martes, 12 de febrero de 2013

Goyo


la imagen es de aquí

Estoy desesperada y no sé a quién pedir ayuda. Tienes que venir.

Antes de continuar, decirte que no me parece bien que en vez de presentarte en casa como es de recibo te metas en mis sueños sin consentimiento. No es justo.

Aunque de todos modos debo darte las gracias. Desde luego tengo que reconocer que te haces notar de una forma muy original. Y el nombre que has escogido para el dragón me encanta: Goyo. Cuando se lo dije a Expiro se sinceró conmigo:

- ¡Uf, menos mal! Expiro no me gustaba demasiado
- ¿Por qué no me lo dijiste, tonto?
- Pues porque no quería ser descortés
- Parece mentira…
- Asunto arreglado, ya está
- ¡Ay, los dragones como sóis!

Por la mañana no quise despertar a Violeta para preguntarle qué le parecía pero seguro que también le gusta. Y además, lo más importante es que Goyo está contento. Y el pobre necesita alegrías, creo yo.

Bueno, voy a contarte. Lo he intentando todo. Y cuando digo todo, es todo. Se niega a comer. Dice que no come porque está triste. En casa con nosotros se encuentra a gusto pero está erre que erre en que tiene un secreto que no puede compartir con nadie porque nos reiríamos de él. Serpi, la serpiente peluche incluso lo hipnotizó con sus ojos de botón. Pues ni con esas. ¿Tú sabes que le puede pasar a Goyo? ¿Será un asunto de faldas? ¿Tú crees que los dragones se enamoran? Tengo miedo de que se enferme por no comer. ¡Ya pasaron dos días!

Ayer estuve tres horas delante del ordenador consultando por internet y no encontré en ninguna página qué es lo que comen los dragones. Le preparé compota de manzana, flan de huevo, mousse de limón, tarta de coco, macedonia de frutas... Se niega en redondo a llevarse una cucharada a la boca. Lo que sí es seguro, que tanto Violeta como yo acabaremos por coger unos cuantos kilos, con tantos postres que nos comemos.

Si tú no vienes, no sé quién va a poder echarme un cable. Esta mañana quedaba suspirando sentado en el sofá y con la mirada ausente. Me siento totalmente incapaz porque no sé qué cuidados necesita. Le he contado la fiesta de bienvenida que haremos para celebrar tu vuelta y su bautizo oficial. Nada. Su cara sigue imperturbable y su boca cerrada a cal y canto.

En fin. Como no surja un milagro creo que Goyo... no quiero pensar en esa posibilidad porque no lo soportaríamos…

Del resto poco más que contarte. Bueno, no es del todo cierto. Ayer me pasó algo muy “guay” pero no quiero decírtelo por carta. ¿Y si la carta se pierde y alguien que no seas tú la abre por curiosidad? Vamos, que me moriría de la vergüenza. Porque es algo…

Vale, sí, te lo contaré, como dices tú siempre: “Antes revientas”. Y no quiero que me digas que soy perversa y retorcida y que me gusta dejarte intrigado. Pero cada cosa a su tiempo.

Tengo que dejarte ya. A ver si me puedo escapar hasta casa un momentito para echarle un vistazo a Goyo.

P.D.: Te envío como siempre montones y montones de besos y decirte que eres mi última esperanza. Te quiero, cariño.


20 comentarios:

Pluvisca dijo...

Goyo, me gusta el nombre, es bonito y cálido como los dragones

Yo creo que se alimentande amor y un poquito de hierba, asi que solo le falta lo segundo...

Me encanta lal ilustración!!!

besos

Francisco Méndez S. dijo...

Muy entretenida esta historia, Goyo es un dragón amigable y muy simpático, no sé de que se alimenta, pero creo que el se encargará de su alimentación.

Besos

TORO SALVAJE dijo...

Los dragones comen nubes de tormenta.

Besos.

Lunática Shop dijo...

Uff, tiene toda la pinta de estar enamorado..lo malo es que no sé yo si habrá mucha dragona por ahí suelta...pero lo mismo se enamoró de la luna..o vaya usted a saber..
Prepárale un caldito que repone más que un postre jjjj
Besos obesos

El Pinto dijo...

preparé compota de manzana, flan de huevo, mousse de limón, tarta de coco, macedonia de frutas...
Me gustó tu dragón y me apunté a su menú
Bs

Chousa da Alcandra dijo...

Cóntalle ao dragón eso que te faría morrer de vergoña que a carta me chegase a min. Igual che come así.

:-)

Abejita de la Vega dijo...

Goyo es un buen nombre para un dragón y le gusta cualquier cosa que le des con cariño.

Biquiños

Anónimo dijo...

A un dragon solo se le da yogur.
El dragon tiene muchos ardores estomacales,padece de molestias intestinales y eso el yougur es su salvación,sobre todo si este es organico y natural,con todas sus cualidades naturales.Un beso con yougur en la naríz guapetona!mua!

Myriam dijo...

Tu Goyo parece un dragón tierno que promete muchas aventuras...

Besos y a la espera

Paco Cuesta dijo...

..... el dragón se puso bueno cuando regreso Ausencia y todos. Todos, fueron felices y comieron lacón con grelos.
Que se mejore

Pedro Sánchez Negreira dijo...

Me gusta este Goyo, Aldabra. Cualquiera que deja de comer por pena merece mi simpatía.

Pero me gusta más aún la forma de pedir que vuelva, envuelta en una historia de fantasía.

Un abrazo.

Inma dijo...

Ni se te ocurra darle pienso a Goyo, todo comida natural y con mucho azúcar. No se nada de dragones. Regresare a ver si contigo aprendo algo.
Biquiños y a seguir soñando
Inma

Atlántida dijo...

Goyo! creo que lo hace mucho más humano que Expiro, aunque los dos los hubiera barajado si yo también tuviera un dragón. Me tiene intrigada su secreto, aunque dudo que le gusten mucho los postres caseros, de pequeña leía un libro del Barco de Vapor, llamado Ingo y el dragón, tu historia me lo recuerda a cada rato y me pone nostálgica, quien sabe, a lo mejor ahí encuentras algo de información.

mariola dijo...

Una historia tierna, un dragón amigable y muchas posibilidades con este nuevo relato!
Espero que la ayuda llegue pronto, que Goyo tiene que mantener ese enorme tipo.
un beso.

pancho dijo...

Mal de amores, a tu dragón se le hace un nudo en la boca del estómago que le quita el hambre.
Bonito relato con distintos finales.

Un abrazo.

Maripaz dijo...

Me ha cautivado Goyo, se le ve muy bueno a pesar de que no tienen muy buena fama a veces.
Eso si, me apunto al menú...

Unknown dijo...

No te preocupes, el ogro que muchos tenemos en casa, mas o menos escondido, pasa por malas épocas, Tranquila que aguantan mucho sin comer, un día se despiertan felices y vuelven a soplar fuego...

Alma en el verso dijo...

Me gustan los animales y jamás haría nada que les perjudicara pero montar una pastelería en casa con el único propósito de que un dragón coma, para mí excede la linea de lo razonable, claro está que cada cual es libre de hacer lo que quiera mientras no se perjudique a nadie. Goyo debe estar alucinando, por cierto que el nombre me ha gustado.
Un abrazo

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Qué ternura en el relato.

Tesa Medina dijo...

Prueba con girones de niebla bien esponjosos, pero para mí que siente melancolía de aventuras y espacios abiertos, pues por mucho que lo miméis los dragones se oxidan bajo techado.

Un beso,