Tener un amigo escritor me produce una gran satisfacción personal, más si es un escritor de la calidad humana y literaria de Manuel. Por un lado, disfruto del libro casi desde el mismo momento del nacimiento en su cabeza, permitiéndome así la posibilidad de ofrecerle mis respetuosos y humildes comentarios, en las diferentes charlas que compartimos durante el proceso creativo. Y por otro, porque tener un amigo escritor, además de lector voraz desde joven, me permite también la posibilidad de ampliar mi aprendizaje en este mundo tan vasto de la literatura. Una de las cosas que, por ejemplo, aprendí con esta novela fue de donde provenía del título, que cuando me lo comentó, me chocó bastante.
Yorick aparece en la obra de William Shakespeare, “Hamlet", en su acto V: Dos sepultureros cavan una tumba para Ofelia; es mientras discuten, cuando llegan Hamlet y Horacio. Uno de los sepultureros encuentra el cráneo de Yorick, un bufón con el que Hamlet solía divertirse cuando era niño.
ENTERRADOR
¡Mala peste de loco! Un día me vació en la cabeza una jarra de vino del Rin. Esta calavera, señor, es la de Yorick, el bufón del rey.
HAMLET
¿Ésta?
ENTERRADOR
La misma.
HAMLET
Deja que la vea. ¡Ay, pobre Yorick! Yo le conocía, Horacio: tenía un humor incansable, una agudeza asombrosa. Me llevó a cuestas mil veces. Y ahora, ¡cómo me repugna imaginarlo! Me revuelve el estómago. Aquí colgaban los labios que besé infinitas veces. Y ahora, ¿dónde están tus pullas, tus brincos, tus canciones, esas ocurrencias que hacían estallar de risa a toda la mesa? ¿Ya no tienes quien se ría de tus muecas? ¿Estás encogido? Vete a la estancia de tu señora y dile que, por más que se embadurne, acabará con esta cara. Hazla reír con esto. - Horacio, dime una cosa.
HORACIO
Sí, mi señor.
HAMLET
¿Tú crees que Alejandro tenía este aspecto bajo tierra?
HORACIO
El mismo.
HAMLET
¿Y olía así? ¡Uf!
HORACIO
Igual, señor.
HAMLET
¡En qué bajos usos podemos caer, Horacio! ¿No podría la imaginación rastrear el noble polvo de Alejandro y encontrarlo taponando un barril?
HORACIO
Sería una busca demasiado rebuscada.
HAMLET
No, nada de eso; habría que seguirle con mesura llevados de lo probable. Es decir: Alejandro murió, Alejandro fue enterrado, Alejandro se convirtió en polvo. El polvo es tierra, con la tierra se hace el barro, y con el barro en que se convirtió, ¿por qué no se puede tapar un barril de cerveza? Muerto y hecho barro, el imperial César rellena un boquete y el aire intercepta. ¡Ah, que aquella tierra que al mundo arredró tape una pared y corte un ventarrón! Pero, alto. Apartémonos: se acerca el rey, la reina, cortesanos.
Tuve la suerte de ser (creo) la primera lectora de su novela, antes incluso de que la pasara a la editorial. Mi impresión de la lectura es que, si bien puede parecer en principio, que los hechos que narra Manuel se dispersan entre anécdotas y referencias literarias, a medida que uno se va adentrando en la lectura, se da cuenta de que el hilo conductor es fuerte y se mantiene de principio a fin. Los personajes, al igual que en las dos anteriores: “Queso fresco con membrillo” y “A las vacas de la Señora Elena no les gusta el pimiento picante”, son frescos y divertidos, y a través de los cuales vemos retratadas de forma verosímil y amena, las costumbres de la época histórica en la que se enclava la trama.
La puesta de largo del libro, es decir, la presentación de la novela, tuvo lugar el día 13 de mayo, en la Fundación Caixa Galicia. Allí, mi buen amigo y compañero de aventuras culturales, Manuel J. Díaz Vázquez, desveló algunos detalles de la obra, al mismo tiempo que nos deleitó, con un montón de anécdotas que nos hicieron reír. Aunque estaba tremendamente nervioso, el calor y el cariño de los que estábamos en la sala, entre ellos muchos familiares, consiguieron que saliese airoso y con nota de la cita. Al terminar la charla y como es habitual, firmó ejemplares de la novela y recibió el abrazo de las personas que le quieren:
Y ahora ya, os dejo una pequeña sinopsis de “La calavera de Yorick”, de Ediciones Atlantis:
Mazico, Carlos "Quinto", don Goro y un sinfín de almas más, componen el crisol de recuerdos y reflexiones de la novela. Una ensalada de vidas, historias y sentimientos narrados con destreza por la pluma preñada de humor, ironía y sarcasmo de Manuel José Díaz Vázquez.
Mazico, su nieto y un peculiar narrador, van hilando unas vivencias que traspasan el umbral del costumbrismo para presentarnos diferentes escenas que cabalgan entre la realidad y el humor desbocado de seres corrientes y a la par absolutamente extraordinarios: Un cataléptico que se ha muerto varias veces y que esconde un alijo de ron codiciado por el resto de contertulios de la taberna, un viejo Mazico que ve mejor que cualquiera a pesar de estar casi ciego... y por supuesto, su nieto.
Hoy la música, como no podía ser de otra manera (¿verdad Manuel?, sé que te gusta), os dejo con el "rey del rock".
que levante la mano el que haya escuchado las canciones sin mover alguna parte de su cuerpo:
brazos, pies, cintura, piernas...
18 comentarios:
Siempre provoca alegría la publicación de un libro, más si su autor es conocido de uno.
Mis felicitaciones entonces y buena difusión del mismo.
Y para tí, un beso grande.
Le deseo toda la suerte del mundo.
Parece que la merece.
Besos.
Mucha suerte... besos
Poner en las librerias un libro tiene que ser la leche, recuerdo lo de plantar un arbol, tener un hijo y publicar un libro, como referentes naturales de la vida.
Suerte para el autor y para usted mi felitación por el comentario
Un fuerte abrazo
Te envidio (de la sana) supongo que tiene que ser la leche seguir todo el proceso de nacimiento de un libro. Alguien ha hablado de niño, árbol y libro…. Y no sé yo, pero tengo la sensación que los dos primero los hago en una tarde… Lo del libro…. Una vez intenté inventar un cuento de miedo y se desparramaron los personajes y plofff de pánico… pero que daba pánico que lo leyera alguien.
Yo, yo no he movido ni un dedo (la segunda vez y mira que me ha costado, pero por levantar la mano casi me tengo que atar a la silla)
Un beso enorme y totalmente envidioso
Lo anoto.
Yo siempre me he visto siendo Yorick, nunca Hamlet.
Una propuesta que tiene muy buena pinta. El pasaje de Yorick es precisamente uno de mis preferidos del Hamlet, condensa lo que somos en muy pocas líneas.
Un abrazo de tu primo asturiano.
E resulta que a carátula do libro é o As de Bastos. So por iso deberías pedirlle que adicase un exemplar...
(e que nas Chousas os bastos son o escudo de armas).
Un bico (para ti)
es un sueño, felicidades!!!!
No me cabe duda de que la novela es buena.
Pero eé que ainda que non o fora, tal como falas tí dela ¡convences a calquera!
(O que che dixen: es unha ponte)
Que sea leída por muchos ojos apasionados!!
Viniendo avalado por alguien como tú, ya me merece la pena leerlo.
Besinos.
Que guasón que le dice a la calavera que ahora no hace gestos... en fin
Deseo lo mejor a Yorik y a su autor.
Es una pena pero por más que lo intento no consigo ver el código de las nubes.
Yorick, el bufon del rey, es el único gran personaje del Hamlet para el que no hace falta actor que lo represente. Basta una calavera.
Yo la vi en las manos de Lauren Olivier, Kennet Branagh, Fernando Rey o Paco Rabal, unas veces en cine y otras en teatro.
Siempre me quedó grabada. Supongo que en la novla tendrá mucho protagonismo.
Y a Elvis solo lo vi en directo una vez en Colonia, mientras yo andaba de hippie por Alemania, y el hacia la mili con el ejercito estadounidense y le daban algun permisillo para actuar.
Pero cada vez que lo escucho cantando rock salto, por eso no lo puse mientras mi pierna estuvo rota. Pero me desquite poniendo sus baladas, que tambien son geniales.
Un beso
Qué suerte tener un amigo escritor que ayuda, presta e invita...
Me lo imagino así.
Enhorabuena para él y para ti por compartirlo.
Biquiños.
Gracias por Don´t be cruel, a mi me encanta.
Hoy nos enseñas que la calavera de un bufón vale lo mismo que la de su rey, y que un buen alijo puede consistir en botellas de ron, una verdad a caballo entre Robert L. Stevenson y el capitán Haddock.
Besos.
"Bajando" renglones por la lectura del post sobre la pelicula "Two Lovers, y después de cerrar el comentario, me asoma una foto con un hombre de mirada penetante, que viste un jersey rojo,y me dije ¡A este lo conozco yo! Y no me equivoqué. Seguí "bajando" por la página y pude verificar que se trataba de Manuel, a quien había conocido hace tiempo en el club de lectura que frecuento, al que vino para charlar sobre su libro "Queso con membrillo", que nos había gustado muchisimo a todo el grupo.
Estuve yo también para ir a Ferrol a la presentación de su nuevo libro pero en esa fecha salí de viaje. Lo sentí, y más ahora que sé que también podia haberte conocido.
No solamente me gusta como escribe Manuel sino que además lo considero una persona con mucha humanidad y un trato encantador.
Me alegro de sus éxitos.Felicítalo de mi parte.
Un abrazo.
Hmmm ¿y no era el cráneo de Yorick el que acompaña a Hamlet es su famoso soliloquio? Uy creo que debo volver a leer o ver hamlet. Omelet. Sí, lo que sea después de comer.
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