Empezaré por las siglas:
M.G.: Me Gustas
Seguro que muchas las habías descifrado. De todos modos quiero dejar constancia por escrito de lo que de verdad significaban por si en alguna ocasión necesitas encontrar fuerzas para seguir adelante o por si necesitas empaparte de estas palabras para superar las pruebas a las que te someta la vida. Alguna no será fácil, los dos lo sabemos. Estoy preparada para asumir los riesgos. No hace muchos días que descubrí, al fin, lo que siento ti.
Acércate, cariño, abre las palmas de tus manos y toma mi corazón. Es tuyo. No te asustes porque tiembla. Es la claridad. Llevaba tanto tiempo escondido que ni él se cree que pueda estar ahora en tus manos.
No sé cómo ha sido, ¿o sí lo sé? El otro día, de repente sentí que me gustaría ser madre de nuevo. Y que querría que ese hijo fuera nuestro. No podrá ser, ya sé que soy mayor pero no importa. Lo imaginé. Un sueño. También me atreví a hacer una breve incursión en el futuro. Seguías a mi lado y esa imagen me hacía feliz.
Ese fue el momento. Las endebles murallas que tenía construidas se derrumbaron por completo. Ya no tengo defensas. No escogí que esto sucediese. Tampoco estoy arrepentida, todo lo contrario. Pero no voy a negar que no sienta miedo. Te quiero. Te quiero mucho. T.Q. Las siglas que nunca me atreví a escribir aunque tímidamente sentí como querían escaparse de entre mis dedos.
Ya está escrito.
Tienes que saber que no voy a rendirme a la primera contrariedad. Sabes que no es mi estilo. Si pierdo la guerra no será porque no haya intentado hacer frente a cada batalla Emplearé todas mis armas: los besos más dulces, la entrega más apasionada, los abrazos más sentidos, las palabras de apoyo más incondicionales…