Hoy me siento rara.
Me gusta decir “rara” porque queda más original y menos deprimente que si digo: Hoy estoy triste y llevo toda la mañana con ganas de echarme a llorar. No sé… está como mas oído. Y yo, qué queréis que os diga, por muy jodida que esté (hoy tengo que decirlo así aunque ya sabéis que no soy de palabrotas) siempre intento mantener mi dignidad y mi glamour. Que no se diga.
Así que lo dejamos en rara.
No puedo decir que desconozca los motivos. Porque sí que los conozco. Muy bien, además. Y normalmente puedo hacerles frente todos los días. Pero claro, no soy una máquina y hay días que esos motivos, sean grandes o pequeños, se me resisten y me hacen la vida un poco más difícil de lo habitual.
No quiero que penséis que me estoy lamentando. No, por favor. Esto… digamos que es como un Pliego de descargos.
Y es que hoy, nada más levantarme de la cama, ya me vine abajo con el estado de ánimo de Senia. Es igual que yo a su edad. Un auténtico manojo de nervios e inseguridades. Me duele verla abatida y con un nudo en la garganta, cuando me da los buenos días. Sobre todo si es lunes y son las siete y media de la mañana. Vale, sí, lo de buenos días es un decir porque más bien lo que hace es lanzar un grrrrruñido.
Quisiera que el tiempo de repente se acelerara y pasaran unos cuantos años de golpe, por ella, principalmente, y por mí después. Es que a veces ya no sé de donde sacar los argumentos para animarla y que continúe adelante, a pesar de las dificultades. Sé que le está resultando un aprendizaje muy duro y que la vida no se lo ha puesto fácil hasta ahora pero cuando sea mayor se dará cuenta de que los esfuerzos han merecido la pena. Confío en que será una mujer fuerte y luchadora.
Después, llegó el momento oficina. Los papeles me acechan en mi mesa, por las mesas adyacentes, por las cajas de documentación que se acumulan en el suelo… No sé por dónde empezar. Pero no voy a estresarme.
¡Ohmmmmm! ¡Ohmmmmmmmmmm!
Lo he prometido hace tiempo y así será. Pasito a pasito ya irán saliendo los papeles. No es culpa mía. Hace tiempo que las personas responsables están enteradas de que se necesita una persona más en la sección porque no doy a basto y si ellas no toman medidas, más no puedo hacer.
Todo esto en sí mismo no sería un problema si no viera que necesito tomarme un respiro para mis pies que no mejoran. Algunos días estoy yendo a trabajar a la pata coja por no pedir la baja y tratar de evitar el desastre. Y al mismo tiempo me digo: “Pero, ¡que tonta eres! Recuerda que trabajas para la Administración y ésta nunca agradece nada. Somos como robots. Hoy ocupamos esta silla aquí, y mañana la ocupamos allí. Los que viven bien, viven bien y los que trabajan, siempre se joden (perdón, estoy muy cabreada). Por activa o por pasiva.”
En estos instantes, no puedo. Sé que no debo perder la calma. Todo se arreglará. Debo respirar hondo para no acumular ansiedad.
¡Ohmmmmmm!
Porque la ansiedad no es buena para mis pies y tampoco para seguir ayudando a mi hija.
Y de vez en cuando se me pasa por la cabeza. ¿Y el padre de la criatura? Ay, que resulta que ese señor no sabe nada de los problemas auténticos y reales de su hija. Vaya. Y es que nunca pudimos contárselos, claro, porque estábamos ocupadas resolviendo sus demandas en el juzgado. Lástima, estamos sola en ésto. Pero siempre nos las hemos arreglado. Y saldremos adelante.
¡Malo será! (Que ahora está muy de moda).
Y ya sólo queda un pequeño escollo para añadir a mi fabulosa mañana de lunes. Que sí, que está siendo buena, a pesar de todo, en serio. Es más, está luciendo el sol. Y hace calor.
Resulta que me pongo a pensar: “¿Qué puede llevar a una persona que fue mi amiga durante 14 años, con la que ahora sólo tengo una relación de vecindad burocrática, a que ni me pregunte cómo van mis pies, cuando me ve cojear un día sí y otro también por la oficina, pues trabajamos mesa con mesa?”. Se me rompen todos los esquemas. Hace meses que me dije que había superado su fría distancia pero se ve que no. Porque hoy al ver como saluda a otra compañera toda efusiva y cariñosa y le pregunta: “¿Qué tal te va?”, me vengo abajo y se me llenan los ojos de lágrimas.
Y la congoja me persigue todo el día, mientras mi mente lúcida (todavía) trata de contener el derrumbe, terminando de pintar un trocito de terraza que tenía pendiente y emprendiéndola con tareas domésticas que me mantengan ocupada física y mentalmente.
Porque a pesar de todas estas “grandes pequeñeces”, la vida merece muchola pena. Aunque no acabe de comprender por qué pasan algunas cosas. Aunque tenga que llorar un poco para aliviar mi decepción y mi tristeza.
No importa. Además, no hay tristeza que no se me cure con un buen baile sobre la alfombra de la salita, en pijama, en zapatillas de casa y con la melena al viento...
So, come on baby, dance that dance
come on baby, dance that dance
come on baby, let's dance tonight...
Y si la música no funciona, todavía me queda el último recurso para cuando me vaya a dormir: El efecto balsámico y renovador de las sábanas blancas de mi ajuar, bordadas con todo el cariño por mi madre, hace ya un montón de años. Recién lavadas y planchadas.
¡Ohmmmmmm! ¡Ohmmmmm!
Tal vez no ha sido un buen lunes.
Pero tengo a Congo.
Y mañana será otro día.
29 comentarios:
Si tienes a Congo, tienes mucho más del 50%.
Te comprendo, y te diría que me ha encantado tu entrada, si no fuera parte de ti, y no me importaras.
Una vez más, me parece haber leído un retazo de mi vida... ¿qué te puedo decir entonces...? lo sabes, que aunque todo siga igual, mañana, o pasado, sin saber por qué, no te dolerá tánto...
Un beso enoooooorme.
Desde luego...que los hay que no vale la pena levantarse..y martes y miércoles, jueves....Hey!!!!! que la canción es Por fin es viernes...como me gustan los viernes.....
Besos y ánimos que estamos en primavera y la sangre altera....
Siempre hay dias malos, en los que todo se nos hace un mundo, sé que sucede, pero se pasa, y mas cuando tienes a congo es un gran pilar en el que apoyarte, un salvavidas cuando estas al limite de tus fuerzas y necesitas un balsamo.
Las amistades causan dolor cuando se rompen, y sobre todo cuando no se entiende la causa, pero a poquitos, las cosas y las personas pasan a ocupar el lugar que les corresponde. Nadie que te desprecie, merece un minuto de tu tiempo, por que te causara daño.
Sé correcta, pero no te sientas mal, no conseguiras nada y hay un monton de personas que merecen la pena.
Espero que hoy ya estes mejor.
Un gran abrazo
Me da la impresión de que esas sábanas blancas -con su aroma de recién lavadas y planchadas- obrarán el milagro.
¡¡¡ Féliz martes !!!
Un mal día, en una vida buena... impotencias, desengaños, pero con la firme convicción de que sigue valiendo la pena.
Una sonrisa
Gústame ver como te das ánimos a tí misma.
:-)
muá.
os problemas dos fillos, xa o temos falado, son a cousa que máis nos angustia, velos supurando polos poros da súa xuventude, cando quereriamos velos nesa edade en que parece que a vida se fixo só para difrutar!
menos mal que calquera edade é boa para disfrutar da vida, e esperemos que lles veña de cara e lles sonría noutras etapas o que lle negou nestas.
As outras cousiñas vanse levando ¿verdade? as amigas que se alonxan de nós sen saber por qué
as molestias físicas (coma as dos pés) xa pasarán,
ó choio que lle den polo cú. Que a nosa vida comenza cando saímos da porta para fora.
Que durmas ben, ruliña, que, como tí dis: "mañán será outro dia"
Me encanta lo del efecto balsámico de las sábanas. Pero lo que más me gusta es esa hermosa sonrisa que compartís madre e hija y que espero ver (o intuir) siempre en vuestros rostros.
Y a las malas compañeras, y a los padres absentistas, y a todo el edificio burocrático administrativo...
¡Que les den por ahí! (con perdón porque tampoco soy de palabrotas).
Un beso a las dos.
¡qué lunes mas enlunado!
Que no te empañe todo la semana , espeor que hoy martes haya escampado y algún rayito d esol te haya llegado.
Besos y ánimo
Son necesarios os luns para saber valorar axeitadamente os sábados...
Bicos dende o martes que se asoma.
Así es la vida, los lunes de diario y cualquier otro. Los hijos todo, quizás sea decir demasiado, pero así lo siento, todo. Egoístas pero hijos por los que se siente un todo en ocasiones no correspondido para nuestros ojos, pero quizás es que todos somos un poquito egoístas. Verlos crecer, compartir sus problemas forman parte de ese todo y es así en el fondo, parte de nuestros mejores sensaciones incluidos los momentos grises.
No tengo claro el alcance del problema de los pies, pero, ni en la empresa privada, sociedades sin alma a las que solo interesan los beneficios ni en la pública, donde lo que prima para los jefes es su carrerilla, en muchas ocasiones tan ineficaz como ellos mismos, incapaces de realizar una planificación rigurosa y serie de necesidades del servicio, de forma que o todo o nada. No merece la pena descuidar la vida propia y si esos pies precisan reposo, nada mejor para la administración y el jefe del servicio que dar la oportunidad de apreciar lo que se trabaja, poniendo los pies y la salud en proceso de recuperación.
Aldabra, no existen momentos grises, la vida es una amplia y confusa gama de colores y malo sería no sentirlos todos.
Disculpa mi atrevimiento, pero creo que eres fuerte y tienes un espíritu capaz de disfrutar cualquier momento incluidos los lunes.
Si me permites, mando un beso a Senia, junto a la recomendación que suelo hacer a mis hijos. Si la vida fuera fácil, carecería de interés tanto para vivir como para sentir sus logros.
Un fuerte abrazo
Feliz día martes:) que se levante con la mayor de las sonrisas y te/os haga sonreír o hasta llorar de alegría:)) biquiños!!!
Ojalá estés mejor hoy.
No sé que ocurre pero el día a día de toda la gente que conozco se está volviendo cada vez peor.
Estamos sucumbiendo lentamente.
Eso me parece.
Besos.
Sí, a veces hay que agarrarse a un paliativo (o a varios), se llamen Congo y sábanas bordadas por mamá.
Es igual. Yo siempre le echo la culpa a la primavera porque a mí me pone así. Tal como estás tú ahora.
Los hijos tienen sus problemas que te traspasan, los amigos a veces fallan, el tiempo (hoy llueve de nuevo) a veces no ayuda, no se nos ocurre qué contar, el trabajo es una losa puesta en los hombros....
En fin... échale la culpa a la primavera.
Bicos amistosos y muy, muy cariñosos.
Yo también me he llevado un disgusto muy fuerte y estoy baja, por que la impotencia se quiere apoderar de mi y no puedo permitir que me supere, me refugio en la oficina y en solitarios paseos, porque la desgana está haciendo mella en mí, pero bueno espero que que solo sea un baypas aunque tengo mis dudas.
Un abrazo y te deseo el animo que a mi me falta
A días así hay que llevarlos con calma. Ya sabes, los problemas de uno en uno.
En cuanto a tu hija,te comprendo. Uno querría avisar a los hijos y protegerlos, llevarlos siempre de la mano. Pero, inevitablemente, ellos deben vivir su vida. Y nosotros estar ahí para echar una mano sin agobiarlos. Qué difícil.
Besos.
Ánimo, veña que xa é mercores e xa pasamos a mitade da semana, xa logo temos o sabado á volta da esquina.
Sobre o traballo, da igual que sexa para a administración que para unha empresa privada. Donde traballo é unha empresa pequena e teño moi boa relación co xefe. Lémbrome de ter traballado a ritmo máis forte do normal, con dores de espalda e todo. Estiven de baixa e aínda así fun traballar varias veces. Para eles, os dores parece que só os padecen eles. O final tiven que operarme e os dous meses xa estaba outra vez no choio. E total, agora quería despedirnos (cousa que ó final non fixo) porque di que xa non lle da con isto da crise, cómo se aculpa fora nosa. Xa ves un da máis do normal e a hora da verdade danos unha patada no cu.
Ou sea, que xa sabes, se tes que coller unha baixa para curar eses pes, non o dubides, collea e punto.
Sobre a compañeira, alá ela.
Bicos
Yastamos a casi jueves, eh?... Y con una alegría Grande... Tan Grande que te zumban las "abejitas" en los oidos, con sabor a miel... Guay!
Bueno, ya sefueron los lunes malos.
Espero no verte-leerte por las mañanas, por lo menos durante algún tiempo...
Besicos.
Es curioso, pero yo también estuve de bajón el lunes. En realidad me sentí bastante egoista, porque tengo buenos amigos, ahora me han dado por fin el traslado a mi tierra, pero... aquí, en el sur de ávila no ha parado de llover y en esos días siento mucho más frio por las noches, y ese frio me recuerda que sentimentalmente estoy sola. Tú tienes un compañero con el que compartir tus penas, eres muy afortunada. Sobre Senia, pues la vida es dura, pero esos momentos son los que la harán madurar, y si sale a su madre estoy segura que saldrá victoriosa tarde o temprano. Sobre esa compañera que ahora se muestra fria, pues , a mí me han pasado casos parecidos. No debes sentirte mal por ello, mejor tenerla lejos pues está demostrando ser una mala persona y de las malas influencias mejor alejarse. Ya verás como todo pasa y muy pronto lo verás todo de otro color. Un abrazo y ánimo
Ya verás que Senia tirará para adelante, porque es muy fuerte, y deduzco que vendra de familia, asi que venga, ánimo.
Los lunes, lunes son.
un beso
¡ ommmmmmmmmmmmmmmmmm !
Los lunes, los martes y hasta los jueves, cualquier día es malo para recibir la bofetada de la indiferencia, de los que no saben hasta donde llegan... besos
Hay días en los que la vida parece que nos zarandea como el que más... pero solo son eso, días...
(Espero)
Besicos
Por algo teño un compañeiro de traballo que di de algo feo que é feo "coma un luns".
Lo mejor de muchos lunes de esos, que a veces no son ni lunes, es que pasan. El Pau siempre dice que la puta realidad no nos puede chafar un buen día. De la mujer de Roosevelt la de nadie tiene derecho a hacerte sentir mal y a mi me encanta la de: ¡jodelos! sé feliz. Si, ya sé que no tienes enemigos a los que putear sintiéndote inmensa, pero a mí, cuando pillo un lunes, aunque sea miércoles, me encanta imaginar que he llegado al fondo y que todo lo que queda es subir…Un beso enorme
muchísimas gracias por vuestros comentarios tan cariñosos.
seguiré algunos de vuestros consejos, en serio, sobre todo en lo que respecta a la salud y al trabajo.
biquiños gordos para todos.
Por suerte a los malos lunes, le siguen los buenos martes y los excelentes miércoles y los jueves benditos y los viernes maravillosos. Además no todos los lunes son tan malos y no hay nada que no se resuelva con un buen baile frente al espejo, aunque por los pies, tengas que bailar sentada.
Un besote.
Después de la tempestad siempre viene la calma y puedo constatarlo proque he leido antes tu post siguiente que éste. Animo, que sí, que la vida vale la pena vivirla.
Hay días que yo también me siento así, y termino sacando las fuerzas del mismo sitio.
Lo darán los años, supongo.
Senia lo aprenderá con el tiempo. No te preocupes.
Un beso.
El lunes tampoco es mi día favorito.
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