viernes, 2 de julio de 2010

¡Zas!





Fue en la curva 5.555.

Él tenía cuidado de las curvas. Ella estaba segura. Y es que todo el mundo sabe que las curvas no son buenas consejeras.

Rodaron como en las 5.554 curvas anteriores. Confiados. Dichosos. Plenos. Porque era verano. Hacía buen tiempo. Llevaban en el estómago unas buenas y deliciosas raciones de alimentos típicos de la zona. Y lo más importante: querían seguir juntos.

Juntos en lo bueno y en lo malo pero sin papeles. Como los de las pateras que vienen buscando un futuro mejor. Otra curva más. La definitiva que cambiará sus vidas.

Pero la curva 5.555 era diferente a las otras. Traidora. Despiadada. Nociva. Una alimañana vestida de grís.

Y juntos, en lo bueno y en lo malo, se dieron cuenta de que algo fallaría en el último momento. Para ella fue una fuerte intuición. Un dolor punzante en la boca del estómago. Para él, una certeza. Y una elección: hacia la derecha o hacia la izquierda.

¡Zas!
Descontrol. Deriva.
Un zarpazo brutal.
Nervios. Lágrimas. Gritos.
Temblores. Mimos. Nervios.
Un abrazo consolador.
No pasa nada, ya verás.
¿Qué hacemos?
Abre los ojos, ¿puedes abrir los ojos?
Tengo miedo.
Tranquilízate. Agárrate a mi mano.
¿Y Él? ¿Dónde está Él?
Tranquila, Él está bien.
Estoy aquí, cariño. Perdóname.
No me digas eso. Eso no, por favor.
Trata de ponerte de pie, ¿puedes?
Estoy bien. Sólo tengo miedo.
Ya estáis juntos ¿ves?
Cariño…

Y Ella vio a su ángel. No tenía alas. Su traje no era blanco. No era rubio. No era rollizo. Ni sabía volar. Llegó andando despacito por el asfalto. Y cuando la miró de frente, sus ojos estaban al borde del llanto, mientras repetía su nombre como en una letanía.

Fue en la curva 5.555.
¿Quién iba a saberlo?

...ooo000ooo... ...ooo000ooo... ...ooo000ooo...

Y ahora os dejo con unas escenas de la película: "Meet Joe Black" (1998), en castellano titulada "¿Conoces a Joe Black?", altamente recomendable si todavía no la habéis visto (magníficas interpretaciones de Brad Pitt, Anthony Hopkins y Claire Forlani). Y si ya la habéis visto, pues podéis repetir porque es una película que siempre emociona.

Joe Black es el nombre que le inventa el Sr. Parrish (Anthony Hopkins) a la muerte.




Curiosidades: Jon Bon Jovi se inspiró en esta película al escribir esta canción:


34 comentarios:

El Pinto dijo...

Ahora que estoy a punto de ponerme en camino, siento que los pelos se ponen de punta. Uno intenta sentir la prudencia en los desplazamientos, intenta trasladar a los de su entorno, pero la vida tiene tantos matices entre el negro y el blanco, que resulta oportuno vivir sintiendo en lo posible la caricia del aire.
Me alegra leerte ùes entiendo que estás fresca y dispuesta ante las teclas, diría de nuestras vidas.
Un fuerte abrazo

fonsilleda dijo...

Magnífico relato neniña. Me has dejado con el corazón latiendo, supongo que al unísono de los protagonistas, en esa curva 5.555.
La película es buena, totalmente de acuerdo.
Biquiños

P.D. ¿Cómo vas?

Alegría. dijo...

Me gusta tu relato, muchísimo.
Me encanta la película, y no soy nada fan de Brad Pitt.
¿El 24 de mayo? ¿O en septiembre?
Un beso.

Alegría. dijo...

... por supuesto que las fechas, no son nada importantes:-) Tienes toda la rzón, y lo siento así.

Maripaz dijo...

Muy bien escrito, lo he vivido con intensidad. La peli, la vi hace tiempo y me gustó, la voy a ver de nuevo, gracias por recordarmela.
Cuidaté
Biquiños

Titajú dijo...

Vi la película hace muchos años, y ya me había olvidado de ella. De quien no me olvido es de la Muerte, sé que acecha en cada esquina.
Este año se ha llevado a alguien muy querido, pero hay años peores.
Esperemos que este verano no tenga que trabajar mucho.

Abedugu dijo...

No estaría mal que los que van a salir de vacaciones leyeran este texto para ver si ponen un poco de cuidado y no dejan la vida por el camino.
Espero que tu pierna esté mejor.
Un abrazo

Rubén dijo...

Bueno, afortunadamente todo quedo en un susto. Piensa que el accidente habría sido peor en la curva 666.
Besos y buen fin de semana.

TORO SALVAJE dijo...

Jo.
Me ha impresionado.
Que miedo verdad?
Tanto riesgo asusta.

Besos.

jg riobò dijo...

Riesgo fatal de la velocidad.

Myriam dijo...

¡Ushhhhhh qué vértigo!

Myriam dijo...

...y que dolor, curva para no olvidar: 5555555555555555555555555.

Paz Zeltia dijo...

Joe black no estaba na curva 5555; e o señor Morte sen duda non vai ter a cariña de anxo que tiña Brad Pitt nesa película (antes de pasar polo bisturí, que os anos non perdoan nin a B.P.)
Eu agora non a quero ver. Pásame con algunhas películas que sei que se as volvo ver non me van gustar, ou lle vou ver defectos que no seu día lle perdoei. Manías. Incluso me pasa coas persoas!!! ás veces prefiero quedarme ca experiencia vivida e non añadir novas vivencias que sei que me farían variar o meu concopto...

O relato este da curvaaaaa, está xustiño para acojonar a quen van de vacacións por carretera! jajaja.

Boas noites e que durmas ben, (coa perna en alto)

paideleo dijo...

Acabo de actualizarme co teu blogo e entristeceume a túa caída.
Que millores !.

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

lo cierto es que no basta con tu prudencia hay que contar con el de los demás ...besos

Antonio Misas dijo...

En el último viaje que hice, en la R4 de Madrid, el coche que iba delante, en una recta, no en una curva, se metió contra el quitamiedos de la izquierda, rebotó y se quedó cruzado en el carril derecho, me había adelantado hacía menos de un minuto, no se en que iba pensando la conductora que se quedó inmovil, me chocó su pelo todo despeinado y sobre la cara. Menos mal que llevabamos cierta distancia.
La película la vi hace mucho y me gustó, si.

Besos

PD: El enlace a la Canción de KEANE está pinchando el título.

Alís dijo...

Según iba leyendo, totalmente metida en la historia, iba pidiendo "que no se mueran, por favor, que no se mueran"... pero qué bonito final para llevárselos, a pesar de lo terribles y cotidianos que son ya los accidentes. Me conmovió.
Y la película, ay... no me cansa volver a verla, nunca.
Si tu lesión nos da entradas como ésta, casi que me voy a alegrar...
Mejórate
Besos

Andy Pática dijo...

Le dan a uno ganas de no tomar más curvas, pero no hay otra...
Así que con cuidado.
De todas formas ha servido para que hagas un relato muy bueno.

Un beso!

ALBINO dijo...

Dime donde está la curva, para evitarla, aunque en realidad las curvas que yo ahora recorro no pasan desde Bastiagueiro hasta A Coruña. La próxima será a Bergondo, pero por uno y por otra, se dilatará mucho tiempo.
Cuidate mucho y curate pronto.
Y la película, procuraré verla.
Un beso

Carlos dijo...

Lo bueno de las curvas (como de las decisiones) es que siempre se puede frenar antes de tomarlas.

Un beso grande.

maría dijo...

TENGO EL CORAZON EN LA BOCA...

Chus dijo...

Me he encantado tu relato, ha sido una buena manera de empezar este domingo leyendo algo tan hermoso y lleno de sentimientos, apropósito, lo tuyo si que ha sido mala pata y en pleno verano, lo siento de veras, espero que no te aburras con tanto tiempo libre que vas a tener y ante todo gracias por contestar a mi correo me he llevado una pequeña alegría con lo que me has contado, se que últimamente no me dejo ver mucho, pero es que estoy demasiado ocupada, un beso y mejórate pronto

irene dijo...

Tenía el alma en vilo, yo, siempre tan pesimista, pensé que iban a dejar de estar juntos, pensé que uno se iba y el otro no, afortunadamente siguen juntos, y ninguno se fue, ¡qué alivio!
¡¡¡Cuidado con las curvas!!!
Un biquiño, Aldabra.

Chousa da Alcandra dijo...

As curvas son moi perigosas, pero teñen un punto adictivo que fan das rectas unha viaxe moi anodina...

(Perdoa a frivolidade, pero e que como todos comentan tan ben sobre o asunto...alguén ten que rachar!)

Bicos facendo sssss

Belén dijo...

Yo paso muchas curvas para ir al curro... espero que no me encuentre a mi ángel...

Y siempre he preferido el cielo sobre berlín, los sucedáneos me ponen nerviosa...

Besicos

josef dijo...

Buen relato me ha gustado. Por un lado lo que nos instruye, y por otro al halo mágico que adorna el final...
Un beso y un abrazo.

Camino a Gaia dijo...

Sé lo que hace el ángel de las curvas. Eran las tres de la mañana. No lo había oído antes, pero pude reconocer el ruido del impacto. No sabía que viajaban dos personas. Los faros permanecían encendidos, deslumbraban. Me dejé guiar por un lamento que salía de entre los hierros torcidos. Hacía que los cristales rotos parecieran esquirlas de dolor.
No podía distinguir gran cosa, pero al poner mi mano en el suelo sentí la calidez, la humedad y los dedos sumergidos en una carne que ya no palpitaba. Pensé que correspondía sentir espanto, pero solo el gemido entre los hierros del otro ocupante me conmovía. El ángel estaba allí, pero el miedo no había tenido tiempo de llegar, ni tan siquiera la angustia o la confusión. Mientras mis ojos empezaban a habituarse a la penumbra, a distinguir el lugar donde mis manos se habían empapado de fluidos vitales, unas extrañas palabras surgieron en mi mente: "Aquí ya no hay nadie"
...Y me apuré en auxiliar a quién aún vivía.

Un saludo

Anónimo dijo...

Me has logrado acojonar vivo y no he podido salir con la moto. Él si, él como todos los domingos a la cruz verde con el reto de la gente. He tenido que esperar a verlo llegar para contestarte
Un beso

Unknown dijo...

Las curvas, tan lindas y tan traicioneras a veces, hay que tener cuidado siempre. Ya podía haberse enrollado el ángel y dejarlos juntitos un tiempo más. La peli la vi hace poco y me sorprendió gratamente. Brad Pitt un bombón.
A ver si te localizo una sirena y te la mando.

iliamehoy dijo...

Qué lástima no tener más tiempo para poder disfrutar de tus palabras!!!!
Genial, trepidante, masticando el miedo en cada curva.
Una sonrisa

Juanjo Montoliu dijo...

Ojalá fueran así los anuncios de Tráfico.

PMM dijo...

Buen relato y buena película, pero sobre todo buen mensaje.
Biquiños

Anónimo dijo...

Hay momentos en la vida en la que todos pasamos por ese sufrimiento tan doloroso de ver la muerte de cerca, y percatarnos que algo ha pasado para que no sucediera de esa forma...

Uf, que dolorosa sensación.

Un beso cielo

Teresa dijo...

las motos me producen pánico