serea - Gonzalo Torrente Ballester
12. Cuatro hermanas - Jetta Carleton
11. Sonata de Otoño / Sonata de Invierno - Ramón del Valle-Inclán
10. Sonata de Primavera / Sonata de Estío - Ramón del Valle-Inclán
9. A praia dos afogados - Domingo Villar
8. Blogs de Papel - Varios autores
7. La calavera de Yorik - Manuel J. Díaz Vázquez
6. Así nacen as baleas - Anxos Sumai
5. Marcelo en el mundo real - Francisco X. Stork
4. El club de los viernes - Kate Jacobs
3. Firmin - Sam Savage
2. Inés del Alma mía - Isabel Allende
1. Alicia en el país de las maravillas - Lewis Carrol
Lecturas 2009
30. Sol de Inverno - Rosa Aneiros
29. La vida nueva - Gustavo Martín Garzo
28. La claridad de la sombra - Cristina Prieto Solanoo
27. Os señores da terra - Ramón Otero Pedrayo
26. La soledad de los números primos - Paolo Giordano
25. Perdón imposible - Juan Antonio Millán
24. El hombre del Baobab - David Cantero
23. Ás de bolboreta - Rosa Aneiros
22. Una cuestión personal - Kenzaburo Oé
21. Quieto - Márius Serra
20. El frío modifica la trayectoria de los peces - Pierre Szalowski
19. La catedral del mar - Ildefonso Falcones
18. Chesil Beach - Ian McEwan
17. Amantea - David F. Cantero
16. Vida y destino - Vasili Grossman
15. El arte de perder - Lola Beccaria
14. La sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey - Mary Ann Shaffer y Annie Barrows
13. ¿Quién se ha llevado mi queso? - Johnson Spencer
12. Amarse con los ojos abiertos - Jorge Bucay / Silvia Salinas.
11. Los hombres que no amaban a las mujeres - Stieg Larsson
10. Tormento - Benito Pérez Galdós
9. Mi vida - Antón Chéjov
8. Galván en Saor - Darío Xohán Cabana
7. Podría hacerte daño - Luisa Castro
6. La maravillosa vida breve de Oscar Wao - Junot Díaz
5. Mil soles espléndidos - Khaled Hosseini
4. Abierto para fantoches - Patricia Esteban Erlés
3. Construcións - Eduardo Estévez
2. El callejón de los milagros - Naguib Mahfuz
1. Ocho islas y un invierno - Marta Navarro García
Lecturas 2008
33. O único que queda é o amor - Agustín Fernández Paz
32. Migracións - Rafa Villar
31. El ferrolano - Guillermo Fernández
30. Rebelión en la granja - George Orwell
29. Un grito de amor desde el centro del mundo - Kyoichi Katayama
28. La doctora Cole - Noah Gordon
27. La suma de los días - Isabel Allende
26. El amante discreto de Lauren Bacall - L. F. Comendador
25. A sombra das queirogas - Dulce Mª Chacón
24. Con permiso. Poemas para tontos - L. F. Comendador - Juanjo Barral
23. Lo que le falta al tiempo - Ángela Becerra
22. La elegancia del erizo - Muriel Barbery
21. El asombroso viaje de Pomponio Flato - Eduardo Mendoza
20. Mañana - Graham Swift
19. Nove - María Lado
18. Campo de amapolas blancas - Gonzalo Hidalgo Bayal
17. Dos mujeres en Prga - Juan José Millás
16. Escucha mi voz - Susanna Tamaro
15. Dª Rosita la soltera - F. García Lorca
14. Manderley en venta - Patricia Esteban Erlés
13. El libro de los abrazos - Eduardo Galeano
12. Pura anarquía - Woody Allen
11. La ladrona de libros - Markus Zusak
10. Antología mínima - Joaquín Ortega Parra
09. Al sur de la frontera, al oeste del sol - Haruki Murakami
08. Eume - César Antonio Molina
07. Siddhartha - Herman Hesse
06. Viaje al fin del mundo - Henning Mankell
05. Las mujeres inglesas destroan los tacones al andar - Almudena Solana
04. Platero y yo - Juan Ramón Jiménez
03. La hora silenciosa - José Silva
02. Pitín - Corona de Jesús García Otero
01. El corazón helado - Almudena Grandes
Reading
15. "The good Earth" - Pearl S Buck
14. "The last of the Mohicans" - James Fenimore Cooper
13. "The Isle of Voices // The Plague of Cellar" - Robert L. Stevenson
12. The legend of Sleepy Hollow // Little Britain - Washington Irving
11. The red pony - John Steinbeck
10. Anne of Green Gables - L. M. Montgomery
9. Lord Arthur Savile´s Crime and other stories - Oscar Wilde
8. A Scandal in Bohemia - Sir Arthur Conan Doyle
7. Mysteries of the Unexplained - Kathy Burke
6. The secret diary of Adrian Mole - Sue Townsend
5. The Phantom of the Opera - Jennifer Bassett
4. Dead Cold - Sue Leather
3. The call of the Wild - Jack London
2. Great English Monarchs - Gina D.B. Clemen
1.Great Expectations - Charles Dickens
Inquietud en el paraíso
Lectura colectiva Inquietud en el paraíso - Óscar Esquivias
La mayoría de las Fotos son de Google y desconozco si tienen Copyright. Si conoces al autor o si eres el autor y quieres que las retire, lo haré de inmediato.