Goza-Zara-Goza

Cada viaje es un crecimiento interior, con multitud de anécdotas que contar o experiencias que compartir.

Pero también en cada viaje hay siempre un momento más especial que ningún otro (al menos así sucede en mi caso).

Como ya os conté, nuestro paso por Carrión fue estupendo, nuestra visita a SOS fue una maravilla pero temo no saber contaros lo que sentí al vivir ese momento especial, eso que todos alguna vez hemos dicho o diremos:

“y lo más de lo más fue cuando…”

La cumbre de nuestra IX Concentración BMW Touring de España era, sin duda, la visita guiada a la Basílica del Pilar. Como ya sabéis casi todos no soy creyente así que no esperaba gran cosa de esta visita, más que la admiración puramente artística pero…

conforme nuestro numeroso grupo se iba acercando a los aledaños de la Basílica, acompañados de la Policía Local, iba creciendo en mí la emoción que sentía, por saberme tan lejos de casa.

La grandiosidad de la plaza del Pilar me cogió tan por sorpresa que se me escaparon unas lágrimas, nada más poner mis pies en ella.

 

De pronto me sentí muy pequeña y vulnerable. Supongo que puede influir el hecho de que soy mujer de pueblo pequeño (como dice un amigo de años: “rústica”) y en cuanto las medidas de mi entorno exceden de lo habitual, me sobrecogen sin remedio… Aunque bien pensado sí que estoy acostumbrada a medidas elevadas (y no pensar mal que os conozco; quiero decir que aquí en Galicia tenemos algunos de los acantilados más altos de Europa).

En fin, que no sé lo que me pudo pasar. Sólo sé que me emocioné vivamente. Igual es que soy, simplemente, una sentimental.

Como el grupo era numeroso entramos repartidos con dos guías.

La nuestra, una chiquita joven y agradable, nos explicó todo de forma paciente y amena.

Disfruté viendo las pinturas de Goya,

la Pilarica y la historia de sus mantos,

abrí la boca de una cuarta con el retablo mayor de alabastro…

pero nada comparado con los momentos previos en la plaza,
de la mano de Congo.

Y aún me quedaba por añadir (sólo que en ese momento no lo sabía) la grata escapada que hicimos un pequeño grupito por el Tubo para tomar unos vinos antes de la cena…
el show de magia en el que tuve el gusto de participar (las cabras siempre tiran al monte)…
los bailes…
los cánticos…

y Congo y yo,
a solas,
en la habitación del elegante hotel.

Las fotos que no llevan pie son mías (pobrecitas, al lado de las otras me dan mucha penita… je je) y las otras son de Pepe Muñoz, nuestro estupendísimo fotógrafo del club y de Ernestron (Virgen del Pilar), otro compañero motero.

…

Viaje con nosotros y podrá encontrar
atractivos monstruos que le sonreirán.
Y disfrute del gusto que da
y disfrute
de la amistad de sirenas
y de serpientes de mar.

En su viaje los romances abundarán
y en sus brazos los dragones se arrojarán.
Serán suyos Marlène y Tarzán,
serán suyos.
Quien compra nuestro billete compra la felicidad.

Con nosotros viaja el sueño y la novedad,
la alegría, la sorpresa y el carnaval.
Todos juntos iremos allá,
todos juntos.
Quien compra nuestro billete compra la felicidad

Hasta la próxima Zaragoza!