domingo, 26 de febrero de 2012

¿Por qué me siento culpable?

 

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Esta mañana mientras daba el paseo matutino con Ron, me puse a pensar sobre mi vida laboral y sobre un sentimiento que me acucia en estos últimos tiempos: Me siento culpable.

Les cuento.

Estos paseos se prestan a la reflexión. El barrio todavía duerme. Los clientes más madrugadores desayunan en los cafés/cervecerías cercanos al centro comercial. Otros paseantes de perros, como yo, seguramente también caminan pensando en sus cosas. Saludo al barrendero [que labor tan sacrificada y tan denostada muchas veces]. Los primeros repartidores dejan sus mercancías. Se respira silencio y tranquilidad. Y me siento en paz conmigo misma por unos metros.

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Lo que me lleva a mi reflexión son los anuncios publicitarios que me encuentro tirados por el suelo, además de los grandes carteles verticales que adornan el barrio. Anuncios que lejos de producir reclamo, a mí particularmente, me asustan. Se venden o alquilan muchísimos pisos de la zona y ya me puedo imaginar por qué, no es difícil. Demasiadas familias pasando dificultades.

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Y yo me siento culpable y afortunada por tener un trabajo “seguro”.

Y rebobino.

Comencé a trabajar en la Administración en el año 1985: Contrato laboral por lanzamiento de nueva actividad en el Ministerio de Economía y Hacienda. Al mismo tiempo que trabajaba empecé a preparar las oposiciones para ser Auxiliar Administrativa Funcionaria. Me examiné durante cinco años consecutivos. Unas veces fallaba en los temas [porque no estudiaba mucho] y otras veces fallaba en la máquina de escribir [250 pulsaciones por minuto] porque me ponía muy nerviosa. Pero un año conseguí una plaza en Madrid, en el Ministerio del Interior. No voy a contar como llegué a mi plaza actual en el Arsenal Militar de Ferrol [Ministerio de Defensa] porque sería demasiado largo pero aquí estoy.

Hace unos cinco años aproximadamente decidí que ya estaba preparada para volver a opositar,  al Cuerpo General Administrativo pero esta vez por promoción interna. Durante unos meses fui a una academia y estudiando los fines de semana conseguí aprobar a la primera.

Y ésta es la plaza que ocupo habitualmente: Administrativo, nivel 18, 1.216,66 euros líquidos y casi 27 años de antigüedad. Nunca dije que cobraba ni mucho ni poco. Siempre dije que me conformaba, porque aunque hubiera podido conseguir un salario mejor desarrollando la profesión para la que estudié [Relaciones laborales en la actualidad, los Graduados Sociales de mi época] a cambio tenía una buena calidad de vida y me permitía dedicarme a cuidar a mi hija por las tardes [me separé cuando Senia tenía 6 años, y con un padre ausente total, por la mañana la atendían mis padres y por la tarde ya me ocupaba yo de ella].

Durante estos años escuché en muchas ocasiones: “Yo paso, es muy difícil entrar en la Administración”. Incluso escuché alguna vez: “A mí es que me compensa más trabajar temporalmente porque con las liquidaciones y con lo que gana mi marido…”. Pero claro, hoy ese marido ya no existe porque hubo una separación, o ese marido se ha quedado en paro, o miles de circunstancias personales adversas de las cuales yo no me alegro [todo lo contrario], pero claro, yo sigo con mi plaza y esas personas ahora lo están pasando mal.

Y me siento culpable porque a mí me va mejor y porque muchos se empeñan en decir que nuestro trabajo no sirve, que no trabajamos lo suficiente, que sobramos…

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[la foto la hice en la manifestación del día 19, en la Plaza de Armas]

La crisis está haciendo estragos en todos, yo también me siento mal por todo lo que veo a mi alrededor pero trato de infundirme que no tengo la culpa de tener lo que tengo, más bien todo lo contrario: llegar a donde estoy me ha costado muchos esfuerzos y muchas horas de estudio. Por no hablar de las durísimas oposiciones para ser profesor, o maestro, o enfermera, o médico, o bombero, o policía, o guardia civil…

No soy culpable de ser lo que soy, ¿o sí?

37 comentarios:

Anónimo dijo...

Culpable, jamás. Esa palabra hay de desecharla. Responsable, y a mucha honra, siempre. Me identifico totalmente contigo, he sido funcionaria durante 35 años. No quería serlo, ni siquiera me lo había planteado nunca, pero a veces la vida decide por ti.Y menos mal que así fue, ahora me siento orgullosa. Besazos, Aldabra

El Pinto dijo...

Te contará Aldabra que servidor tras 21 años en cometidos privados he regresado a mi antiguo puesto en la administracción.
El problema aquí es la falta de iniciativas, la falta de metodo en el trabajo y, todo esto es problema de la dirección. No se fijan objetivos, ni propuestas ni consideración, la gente termina sin motivación por la falta de estimulo. Te preguntaron en alguna ocasión si puedes mejorar el trabajo o que piensas que podría hacerse para intentarlo?. Normalmente los altos cargos son inutiles, incapaces de sacar rendimiento optomio a los empleados. Generan indolencia pero creeme que les importa un bledo lo que se hace y la forma. Estoy rodeado de un número importante de altos cargos con más de 65 años que no quieren dejar de cobrar su sueldo. Acuden al bar, leen la prensa y como no tienen cometido ni nadie es capaz de poner coto a esto, viven como dioses. Nunca fueron capaces de nada y ahorta menos.
Personalmente me siento inquieto en muchas ocasiones, pero nunca culpable. De mantener continuas reuniones para fijar objetivos y analizar métodos para conseguirlo a que nadie comenté nada. Creo que todos tendríamos que tener la obligación de proponer y comentar, pero es probable que no hagan reuniones de este tipo para evitar quedar en el ridiculo manifiesto de no aportar nada.
No se si tu caso tiene algo parecido a lo que comento, pero creeme que la culpa no es que la tengan otros, la tiene quien es incapaz de planificar, ordenar y mejorar la calidad del trabajo.
Un abrazo

Rubén dijo...

Mira, no tienes culpa ninguna. Es muy fácil para la sociedad echar ahora la culpa a los funcionarios y al personal laboral de las AAPP. Y es una ironía en un país donde tanto funcionan los "enchufes" en la empresa privada; sí, aquí quien no corre vuela y todo el mundo intenta buscar un "padrino". Seguimos siendo el país de pícaros del "Lazarillo". Así que me río de los que hablan de los trabajadores de la administración como unos "privilegiados" y unos "enchufados"... Cuando tú, cuando yo, estábamos comiéndonos los libros para sacar la plaza... ¿Dónde estaba toda esa gente? Ganando el dinerito fácil del boom de los noventa y del boom de la construcción... O sea que ahora que no vengan con cuentos... Si hay algún culpable de esta situación, somos TODOS, unos por no ver las cosas a tiempo, otros por verlas y callar, otros por vivir por encima de las posibilidades...
Recibe un abrazo de un laboral de una empresa municipal.

susana moo dijo...

No, mujer, culpable jamás. El ideal sería que tod@s llegásemos a una situación similar. Ahí está el progreso, no?

Myriam dijo...

Entiendo como te sientes., peor culpable por haberte esforzado tanto: jamás.

Sé muy bien también lo que significa criar a una hija con padre ausente del todo.

Funcionaria, te cuento, fui en mi vida 6 años y medio en dos países:

6 años en Suecia, como enfermera (no Univ), contratada por el Departamento de salud Pública de Estocolmo. Me encantó. Fue una experiencia increíble.

Y 6 meses en Argentina, contratada por La Secretaría de Cultura del Ministerio de Educación. Aquí era tal la mala onda, la hipocresía, las tramoyas, la corrupción, etc que yo recién regresada de Suecia, divorciada y con mi hija a cargo, no pude soportarlo por lo que presenté mi renuncia irrevocable, con todo el dolor de mi alma, ya que mi puesto era excelente (acorde con mis estudios univ. de Suecia).

Besos

la reina del mambo dijo...

Culpable nunca!!! eso es lo que parecen empeñados en que creamos. Además somos muy dados a repartir culpas.
Un beso

Chus dijo...

Yo no me siento culpable, he luchado mucho por lo que tengo, me ido lejos y dejado en casa dos niños uno de 6 años y otro con cinco meses, tengo compañeros interinos que no se molestan en hacer el más minino esfuerzo, muchos solteros, otros si familia que cuando les preguntas que por que no preparan las oposiciones , te responden ¿para qué, para irme fuera de Galicia, tengo muy buen número en las listas y si no estoy trabajando, mientras no me llaman cobro el paro, incluso conozco casos que se han jubilado de interinos, si tener que salir para nada de su ciudad,
Yo sentirme culpable, en absoluto, ¿cuantas pre jubilaciones se están pagando a nuestra costa?. Mi vecino prejubilado de Bazán, vino para casa con 55 años, día si, día también sale de pesca con su barquito, o va de caza, o de vacaciones, podría seguir pero acabaré cabreandome, así que lo dejo. Un besiño

Merche Pallarés dijo...

Ay, queridiña, no entiendo este mundo de los funcionarios españoles y sus respectivas oposiciones... pero tened cuidado porque vamos por el camino de los americanos que es reducir plantillas al menor coste posible para los "empleadores", sean privados o del Estado. Ahora bien, si tu eres de las que trabaja bien, diligente, eficiente, cumplidora, etc. no creo que tengas que preocuparte por tu puesto. Los que sí se tienen que preocupar son los zánganos que se pasan el día en el bar, leyendo el periódico, tomando café y, básicamente, escaqueándose del trabajo por muy "funcionarios" que sean. Besotes, M.

TORO SALVAJE dijo...

Culpable?
Quien lo dice?

Los que durante años han cobrado nóminas cuantiosas al amparo de la burbuja?
Los que han trabajo cobrando en negro sin liquidar impuestos?
Los que se reían de los funcionarios porque no ganaban mucho?

No.
Nada de culpable.

Y si no que se hubieran presentado a oposiciones los que tanto critican.

La gente está muy equivocada. Piensan que sólo aquí hay funcionarios. Esa idea es típica de gente inculta y poco documentada.

Y luego, claro, está la envidia.
El gran cáncer nacional.

Besos.

pancho dijo...

Todas las situaciones laborales pueden ser mejores o peores. Las oposiciones ahí están para el que quiera mejorar en su situación laboral.

Yo empecé trabajando en la enseñanza privada 25 h. lectivas semanales. Aprobé y mejoré a 20. Luego, después de lucharlo, pasamos a las 18h. actuales. Ahora dicen que nos aumentan un par de ellas más. Todo sea porque la deuda nos salga más barata y se pueda remontar esta ruina actual.

Alguna vez tuve que aguantar algo así como: "Eso lo gano yo en un par de días". Ahora ya no dicen lo mismo a pesar de la reducción de sueldo y aumento de IRPF.

Lo más preocupante de toda esta situación es la marcha al extranjero de una generación de jóvenes universitarios con masteres, idiomas y toda la historia de cosas que piden ahora porque aquí sólo hay trabajo (pagado) para cuatro con padrino. A la larga lo vamos a pagar muy caro. Ellos tenían que ser los que tiraran del carro para superar la situación.

Un abrazo.

mobtomas dijo...

No lo creo Aldabra. No eres culpable. Entioendo muy bien tu sentimeinto, porque lo he experimentado. Mi temor dejó de ser la culpa, por el de "madre mía, ¿cuándo voy a pagar la factura de mi buena fortuna?". desconfío de las cosas cuando van muy bien. Me sabe a desequilibrio. Pero por otro lado, ¿qué culpa tiene uno de que la fortuna o Dios o el destino, se encariñe con uno y le de bendiciones? Trato de agradecer lo que tengo, que las cosas están mal, sí, pero cada quién hace lo que puede. Y vamos, tampoco soy un magnate, ni un empresario que gana fortunas explotando gente, esos jijos sí deben sentir culpa, tú no. Un abrazo.

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

El esfuerzo no puede ser motivo de remordimiento... que va...es mucho más es orgullo. Lo que ocurre es que ya ese orgullo se nos puede atragantar tal y como van las cosas en estos últimos años...da pena y miedo. un abrazo

Abejita de la Vega dijo...

No somos culpables, en absoluto.

Nadie nos ha regalado nada.
Lo mío:Contrato, Interinidad, oposición, tres comunidades autónomas: Euzkadi, Madrid y Castilla y León, 28 años fuera de mi casa con familia solo de fin de semana, aterrizaje en 2007 en mi ciudad...Víctima de una cruel e implacable "movida" donde llegué por concurso de traslados legítimo, a punto limpio.

Ahora estoy muy bien; pero en una situación provisional, el curso que viene es una incógnita.

No he perdido la ilusión, tengo el privilegio de trabajar en lo que me gusta, lo demás ya sabes: recortes, súbida de IRPF y oír NECEDADES.

Paciencia, Aldabriña. Biquiños.

Dilaida dijo...

Yo creo que te tienes que sentir orgullosa de lo que eres y lo que has conseguido, porque por lo que cuentas nadie te regaló nada.
Efectivamente hay personas que prefieren ir por caminos más rápidos, pero yo no creo que compense.
Bicos

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Los que ahora nos miran airados por ser funcionarios antes nos miraban por encima del hombro y nos tenían lástima.
No, no te sientas culpable. Los culpables son otros.
Besos.

labertolutxi dijo...

Ni se te ocurra sentirte culpable. Te lo has ganado con tu esfuerzo, todo el que quiera puede presentarse y en cuanto hay que apretar el cinturón, los funcionarios son los primeros. La mayoría de los funcionarios son casi mileuristas. ¿Culpable de qué?



besos.

mariola dijo...

Culpable, no. Dar las gracias por lo que uno tiene, siempre, pero uno no es culpable por tener un trabajo fijo, porque trabajo habrá costado conseguirlo, verdad?.
Y mira, con respecto a lo que dices de que te sientes culpable porque hay gente que dice que sobramos, que los funcionarios trabajamos poco, habrá de todo, pero estoy segura que no es la mayoría. Ahí si estoy yo indignada.
Ojalá que estos tiempos difíciles en los que vivimos se vayan calmando y suavizando para todos. Porque hay mucha gente que lo está pasando mal...
un abrazo para todos con mi mejor intención.

Lan dijo...

Supongo que, igual que los demás, ves demasiado la televisión.
Hoy los medios de comunicación, casi todos, son intrumentos para el desarme moral de las personas. Se culpabiliza a los parados de su suerte por no haberse formado o por no saber tomar iniciativas, a los hipotecados por su falta de previsión, a los que tienen trabajo llamándoles privilegiados...
De este modo los parados temen protestar porque las cosas se les podrían poner aún peor (no hay más que ver las leyes que están sacando) y los que trabajan, ¿cómo van a protestar encima de que son unos privilegiados?
Pero esto no es así. ¿Dónde están esos brillantes empresarios que en los años de prosperidad eran la sal de la tierra? ¿Qué es lo que ellos saben hacer? ¿Qué pasará si los gobiernos pese a las leyes que estan sacando no consiguen que disminuya el paro?
Puede que el sistema económico que tenemos haya tocado techo y tengamos que cambiarlo pero, a eso, pocos se atreven a meterle mano. Pero, sí, lo que están procurando es enfrentar a todo el mundo.
Bicos y perdón por esta perorata improvisada.

Belén dijo...

¿La culpa de la crisis mundial lo tienen los funcionarios de la administración pública?

Una tontería, ¿verdad?

Pues eso

Besicos estatutarios

Chela dijo...

No tienes porque sentirte culpable Otra cosa es la tristeza, la impotencia, de no poder compartir la felicidad y seguridad que uno siente con las demás personas.
Yo supe que nunca sería plenamene feliz porque siempre habría personas cerca de mi que estarían sufriendo y pasándoo mal. Creo que es ésto lo que te pasa a ti en estos momentos.

En cuanto a lo de trabajar en la Administración yo también llegué a ella después de 10 años en la privada y de estar fuera de Galicia. A una determinada edad, me propuse volver y optar a la Adminstración, entendiéndo que trabajar en ella era un puesto de SERVICIO a la sociedad. Entonces las personas con carrera no querían trabajar en ella (no tuve demasiada competencia en la oposición) porque se ganaba menos que en la empresa privada.Me vine a Galicia desde el Pais Vasco, y perdiendo un 25% salario y dos de las cuatro pagas extra que tenía. Mi familia y mis amistades no lo entendieron.No fue el dinero lo que me movió pero luego salí ganando al cabo de los años.

Es triste la situación actual y creo que aunque no somos culpables de ello, no nos queda otra que aliviar la situación de los demás, en la medida de nuestras posibilidades.

Un cariñosisimo abrazo.

Asun dijo...

¿Culpable de qué, de haber conseguido una mínima estabilidad laboral con el sudor de tu frente? En absoluto.

Yo, cuando alguien me dice que qué bien vivo, que tengo un trabajo seguro, que cuantas vacaciones... ¿Sabes lo que le respondo? Que lo mismo que yo elegí ese camino podían haberlo hecho ellos, puesto que las oportunidades estaban ahí para todos igual, que si era lo que querían también ellos se podían haber esforzado.

Lo que pasa es que la envidia es muy mala, ALDABRA.

Un beso.

Paz Zeltia dijo...

No creo que tengas que disculparte por tener un trabajo.

cuando a mí me dicen: "los funcionarios no haceis nada"
yo siempre les contesto:

pues prepara una oposición, apruébala y sé funcionario.

pero lo digo con mala hostia. porque yo durante muchos meses sólo estudié y estudié y sólo paraba para comer e ir a clase, sólo disfrutar de un bañito a mi pequeño por las noches, y un paseo relajante el domingo en el que no podía evitar que mi único tema de conversación fuese el dichoso temario.
El día del primer examen fui dopada. (éramos 600 personas)

el día del segundo vomité a la salida.

el día del tercero tenía los músculos de las piernas tan contraídos que me ayudaron a caminar.

que no me jodan.

Paz Zeltia dijo...

con esto no quiero decir que la administración pública no necesite una buena reforma: Distribuir los recursos humanos de manera que no haya funcionarios que no pueden ni ir a mear, y otros que apenas tienen trabajo. Pero repito: es desde la cúpula donde está el fallo, no hay una buena organización y distribución del personal.
Luego: personas vagas y que se escaquean las hay en todas las profesiones y todas las empresas.

Que yo fui cocinero antes que fraile.!!!

Esteve Gallardo dijo...

uiuiuiuiu
cruce de cable con la humedad del mar.........
como que culpable... disculpas... pero que es esto?
no tenemos la culpa de los que montaron e inventaron esta PUT...... crisis, asi que..... ANIMOS y a seguir con la vida, que ya resulta por si sola dificil, verdad?
besos

Concha L. F. dijo...

Pois mira ti que eu culpable, por ser funcionaria, non me sinto, porque me custou bastante conseguilo, aínda que aprobei as oposicións á primeira. Pero para iso pasei 12 meses pechada horas e horas...

Eu tamén entendo que a crise fai estragos, pero estou moi farta de que se bote todo enriba da función pública. Ao fin, o traballo que facemos nós, non o fai ninguén e aínda que, coma en todos os ámbitos de traballo, hai de todo, a maioría das persoas que traballamos para a administración, curramos os soldo que cobramos.

Así que, culpable? Nin falar! Fago o meu traballo, cumpro o meu horario escrupulosamente, e máis alá mesmo, das horas que me corresponden, e aguanto estoicamente que me reduzan o soldo e me aumenten responsabilidades. E coma min, moitas e moitos traballadores da función pública.

Culpables debían sentirse altos cargos e políticos e políticas que cobran polo seu traballo de dentro, polo de fóra e enriba, por catro anos na política, cobran das arcas públicas unha pensión de por vida...

E paro. Non me quero encabuxar. Por iso nunca falo disto. E aquí xa falei demasiado...

beker dijo...

Yo no me siento culpable tampoco de ser "funcionario", aunque si repito bastantes veces a los compañeros que somos unos privilegiados, porque no puedo dejar de mirar a mi alrededor como tu haces y pensar en el vacio que hay detrás de todos esos carteles, de todas esas casas en venta. Un lio...

Saludos

David Cotos dijo...

A mi también esos paseos me hacen reflexionar tanto, e inclusive me aclaran las ideas.

Maripaz dijo...

Por supuesto que no debes sentirte culpable, al contrario, muy orgullosa de lo que has conseguido con tanto esfuerzo.
Las fotos de Ron, preciosas y tu historia personal, edificante.
Bicos

Silvia dijo...

Totalmente de acuerdo, Aldabra. Yo también soy funcionaria maestra. En alguna ocasión me ha pasado lo mismo que a tí: me siento culpable por la estabilidad en mi trabajo, tal y como están las cosas hoy en día. Pero luego pienso que el llegar donde he llegado no ha sido regalado, ha supuesto un gran esfuerzo. Estuve varios años de interina recorriéndome Castilla y León, y aun así estudiando para estabilizar mi situación. Mi plaza no ha sido regalada, no tengo ningún padrino ( ni yo me sentiría bien de haber aprobado de esa manera). Mi plaza ha supuesto muchas noches sin dormir, muchos fines de semana sin salir, pero ha merecido la pena. Así que, claro que no somos culpables. Biquiños

Lunática Shop dijo...

Pues no eres culpable, eso ya te lo digo yo pero bien cierto es que algunos funcionarios creen que una vez que se gana oposición y plaza lo que toca es vivir. Te puedo asegurar porque lo sé de primera mando que he visto algunas (funcionarias) desayunando desde las 9 hasta las 12 y tan panchas, otras turnándose para fichar en el despacho para que el resto pudiera dormir un rato más..son esos funcionarios los que dejan mal al resto pero cuando uno trabaja en lo que le gusta o en lo que tiene pero con gusto y pone en ello el alma no debería sentirse culpable, al contrario, siéntete orgullosa.
Besos obesos y gracias por la entrada lateral ;) Me alegro de que te gustara y espero foto jjj

xenevra dijo...

Nesta sociedade resulta máis fácil sinalar un/unha culpábel que atopar unha solución. A nosa frase fovorita "eu non fun" e a partir de aí que sexa o que for. Un funcionario é un traballador. Un traballador do estado, para o estado, en beneficio da sociedade. Fálase dos cafés e do "vuelva usted mañana", pero tamén se fala da moza da curva ou de non escachar espellos. A burramia de quen non queira mirar máis aló non é o problema de todos. Os/as funcionarias son necesarias porque son os garantes dos servizos sociais, que pagamos todos, traballemos onde traballemos e pague quen nos pague.
Oxalá aumentase o funcionario como sinal de que melloran os nosos servizos.

Pedro Sánchez Negreira dijo...

Pues no, Aldabra. Es más, no tiene sentido alguno acunar ese sentimiento.

Después de todos los comentarios que preceden a este poco más se puede argumentar.

La felicidad, cuando no es a costa de los demás, no genera culpa; y cuando lo es, no es felicidad.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

¿Culpable de qué?. Cada uno elegimos hacía donde dirigir nuestra profesión. Mis padres insistían el cien caminos diferentes que le parecían idóneos para mi, pero yo decidí. Cuando mi padre me preguntó que quería estudiar le contesté que quería ser coreógrafa. Me dijo: "Te hablo en seriO, hija". Dije: entonces escritora, papá.. Me dejó por imposible . Cada uno elegimos y la situación que vivimos no la creas tú. Afortunada de haber llegado a conseguir tu plaza. Yo te doy la enhorabuena, conseguir lo que tienes fue una apuesta, mucho estudio y mucha entrega.

Un beso, preciosa

Alma en el verso dijo...

¿Culpable?... ¡NO!, claro que no. El hecho de mirar a tu alrededor y sentir tan hondamente que otras personas, familias enteras, estén pasando por momentos tan tristes y difíciles, dice mucho y bien, de la talla humana que tienes. Esa es una realidad que a todos nos debe importar pero no hasta el punto de hacernos sentir culpa por tener trabajo.
Ojalá esta caótica situación por la que atravesamos empiece a remitir, el trabajo es algo que a nadie le debería faltar. Un abrazo.

Paco Cuesta dijo...

Nadie es culpable por hacer lo que debe hacer

Juanjo Montoliu dijo...

Pues claro que no te tienes que sentir culpable. Lo realmente lamentable es que nos reprochemos unos a otros la situación actual, en vez de buscar soluciones juntos.

Me parece fatal que os bajen el sueldo. Siempre es más fácil hacer eso que administrar bien, ser eficientes en la gestión, que es lo único que les pido a los políticos, sean del partido que sean.

Besos.

Misón dijo...

Culpable de qué, mi niña? De regalarnos tus relatos y mostrarnos tú sensibilidad? De ser como tú eres, una mujer luchadora que vive entregada a sentimientos de bondad y deseos de cambiar un poquito el mundo? No debes sentir culpabilidad de la suerte que tienes, porque la suerte es de quienes salen a buscarla, de quienes no se achantan ante el fracaso o la derrota, de los que se caen y se vuelven a levantar. y en estos momentos tan difíciles para muchos es una alegría contar con personas como tú, que siempre son cálidas y nunca ajenas a lo que pasa alrededor. Personas que ayudan a los que tiene al lado, aunque sea con cosas pequeñas que día a día se convierten en un mar de posibilidades para los que te rodean. Biquiños