viernes, 13 de agosto de 2010

Sara

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Sara quería a Goyo todo lo más que se puede querer a una persona. Al menos eso es lo que ella sentía y para ella, era más que suficiente.

Si tuviera que escoger un momento del día en el que su sentimiento fuera más intenso, aunque todos lo eran, cuando más quería a Goyo era por las mañanas, en el desayuno, esparciendo la mermelada de melocotón sobre las rebanadas de pan tostado. En estos momentos, Sara notaba en todos los poros de su piel, un cosquilleo relajante y su amor se manifestaba de forma reposada y serena, al mismo tiempo que se derramaban dos lágrimas sobre el descafeinado exprés. Siempre dos, ni más, ni menos.

Goyo intuía que Sara estaba entregada en cuerpo y alma a aquella relación porque a modo de juego, Sara siempre se lo dejaba caer:

- Si supieras cuanto te quiero te daría miedo, le decía a menudo a Goyo.
- Pues querer demasiado no es bueno, te lo he dicho muchas veces, le contestaba Goyo, paciente.
- Lo sé. Era una broma, tonto. En realidad no te quiero tanto.
- Menos mal porque me estabas asustando.

Pero el tiempo que es muy sabio también había puesto a Goyo en su lugar. Después de los dos primeros años, había empezado a experimentar, lo que los demás decían que era estar enamorado. Porque si echaba de menos a Sara cada día que no estaba a su lado; si deseaba su cuerpo menudo todas y cada una de las horas de cada día; si no conseguía dormir bien por las noches, a no ser que se agarrara fuertemente a ella, en la cama de sábanas blancas… Eso tenía que ser amor. Y amor del bueno, añadirían algunos. Aunque él se negara a reconocerlo con una palabra.

Al principio Goyo había sentido miedo. Sí, la sensación de necesidad y dependencia, nuevas para él, hacían que se sintiera más débil y desprotegido. Pero a medida que había ido afianzándose la relación y lejos de lo que podría imaginar, las molestias de esa necesidad habían ido desapareciendo, dejando paso a una complacencia casi tontuna.

¡Ay! (Suspirando)

Sara fue la que primero notó los cambios, incluso antes que el mismo Goyo se diese cuenta pero no dijo nada. Nunca había dado importancia a los nombres o a las etiquetas. No le importaba en absoluto, que Goyo se empeñase en decir que no estaba enamorado. Ella sólo entendía de sensaciones, emociones, gestos, detalles, atenciones…

Los dos estaban a gusto, se reían, tenían muchas cosas en común: el cine, la música, los paseos, se deseaban como el primer día y hacían planes de futuro juntos. Sara era feliz con Goyo y Goyo era feliz con Sara. Y eso era todo cuanto tenían que saber.

Con amor o sin amor.

La fotografía es de aquí.
(me encantaría tener una foto así)

30 comentarios:

matrioska_verde dijo...

Este texto quiere ser (no sé si lo consigue) una reflexión acerca de lo que es el amor para cada uno y la importancia de etiquetar o no las relaciones.
¿Estás enamorado?
¿Lo quieres?
¿Qué harías por él/ella?
¿Te imaginas tu vida sin él?
Es que no sé lo que siento...
Me gusta mucho pero, nos falta chispa...
Cosas que todos hemos escuchado alguna vez.
Biquiños,

josef dijo...

Ay, amiga mía. el amor nos trae de calle. Pero, que bueno es ese amor del que hablas, es el emor de verdad.
Felicitaciones por tu desescayolamiento jajajaaj. Menuda palabraq me saqué de la chistera.
besos.

LLONXANA dijo...

En el amor no hacen falta balances: ni cuánto me quieres, ni cuánto te quiero. Es un sentimiento al que mejor no buscarle el por qué. A pesar de lo reflexiva que te quieres mostrar ¡qué romántica te has levantado hoy Aldabra!

Un gran beso.

aapayés dijo...

Retomando las visitas y lecturas después de mucho tiempo ausente.. me detengo con respeto ante tus escritos.. con un gusto inmenso..

Un abrazo
Con mis
Saludes fraternos..

Que disfrutes un bello fin de semana..

Dilaida dijo...

Es que el amor es muy particular y personal.
Bicos

ALBINO dijo...

Todos hemos sentido esas sensaciones y todos, al menos llegada mi edad, hemos pasado por cumbres y por valles, pero eso yo ahora vivo en la llanura.
Besos

jg riobò dijo...

Los ojos expresan la verdad.

tonet dijo...

Que pena que tengamos que ponerle nombre a todo. ¿Tan teriible sería qué no existiera la palabra que defina nuestras emociones? Sólo sentir... sería más fácil.
Fantástico.
Besito

oliva dijo...

Lo importante es que Sara y Goyo disfrutaran de tantas cosas juntos, eso es lo que hay que tener en cuenta. Hacer las cosas sin preguntar antes: cuanto te quiero? estoy bien contigo? estas bien conmigo? cuantas cosas tenemos en común? todas estas preguntas y más a veces sobran si se vive el día a día.

Me ha gustado mucho todo el texto, pero las rebanadas con mermeladas de melocotón debe ser el momento más dulce para compartir con la persona que se quiere. Conozco alguien a quien le gusta las rebanadas con queso (otro par de lágrimas...). Es muy bonito, de veras.

La canción de Elvis Costello, es de la más romántica.

saludos.

Rubén dijo...

Es una buena descripción de una bonita relación amorosa: amistad, camaradería, complicidad, empatía, pasión... todo eso, y mucho más, es el amor, aunque no se use tal palabra o no seamos conscientes o capaces de definirla.
Besos y buen fin de semana.

Paz Zeltia dijo...

Esa manía que tenemos de etiquetarlo todo; para todo debe haber un nombre
. Incluso el mismo sentimiento tiene matices, y también necesitamos nombres para esos matices.
Qué sería de nosotros sin las palabras!, sin embargo, a veces las palabras sólo sirven para crear dudas, confusión, fosos.
te quiero como una madre, esposa, hija, amante, hermana, amiga (¿quedan cortas las etiquetas, verdad? nunca terminaríamos de producir etiquetas y aun así no bastarían para etiequetar todas las clases de relaciones de amor-afecto que existen)

Carlos Sousa dijo...

Buff, o amor... cantas cousas se fan por amor, cantas satisfaccións e o mesmo tempo cantas decepcións se pasan.

Quen quere máis a quen? Chorradas, cada un á súa maneira.

Un bico, con cariño.

Silvia dijo...

Qué precioso relato. A esa clase de amor me gustaría optar. Un abrazote

Sunny dijo...

Precisamente tuvimos mi marido y yo una conversación acerca de estar enamorado. Pero ni yo puedo saber lo que para él es estarlo ni él lo sabrá de mí. No sé si me explico, cada uno siente de una forma diferente el amor y, al fin y al cabo, si se está agusto juntos ¿ qué problema hay?
Es mi humilde opinión.

Me alegro de que vaya todo bien. Sigue así de fuerte y en un pis-pas estarás del todo recuperada.

Besinos.

Alís dijo...

¿Para qué buscar el qué y el porqué cuando estamos a gusto con alguien? Se trata de disfrutar mientras se está bien. Si algún día deja de ser así, ya se verá.
Los nombres no son importantes; las sensaciones, sí.

Besitos

¿Ya te desescayolaron? ¿Ayer? ¿Cómo estás?

Chela dijo...

Es dificl buscar una definición de amor que sirviera para identificar sus muchos matices y las muchas formas y diferentes momentos que cada uno experimenta. Lo más importante es vivirlo, disfrutarlo.

Aldabra, me alegra que estés bien del todo, te expresaba este deseo en un comentario al tuyo en mi blog.

Un fuerte abrazo, he leido los posts anteriores, los del viaje, el de los vibradores.Todos como siempre estupendos

Un fuerte y cariñoso abrazo.

Julio César Carranza dijo...

La felicidad sin amor no existe. Sara y Goyo se aman aunque no lo digan.

No deberiamos de cohibirnos en expresar lo que sentimos, si ese sentimiento no es negativo o dañino para alguien.

Un abrazo Aldabra.

Que, Jehova, el Dios de amor y paz te bendiga.

A nena do paraugas dijo...

O amor pasa por demasiadas fases, ao longo da súa historia. Por tantas que ás veces pode chegar a confundirse o amor co costume de amar, aínda que este non é o caso, polo que percibo.

Un bico.

Belén dijo...

Yo soy como Goyo, con terror a la dependencia que (erróneamente) se cree que es el amor :)

Besicos

Chousa da Alcandra dijo...

Qu'est-ce que c'est l'amour, Aldabriña?.

Abedugu dijo...

Lo más importante es estar bien con la persona que comparte tu vida, se le llame amor o se le llame cualquier otra cosa y por lo que se ve esta pareja disfruta de lo que no muchos logran.
Buen fin de semana

Maripaz dijo...

Llamese, amor, sentimiento, pasión...lo importante es vivirlo. Y cada persona lo vive de una manera muy particular.

Me alegro mucho que tengas tu pierna libre!! te deseo una pronta recuperación total.

Bicos

Maripaz dijo...

Ah!se me olvidaba, que fotografias tan buenas las del fotógrafo que nos muestras.

Carlos dijo...

Piedra libre Aldana sn el corsé del yeso (reconocería esas piernas bajo cualquier circunstancia) :)

Naa más bello que amarse sin rótulos, Sara los sabe.

Un beso de alegría compartida.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

A veces, basta.

matrioska_verde dijo...

Graciñas por pasaros por aquí y dejar vuestros comentarios.

biquiños,

Anónimo dijo...

Pero si estas con una persona, si convives con ella, es que algo hay, ¿no?... un principio de amor, de cariño, de pasión, de algo.. no se, o una conjunción de todo a la vez.... Si no hay amor, no tengo nada....

Un beso cielo

fonsilleda dijo...

No hay que hacer demasiado caso de las etiquetas. Piensa, por ejemplo, en las de los precios en rebajas....
¿Qué más da cómo se llamen los sentimientos?

Juanjo Montoliu dijo...

Un relato precioso, y cierto. Damos demasiada importancia a las etiquetas y a las margaritas. Me quiere, no me quiere no son realidades absolutas.

Besos.

Anónimo dijo...

No puedo dejar de escribir en esta entrada, porque me ha encantado. Es una de las entradas que más me han gustado de tu blog... y la canción es preciosa... No sé, describe muy bien los dos puntos de vista , un antes y un despues. No sém que decir Aldabra,simplemente PRECIOSO!!! :)

Bikiños