miércoles, 3 de abril de 2013

En tierras altas


Foto Aldabra: Parque Nacional de Cabañeros

En las tierras altas me siento muy frágil y vulnerable, a pesar de que todo allí es belleza en estado puro: las cumbres, el cielo tan cercano, la vegetación, las aves, los animalillos, las flores que sólo crecen en esas altitudes...
Me asusta y me impresiona sentirme tan sola, tan pequeña, tan lejos de todo y de todos, enfrentanda a mi yo más profundo y oscuro.
Pero es así como tiene que ser.

Ni siquiera le cuento a casi nadie que voy allí arriba cuando no encuentro ota salida. No todo el mundo comprende que, a veces, el mundo a ras de suelo, sobrecoge el corazón y lo aprisiona tanto, que el único modo de que la presión disminuya es subir y subir, todo lo que soy capaz, hasta esas tierras agrestes que ya reconozco como viejas amigas.

Sólo Congo sabe de esos viajes porque sólo él tiene la paciencia y la templanza de esperarme con la misma confianza de antes de partir.


   

22 comentarios:

MucipA dijo...

Un espacio bellísimo donde poder respirar y encontrar tus propias respuestas en los momentos difíciles.
Espero que encuentres la salida después de ver las cosas desde otra perspectiva y tu gente virtual también comparte de alguna manera esa confianza de esperarte con la misma confianza de antes de partir.

Ánimo y biquiños.

peke dijo...

O lugar é precioso. Supoño que axuda a atoparse a si mesmo. :)

Pluvisca dijo...

El alma se limpia...tomamos aire puro para nuestro interior y vemos las cosas desde lejos...

Congo te ama, por eso lo sabe, por eso confia

Siempre me emociona leer lo que escribes

Besos

TORO SALVAJE dijo...

Ahí el mundo debe verse de otra manera.
A que si?

Besos.

labertolutxi dijo...

En la naturaleza yo me siento pequeña, pero bien, es como si estuviera en mi verdadera dimensión y todos los problemas se minimizaran.
Es como una forma de dejar de mirarse el ombligo.

bss. Escaladora.

mariola dijo...

Cada uno busca una válvula de escape.
Dejarse arrastrar por la naturaleza, escuchar el sonido del viento en las alturas, cerrar los ojos y mirarse por dentro...sentirse uno fundido con el entorno...dejarse llevar.
Esos momentos podemos arrartarlos también a nuestra vida cotidiana, uno se hace mas humilde, mejor persona y se va encontrando en un nuevo espacio nuevo de conciencia.
Los problemas dejarán de ser tan grandes, verdad?
bicos Aldabra.

O SuSo dijo...

No había caído en que tal vez el subir y subir hace que disminuya la presión atmosférica, el sistema de respiración varía y puede que eso influya en el sentir general.

Deseo que esta escapada te haya sido fructífera, y que los de abajo te acojan como Congo, sin espectativas.

Bicos

Manuel R. dijo...

Todos tenemos un refugio secreto, real o metafórico. El tuyo tiene que ver con la huída hacia la naturaleza, a un lugar que te proporciona paz y donde sientes que tus problemas no pueden alcanzarte.

Espero que los motivos que te han llevado a refugiarte, se vayan disipando. Todo tiene remedio, menos la muerte.

Un abrazo, Aldabra.

Myriam dijo...

Maravilloso texto, Aldabra y ese Congo, pues... ¡también!

Besos

Paco Cuesta dijo...

Cuando hablamos de tierras altas, solemos decir: "he hecho, o he conquistado tal montaña" y no es cierto, son ellas las que nos conquistan.
Besos de un montañero.

Maripaz dijo...

Un texto precioso y un mensaje que me ha llegado dentro.
Bicos.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Hay que subir muy alto muchas veces. Para tomar aire.
Besos.

Merche Pallarés dijo...

Desde la cima todo se ve tan diferente... Besotes, M.

Asun dijo...

Yo sí te entiendo. En esas alturas la pequeñez que una siente suele ir acompañada de una sensación de libertad.

Besos

Ele Bergón dijo...

Desde las alturas, todo tiene una visión más amplia, más limpia, más libre y mucho más relativa. Es bueno subir solo o sola a las cumbres. Creo que nos hace mucho bien.
Besos

Luz

virgi dijo...

Serenidad, libertad, amplitud de miras, comprensión.
Allá vamos, donde calmar nuestras ansias.
Besitos

Alma en el verso dijo...

Excelente forma de terapia, todo un bálsamo para recuperar el tono vital.
Un abrazo

Claire dijo...

A mí me pasa algo parecido. Cuando estoy en el campo y doy largos paseos disfrutando de la naturaleza me relajo. Es como si dejara apartada mi vida con su preocupaciones y demás... Y ahora que llega el buen tiempo hacer alguna escapadita es una gran tentación...
Un abrazo.

guillermo elt dijo...

Siempre que he subido a algún monte desconocido, he ido con el ánimo de descubrir el paisaje del otro lado y poder admirar su belleza.

De Congo... Bueno, no creo que pueda llegar a pensar que te mutes en ave, te salgan alas y eches a volar, aunque... quién sabe si él estuviera ya en pleno vuelo y surcarais juntos el cielo.

Qué bonito es lo que encierran esas 2 últimas lineas.

Besicos Muchos, Mi Amiga.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Leido después de la siguiente entrada cobra significado...
Besos.

Ulyses Nemosin dijo...

Qué grande Congo, qué bello lo vuestro.
Qué hondas palabras, "con la misma confianza que antes de partir".
Os admiro. Felicidades. Un abrazo

Chela dijo...

Al tomar distancia, sobre todo si es desde la altura, todo lo que abajo nos parece grande, pierde importancia y se ve pequeño, insignificane, y entonces nos sentimos capaces de acometer cualquier empresa.
Disfrua de ese aire limpio que renueva.

Biquiños.