viernes, 22 de octubre de 2010

Una vez a la semana. V. El pasado siempre vuelve.

elegante-sillon-vintage-negro

Ana  A: (Paciente)
Raimon/Rai R: (Terapeuta)

A - Hola Rai, buenos días.
R - Hola Ana, ¿qué tal?

Ana se deja caer desmadejada sobre el sofá de cuero y le pide a Rai un cojín. Le dice que necesita sentirse agarrada a algo. Rai se lo acerca.

A - Pues... Estoy muy cansada, Rai. Agotada. Casi sin fuerzas para nada. Hoy es mi último día de vacaciones, ¿sabes?  
R - ¿Y qué tal han ido? ¿Lo has pasado bien con tus amigas?
A - La verdad es que al final no he estado mucho con ellas. Es que...

... (silencio)

A - En realidad quise ir con ellas porque en Santander, el lugar a donde  fuimos, vive Jaime. Nunca  te hablé de él. Jaime fue un amor de la facultad. Nunca hubo nada entre nosotros pero nos gustábamos mucho y nos queríamos, también. Él tenía novia y yo sabía que no iba a dejarla. Jaime es Jaime y es muy... como te diría, ¿tradicional? Llevaba algunos años ya con Elena y yo sólo era... Bueno, no sé muy bien qué era para él en aquel momento. Tal vez fuera un soplo de aire fresco, muy diferente a él, de otra clase social y muy loca. El caso es que hemos seguido manteniendo contacto, eso sí, en secreto. Elena jamás le dejaría mantener una relación con otra mujer. Nos hemos escrito correos, alguna postal, alguna llamada de teléfono y algún café de refilón en algún que otro viaje. Pero...

... (silencio)

A- En este viaje yo ya sabía que quería ir a por más.
R - ¿En qué sentido?
A - ¿En cual va a ser, Rai? ¿Es que no me conoces ya?
R - Puedo intuirlo pero quiero que me lo cuentes con tus palabras.
A - Eso pensaba. Dame tiempo...

... (Silencio)

A - Pues quería acostarme con él. Porque estoy harta de imaginarme una y mil veces como sería hacerlo con él, con Jaime, mi amigo de noches largas y charlas sobre todo lo divino y lo humano. ¿Sabes? Jaime era muy facha en la facultad y lo sigue siendo creo... y yo muy roja, y eso, aunque parezca una tontería siempre me producía mucho morbo. ¿Lo harían igual los de derechas que los de izquierdas? ¿Serían más recatados o más desaforados? Sé que es una chorrada, puedes reírte abiertamente, lo entenderé.
R - Sabes que respeto todo lo que decís en la consulta, no tengo porque reirme de nada ni de nadie, no soy quien.
A- El primer día que llegamos a Santander le envié un mensaje al móvil y le dije en que hotel estábamos. Como te imaginarás pedí habitación individual porque de antemano sabía que desde luego iba a intentar que pasase. Y Jaime me contestó en seguida, diciéndome que estaba libre al día siguiente. Así que obviamente, hablé con mis amigas y esa tarde me quedé en el hotel a esperarlo. Fue...

... (Silencio)

A- Todo fue como había imaginado. Bueno, para ser más exacta fue todavía más inesperado. Nada más entrar en la habitación nos abrazamos. Era nuestro primer abrazo a pesar de nuestra amistad de años. Habíamos sido siempre muy cautelosos intentando no traspasar esas barreras que separan la amistad de algo más y así evitamos tanto como pudimos el contacto físico: un roce de manos, el abrazo o los besos cerca de la boca... Así que nuestro primer abrazo fue... te puedes imaginar, Rai. Nada más sentirme rodeada me puse a llorar como una estúpida. Supongo que mis lágrimas eran fruto de la emoción contenida tantos años. Pero nada más despegarnos empezamos a besarnos como lobos heridos, con pasión, con rabia, con prisa. A medio desnudar llegamos hasta la cama... pero en seguida me di cuenta de algo. Jaime ya no era el joven de la universidad. Estaba gordito, tenía entradas, barba con canas y algunas arrugas... A mí me parecía todavía uno de los hombres más guapos del mundo mundial  pero aún así le pedí que corriese las cortinas. Quería hacer el amor, más que con Jaime, con la imagen de Jaime que había en mi cabeza y para eso prefería no ver su cara mientras estábamos haciéndolo.

... (Silencio)

A - No fue ninguna maravilla, la verdad, no me voy a engañar. Una primera vez así nunca puede salir bien porque hay demasiados factores en juego pero aún con todo fue... El cuerpo de Jaime me quemaba como el fuego de siete volcanes. En todo momento sentía mi cuerpo como lava que se desliza montaña abajo. Y me sentía caer. Y caí. Y al llegar otra vez a la habitación del hotel fue cuando lo supe. Tuve la certeza de que aquello no tenía que haber pasado, Rai. O sí. Estoy hecha un lío.
R - ¿No era eso lo que querías?
A - Sí y no. Su amor por cumplir siempre estaba ahí en la recámara. Y ahora me siento vacía, Rai. Apagada. Triste. No tengo ya nada por lo que suspirar en mis momentos más bajos, esa esperanza ciega que era su amor, el que un día se realizaría porque tal vez llegara a separarse de Elena y vendría a por mí, vestido de caballero medieval y me diría que todo el tiempo pasado había pensado en mí y en lo nuestro y que por fin ya podíamos estar juntos.
R - Pero no te dijo nada de eso.
A - No Rai, no me dijo nada de eso. Cuando terminamos de hacerlo se separó de mi cuerpo y se puso a mirar al techo. Aunque la habitación estaba bastante oscura pude ver sus ojos fijos en la nada. No sabía que decirme, estaba claro. Yo sí le hablé. Le conté todo lo que había pasado por mi cabeza mientras me penetraba, mientras acaricicaba mis pechos, mientras lamía los lóbulos de mis orejas... pero Jaime no podía decir nada. No tenía palabras. Y le pedí que se fuera, que necesitaba estar sola, que le llamaría al día siguiente.
R - Pero no lo hiciste.
A - Tuve miedo, Rai. Y sé que él también lo tuvo. Todo aquel calor que sentimos nos desbordó...

... (Silencio)

A - Jaime estuvo llamándome cada día mientras estuvimos en Santander pero siempre obtuvo la misma respuesta: que no podía verlo, que estaba muy asustada. Y sin insistir me decía: Mañana vuelvo a llamarte... Al volver a casa tenía una carta suya en mi buzón de correo. Y me dice que... Me dice que siempre me ha querido, que ni un sólo día se ha olvidado de mí pero...
R - No puede estar contigo.
A - Sí, exactamente. No  puede estar conmigo ni ahora ni nunca. Dice que él sintió lo mismo que yo pero...
R - Está Elena.
A - Y yo no puedo dormir, Rai, ni comer, ni hacer nada de provecho. No paro de darle vueltas a la cabeza y estoy agotada. Dejo pasar las horas sentada en el sofá del salón, a oscuras y vuelvo a imaginarlo todo punto por punto... Jaime detrás de la puerta comiéndome a besos, Jaime dentro de mí, Jaime jadeando, Jaime susurrándome cuanto le gusta...
R - Todavía le quieres
A - Sólo sé que el pasado siempre vuelve, Rai y deja todo patas arriba, como cuando un elefante entra en  una cacharrería.
R - Así es Ana. Pero ten en cuenta que sólo tú eres la dueña de tu presente y de tu futuro y de decidir como encajar ese parte del pasado en tu vida actual. Sólo tú puedes decidir.
A - Lo sé, Rai pero tengo tanto miedo...
R - Lo harás bien, ya verás.

... (Silencio)

A - Se ha terminado el tiempo. Nos veremos la semana que viene.
R - Y me contarás algo de Santander.
A - Todos los sitios son parecidos, Rai, con sus rincones acogedores, los feísmos, los paisajes... lo que los hace diferentes es nuestra visión.
R-  Supongo que tienes razón.
A - Pues nos vemos la semana que viene. 
R - Cúidate, intenta descansar, ¿de acuerdo? Creo que has adelgazado.
A - Sí, un poquito. Haré lo que me dices. Nos vemos.

 

 

Os invito a escuchar esta estupenda canción.
La he descubierto esta semana en el blog Caxigalines de Rubo,
un amigo virtual de los primeros,
que escribe relatos y micros buenísimos.

Si queréis ver el vídeo de la canción pinchar aquí.

33 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Rai se habrá desinflado.
Y Jaime.
Y ella.

Tiene pinta de tragedia urbana.

Veremos.

Besos.

Myriam dijo...

"Le conté todo lo que había pasado por mi cabeza mientras me penetraba, mientras acaricicaba mis pechos, mientras lamía los lóbulos de mis orejas..."

Con esta desconecciòn del acto sexual (su cabeza en otro lado), no dudo de que ANA no haya podido llegar a ningùn orgasmo, nadie puede. jejeje

Pobre Ana, que rollo tiene.

Besos

Rubén dijo...

A veces las ensoñaciones de nuestra cabeza crean unas expectativas que nunca se cumplen, es una lata pero es así.
Besos y feliz retorno. Y gracias por tus comentarios porque me alegra que te acuerdes de mí.

Paz Zeltia dijo...

Una pieza encajada tantos años, sacarla de su sitio de pronto, desbarata un poco el puzzle. Es inevitable.
Y las decepciones también.
Entiendo lo que dice de que antes tenía esa ilusión, ese sueño, y ahora ya se ha cumplido y deja un vacío.
Puede ser que algunos sueños sean para nosotros como esa zanahoria pinchada en un palo que el burro sigue... sólo una razón para seguir.

Pero no sé, me produce rechazo pensar así. No me gusta mucho tener sueños inalcanzables, supongo que por eso,
los vacíos.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

El pasado no vuelve: somos nosotros los que volvemos al pasado.
Tienes razón, Rubo escribe muy bien.
Besos.

Maribel-bel dijo...

Todo aquello que deseamos y tenemos presente en nuestros deseos, cuando ocurre nos deja vacíos, las espectativas creadas a veces son sólo un sustento de emociones. Un beso

oliva dijo...

Vaya, ya tenía ganas de leer algunos de tus relatos especiales, que recreas con tanto atractivo y seducción... al menos, cumplió uno de sus sueños, pero a veces es inevitable y a la vez complicado, no implicarse y desear algo más.

Me agradó esta lectura. Esta chica quedará completamente recuperada con estas sesiones tan liberadoras y purgantes...

saludos.

Chousa da Alcandra dijo...

Se copio e pego o comentario de Maribel-bel quedaría fatal; pero é ben certo canto di e como o di.

Como terapia para minimizar esas situacións eu propoño montar unha "armería de desexos" para ter sempre algunha idea na recámara...

Bicos presentes

fonsilleda dijo...

A pesar de los comentarios de Maribel-bel y Chousa, lo cierto es que ocurre lo que cuentas, casi tal cual o punto por punto, mucho más frecuentemente de lo que pensamos. Seguro que es así. Por eso me ha parecido una situación y una historia muy buenas.
Otra cosa es lo que suceda cuando conseguimos "el objeto del deseo" o cómo nos quedamos.
Bicos.

maría dijo...

porq pasaran estas cosas, el ser humano es inconformistaa por naturaleza, besos, y gracias por estar siempre

Silvia dijo...

Algunos sueños es mejor que se queden en lo que son... Me están enganchando tus relatos!! Biquiños

El Drac dijo...

Pero al final entonces...¡¡era cierto!! que las consultas médicas de neustras mujeres siempre son un potencial peligro ¡vaya! ¡vaya! ¡vaya! De todo lo que uno debe cuidarse...!! Me atrapó el relato y me dejó en guardia!!

beker dijo...

Yo también comparto esa idea de que mcuhas veces alimentamos la esperanza de un sueño, a veces de manera indefinida, porque no es determinante pero si importante. Si se llega a cumplir desaparece el encanto que lo alimentó diariamente. Besos

tonet dijo...

A veces el viento te lleva a las páginas olvidadas del pasado, pero siempre serás tu la que escriba el presente. Éste es el único que puede llevarte a un futuro nuevo, reluciente...

Anónimo dijo...

hay veces que un sueño, una ilusión, un deseo, cuando es tan grande y es tan deseado, deja de serlo en el momento de conseguirlo porque al final magnificamos las cosas.

Un beso cielo

Chus dijo...

Me ha recordado el viaje que hace ya unos cuantos años una amiga mía hizo antes de casarse, porque quería comprobar que el gran amor de su vida no sería en un futuro ningún obstáculo para su felicidad, todavía hoy recuerdo cuando a su vuelta me sonrió y me dijo:¡Por fín ,soy libre!, pero esa historia no cabe aquí, pues es la historia de una de mis alpargatas y tiene su lugar reservado.
Me encanta la vuelta que le has dado a tu historia, así engancha mas, un abrazo

xenevra dijo...

Na liña de pensamento de Maribel, creo que o verdadeiro problema é que truncou o desexo da ilusión. A ilusión de que alguén, moi de dereitas, moi facha, racharía con todo o seu mundo por estar con ela. Esa é a verdade que doa. Saber que nunca acadará ese soño.
Moi chula a forma de contalo

Juanjo Montoliu dijo...

Me ha encantado el diálogo, como siempre.
Supongo que estas oportunidades hay que dejarlas pasar y quedarse con la imagen de lo que pudo ser, antes de comprobar con decepción que ya no es.

Besos.

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

Posiblemente Rai sienta por Ana, lo que esta por Jaime... ¿cuantos Rai.s habrá esperando a su platónica Ana?
Besos

Belén dijo...

Debe ser que soy negativa, pero si que creo que algunas veces el pasado vuelve, y otras...no...

Besicos

ALBINO dijo...

Los años pasan, y más para los hombres que para las mujeres. Y no digamos si pierden la línes.
Por si acaso, yo voy al gimnasio y a natación todos los dias, pero creo que he superado la barrera del tiempo.
Besos

A nena do paraugas dijo...

Cando se acada un soño, deixa de ser soño, pero sempre hai que ter outro gardado na manga e ir na súa procura, pois a realidade xa é bastante real e xa ela soíña se encarga a diario de desfacelos.

Saúdos.

susana moo dijo...

Sí, los sueños, cuando se realizan, dejan un vacío. Pocas veces las fantasías, una vez cumplidas son tan grandiosas como en la imaginación.

Me gustaría mucho saber qué pasó por la cabeza de Jaime. Es posible que a él le pase parecdido,...

Besos

jg riobò dijo...

La madurez es el resultado del paso de los años.

Anónimo dijo...

Casi siempre, lo que viene después del hecho ansiado es una incógnita. Cuando se trata de acostarse con alguien del pasado lo que viene después es muy posible que desmerezca lo soñado, pero nada es mejor que el temblor anterior a lo que ya estamos casi seguros que va a suceder, después, el recuerdo, aun siendo normalito el resultado, también tenderá a agrandarse en nosotros o quizás a guardarse en un rinconcito de nuestra mente. En todo caso he disfrutado mucho leyéndolo.
Un beso,
Miguel

Mar dijo...

Buuf que penita...Yo tengo una máxima en mi vida que hasta la fecha siempre me ha ido bien. Para empezar soy conciente de que en esta vida cualquier acción por pequeña que sea tiene consecuencias. Entonces antes de hacer nada, asumo todos los riesgos de tal manera, que cuando hago algo sé que no me voy a arrepentir. De todas formas somos tontas las mujeres y me cago en puñetero romanticismo con el que vestimos todas las cosas. Aiiins esta entrada me deja una indescriptible tristeza y un gusto a amargura en la boca.

Besos desde un faro en mitad del mar.

Mar (... La vendedora de humo)

Alegría. dijo...

Llevo también retraso contigo; de hecho, aún no he leído esta entrada, pero ni me gusta hacerlo con prisas, ni sin la predisposición: tus entradas son para disfrutar y estar concentrada.
También ando centrada en otro tema, que me quita tiempo y energías, pero ya sabes que siempre, ando cerquita y acabo poniéndome al día.
Gracias por tus palabras. Un beso y un abrazo grande.

Alegría. dijo...

¿... así que el punto? Está bien:-)

irene dijo...

Sueños y realidades, es difícil que satisfagan de igual manera, a veces he tenido la esperanza de que mi sueño no se cumpliera, por miedo a la decepción y por seguir teniéndolo.
Un beso, Aldabra.

semilla dijo...

¿acaso te has metido en mi mente para saber que esto es lo que estoy soñando desde hace meses? ¿como has podido clavarlo con tanta exactitud? el caso es que esta es mi situación y me temo que de ocurrir la escena del hotel el resultado sería el mismo que tu describes, pero a veces, el deseo o vete tu a saber qué, nos hace estropearlo todo...muy bien escrito

Alís dijo...

Demasiados años idealizando un momento como para que éste responda a las expectativas cuando se hace realidad. Y más difícil aún que se cumpla un sueño cuando nos enganchamos de un cobarde.
Para Ana, es mejor así. Ese vacío se volverá a llenar con una nueva ilusión. Y es mejor llevar una decepción que pasarse toda una vida soñando con una mentira.

No puedes imaginar, por cierto, lo familiar que me resulta la historia.

Me gusta la confianza que tiene Ana con Rai, y cómo es ella la que dice que terminó el tiempo.

Bicos

LLONXANA dijo...

Hola Aldabra, ando un poco perdida y llevo un tiempo sin navegar. A ver si dentro de unos días me pongo al día. Hoy he leído esta entrada y me ha dejado un poco... como te diría... ploffff. Me entristece comprobar que no suelen salir bien las cosas que ansiamos creer, vivir, querer, en nuestra cabeza (o corazón, más bien) aún intentando conseguirlas. Siempre queda un regusto amargo y la sensación de que hubiese sido mejor seguir poniendo límites a nuestras expectativas. No lograrlas deja un vacío enorme, desgana, tristeza. Hoy estoy tan tonta como el día.
Un besazo.

Teresa dijo...

Ah, jaja por eso me dijiste lo de Oceana, hay que llegar siempre al final de las cosas...

Verás Sirenita, primero me he reído mucho y he pensado, "hoy la Sirenita lo borda" y, luego ya no me he reído nada porque yo vivo rodeada de tierra por todas partes.

Este Rai tuyo está bien caracterizado con la profesión real