Mientras os dejo más fotos de la Transpirenaica, quisiera reflexionar sobre algo en lo que pensé ayer.
Ayer me acosté agitada. Andaba yo pensando en la muerte y en “la insoportable levedad del ser” (siempre me ha parecido un título sublime). Y a pesar de que Congo me rodeaba con sus brazos amorosos y que su respiración acompasada me acunaba, tardé mucho tiempo en dormirme. Y la agitación se coló en mis sueños.
Antes de montar en nuestro caballo grís, siempre pienso también en la muerte. ¿Cómo no hacerlo? Igual que “el algodón no engaña”, las estadísticas no mienten. Y los accidentes tienen lugar, lo queramos o no, y una vez producidos, no somos quiénes de comprender o explicarnos ni cómo pasaron, ni por qué.
Los días previos a comenzar la Transpirenaica tuve en cuenta la posibilidad de que pudiera ser que no volviéramos a casa. Tanto es así que dejé apuntada en el corcho de la salita, la contraseña del blog, para Senia, por si me pasara algo. Y no es que esta prevención por mi parte haya sido un pálpito, una premonición, cosa de meigas, o algo parecido; más bien seguía el consejo refranero de mi abuela y de mi madre: “Mujer prevenida, vale por dos”. Sólo estaba teniendo en cuenta la cuestión del porcentaje.
Pero volvimos a casa salvos y sólo con dos huesos rotos. Una menudencia comparada con algunas noticias del periódico.
Desde hace tiempo no me asusta la muerte.
Sí me asustan, en cambio, la Enfermedad, el Dolor, la Tristeza, la Pobreza.
Por un lado, siento que mi misión en la vida (digamos la más importante) ha concluído: Senia ya es mayor de edad. Y si bien me echaría de menos si faltara, saldría adelante. Creo que le he inculcado las suficientes referencias como para que pudiese seguir madurando sin mí.
Y por otro lado, desde que Congo llegó a mi vida, siento que ya he conseguido alcanzar ese amor con el que tanto tiempo llevaba soñando. Desde que tengo uso de razón, puedo añadir.
Es decir, soy muy feliz; y no es una frase hecha.
Cuando me acuesto en la cama cada noche, aún los días en que estoy agitada, como ayer, siento que he aprovechado mi vida y que si tuviera que morirme ya, lo haría con la sensación del trabajo cumplido y bien hecho (al menos de la mejor forma que sé).
Pero no quiero morirme todavía. Todo lo contrario. Quiero vivir muchos años disfrutando esta sensación recién conseguida, sobrellevando las adversidades que se me presenten con optimismo y resignación y disfrutando, si es posible…
Gracias a P.P., a Mª Carmen y a Tuchy por las fotos.
Viajar es una buena forma de aprender y de superar miedos
Luis Rojas Marcos
Si al franquear una montaña en la dirección de una estrella,
el viajero se deja absorber demasiado por los problemas de la escalada,
se arriesga a olvidar cual es la estrella que lo guía.
Antoine De Saint-exupéry
28 comentarios:
Y haces muy bien, qué carallo. Te queda mucho por disfrutar de y con Congo.
Un abrazo, guapa.
Claro que lo valéis.
Y tú, tú, tú...eres un libro de sabiduría aplicada.
Gracias.
Besos.
Case podo dicir que non lle teño medo á morte, pero claro que se pensa nela, e un barrena un chisquiño ás veces. O importante é vivir o día a día (que fácil soa así).
Preciosas fotos, ten que ser impresionante. Hoxe vin O Col du Tourmalet na etapa do Tour. Eles tiveron que tardar un pouquiño máis en subir ca vós, aínda que 15 portos nun día, vaia tela.
A música recordoume unha época.
Bicos
A mi pasa como tú, me encanta la vida y no quiero irme, pero si tuviera que irme ahora, mi gran preocupación serían las niñas: aún necesitan a su madre.
Saldrían adelante (ya sabemos que no hay nadie imprescindible), pero aún me queda mucho que enseñarles.
Y en cuanto a la felicidad, también soy feliz, pero Cj mejor que no se me arrime demasiado cuando a la hora de dormir, ¡suda mucho!
Sin duda, la aventura está justificada... los paisajes son espectaculares y yo desde hace unos años le doy vueltas a eso de que el tiempo pasa y nos vamos volviendo viejos.. con todo lo que ello conlleva. Besos
Estoy de acuerdo en parte contigo. No temo a la muerte porque creo que, si llego ahora a ella lo hago a una edad ya prodencial y con la satisafacción cumplida. No temo a la pobreza, porque afortunadamente, sin ser rico, tengo mi casita y dinero para poder vivir el resto del tiempo que nos quede a mi mujer y a mi, y por si fuera poco los dos hijos, con sus carreras, bien situados y con porvenires asegurados (aunque esto en el momento actual, sea un tanto utópico). Temo, eso si, a la enfermedad con dolor. El dolor es algo que no soporto. Y temo a no poder terminar proyectos pendientes, sobre todo en el aspecto literario.
Y desde que tuve la fractura de la pierna, ya superada, temo a no poder conducir, porque esto limitaría mi autonomía. Y no me digas que hay transportes publicos porque, salvo el avión, los demás no los aguanto.
Se que esto último lo estas pasando, pero pronto lo superarás.
Un beso
Qué hermosas tomas y ¡¡vaya que es bellísima tu entrada!! Un abrazo
y que sigan los viajes, por siempre y para siempre.
Un abrazo querida avecilla
Aldabra, ¡qué reflexiones tan intensas y qué razón tienes!
Lo cierto es que sólo el hecho de vivir ya es un riesgo de morir cada día y, en ese sentido, deberíamos tener la contraseña del blog en el corcho de la salita todos los días de nuestra vida.
Por eso conseguir ser felices es lo mejor que nos puede ocurrir.
Qué bonitas las fotos.
Bicos
Yo cada vez tengo más claro que hay que vivir la vida sin acordarse de la muerte. Yo también pienso como tú. Qué maravillosas fotos!! Biquiños
La muerte es algo difícil de aceptar. Si lo es la de los demás, más es la nuestra.
Yo tengo la teoría de que se tiene más miedo a la muerte a medida que pasan los años, como si nuestras últimas energías las quisieramos dedicar a la supervivencia.
Me alegro de verte tan preparada para el último viaje, y de que no se hayan cumplido tus premoniciones.
Besos.
Bendita muerte que nos recuerda lo que valemos. Precioso Besito
A ver niña, disipa esos sentimientos (por cierto, bastante comunes) piensa que "si mujer prevenida vale por dos", es doble peso para la moto, doble gasto de gasolina, cuádruple ejercicio de hacer el amor (esto no está tan mal) doble compra en el super; en fin, demasiadas complicaciones. :)
Bellísimas fotos.
Besote.
Me ha encantado tu viaje interior y me alegra comprobar lo satisfecha que estás con tu vida, no es tarea fácil pero tu lo has conseguido. Sigue viajando durante mucho, mucho tiempo y disfruta.
Besos.
Por certo, tes algo que ver co Clubtouring BMW?
Só é curiosidade. Se non queres, non respondas.
Biquiños.
Que bonitas fotos!! ademas tu filosofia sobre la muerte, la comparto totalmente.
Espero que tu pierna poco a poco se vaya recuperando.
Me gusta visitar tu rincón, siempre me llevo algo mágico...
Besos
Me quedo con esas imagenes de la naturaleza que recorren en moto gente ilusionada. El paisaje para ser visto, y vivido.
La razón siempre es una buena aliada de lo cotidiano, sentimientos, vida,cultura, emociones, para superar miedos y notar que merece la pena vivir.
Un fuerte abrazo
Mejor disfrutar el momento y no pensar en la muerte y el dolor; ellos vendrán cuando llegue el momento de todas formas.
Esos puertitos a pedales sin motor.
Me encanta estar reflejada en estos capítulos tanto por participar de esta aventura como por ver algunas de mis fotos.
Copio unos fragmentos del poema “Instantes” del genial Borges:
Si pudiera vivir nuevamente mi vida,.....
Correría más riesgos,
haría más viajes,
contemplaría más atardeceres,
subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido,........
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida,
sólo de momentos; no te pierdas el ahora.........
Yo era uno de esos que nunca
iban a ninguna parte sin un termómetro,
una bolsa de agua caliente,
un paraguas y un paracaídas;
si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.........
Pero ya ven, tengo 85 años...
y sé que me estoy muriendo.
Aldraba tenemos muchos años menos y aún muchas muchas cosas por hacer, espero poder seguir compartiendo algunas contigo y poder llegar al final de nuestros días con la sensación de que nuestra vida ha sido plena, llena de buenos e intensos momentos.
Un beso para Congo y otro para tí.
M.Carmen ó Carmiña (como tú dices)
Imagino que será normal pensar en estas cosas, aunque si te digo la verdad, llegar a ese punto en que crees que has hecho todo en la vida y que ahora toca vivirla, es increible... Yo no puedo llegar a sentir eso, me faltan mucho por hacer y vivir, aunque hay veces que tbm pienso esas cosas.
Un beso cielo
Lei ambas parte I y II, que hermosa vivencia. Fantàstico recuerdo, a excepciòn claro, de tu patita rota.
Veo que andas muy reflexiva, hace bien evaluar la hoja de ruta y agradecer por lo que se nos da y que no es obvio.
Besos
Muchísimas gracias a todos por vuestros comentarios y buenos deseos.
biquiños y felices vacaciones a todos.
¿Qué quieres que te diga?, al final, el yeso lo de menos. Lo importante es todo lo que habeis visto, compartido y viajado.
Bicos godos.
Ponte bien.
No sé porque no está aquí mi comentario...
Recuerdo haber escrito algo sobre ese "pálpito", esa premonición.
Y pensé en lo de que no te asusta morirte.
Y vi las fotos del viaje tan especial...
Y, pues no sé.
Me odia blogspot por no tener mi blog de blogger?
:)
(lo que te sucede a ti, zeltia, también me ha pasado a mí aquí mismo, umm, tampoco soy de blogger).
Yo hablaba del yeso, de cómo será abordar el asunto con yeso incluido...
Claro que me refiero a "ese" asunto!
No me digas a mí que no da pa un cuentito...
este repotaje que nos dejas me gusta mucho, porque nos enseñas a la naturaleza, tan sublime, y me gusta que lo compagines con esas preocupaciones internas que tienes, que todos tenemos. es bueno a veces meditar sobre la muerte, porque también nos hace pensar en la vida, y en que hay que vivir el presente, que es lo único que tenemos, y pensar en lo afurtunadas que somos de vivir, muchos besos desde mi corazón.
Usté si que sabe
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