viernes, 29 de octubre de 2010

Una vez a la semana. VI. Un sueño y un recuerdo imoportuno.

piedmont-ichar

Ana  A: (Paciente)
Raimon/Rai R: (Terapeuta)

A - Hola Rai, buenos días.
R - Hola Ana, ¿qué tal?
A - Mal, ¿no ves las ojeras que tengo?

Rai se acerca un poco a Ana y la mira.

R - Ana, te veo como siempre, en serio. Creo que estás exagerando. Tal vez ves transladas a tu cara lo que sientes por dentro y a veces no coinciden las dos imágenes, la exterior y la interior.

Ana se deja caer en el sofá un poco sofocada y con gesto cansado.

A - Tú siempre tan benevolente y tan positivo.
R - Te equivocas, si algo caracteriza a mi profesión es tratar de ser objetivo.
A - Vale, tú ganas.
R - ¿Qué tal la semana?
A - Pues el pasado sigue golpeando; bueno, más que golpearme, que es muy exagerado, ahora sí, sigue sobresaltándome.

(...) Silencio

A - El martes tuve un sueño muy muy extraño, y no tan extraño si lo analizamos bien. Verás, resulta que no sé porqué motivo me encontraba en un piso nuevo, era un duplex. La primera impresión al verlo era que todo estaba de película: cortinas alegres y coloridas, espacioso, unos muebles sobrios, elegantes... Lo que más me llamaba la atención era la altura de los techos. Al mirar hacia arriba y verlos tan altos, pensaba. "¿Cómo voy a limpiarlos?". Después de pasar una noche en él, me veía despertando y observando las cortinas porque sí, las cortinas eran bonitas, pero tenían algo que me incomodaba. Así que ni corta ni perezosa me dispuse a descolgarlas y cual no será mi sorpresa cuando veía que estaban colocadas con chinchetas, y que había varias capas de telas sin entender para qué. Al llegar a la última capa miraba la pared desnuda y descubría que tenía un montón de grietas y de manchas de humedad, muy negras.

(...) 

A - ¿No crees que es muy significativo, Rai?
R - Quiero que me des tu explicación antes de ofrecerte la mía porque seguro que ya le has buscado explicación ¿verdad?
A - Pues sí. El sueño quiere decirme que no me puedo ofuscar en ocultar nada porque más  tarde o más pronto todo salta a la luz. Hablemos de pasado, de sueños, de lo que sea... Sólo hay que rascar un poquito y ¡Zas! ahí se encuentra nuestro yo más oculto para reclamar su posición.
R - Pues así es Ana. Todo lo que nos sucede tiene un sentido, al igual que el que unas personas y no otras se crucen en nuestro camino, tiene una razón de ser. Pero nosotros somos los que tenemos que darle el sentido y encajarlo con la vida que queremos vivir. No podemos controlarlo todo, es verdad, pero lo que podemos, debemos controlarlo. No sé si me has entendido.
A - Supongo que sí...

(...)

A - Y ahora viene lo más importante, Rai. No sé si voy a tener valor para contártelo porque me da mucha vergüenza. No sé como empezar. Te rogaría que si ves que no puedo, lo dejemos para otro día.
R - Está de más que lo digas, Ana. Recuerdo que desde el principio te he dicho que no hablaríamos de algo de lo que no quisieras hablar. La terapia ha de ayudarte, no bloquearte más. Cuando algo no sale, habremos de tener paciencia, porque como pasa en tu sueño, al final, saldrá. Y ahí estaré yo para ayudarte a enfrentarte a ello cuando salga.
A - Está bien, está bien. El caso es que no sé si lo que descubrí es una imagen real o ha sido algo soñado.
R - Vamos a intentar descifrarlo. Sigue, por favor.
A - Al día siguiente de haber tenido ese sueño, no recuerdo que estaba haciendo, llegó a mi mente una imagen...

(...)

A - Estaba con una prima mía, mayor que yo, en un campo, tapadas por una manta, o una toalla, no lo sé muy bien...

(...)

A - Era pequeña, no sé cuantos años podría tener, no tengo ni idea...

(...)

A - Nos... Nosotras...

(...)

A - Me da mucha vergüenza, Rai, me parece algo horrible...

(...)

A - Nosotras nos tocábamos.

(...)

R - ¿Puedes precisarlo más?
A - Por debajo de la manta tratábamos de descubrir nuestro sexo, cómo era, lo que sentíamos al tocarlo... Es todo cuanto alcanzo a ver, Rai. Y no sé si es real, ya te lo he dicho. Sólo se me ha revelado esa imagen.
R - ¿Y tú qué crees, Ana? ¿Crees que ha pasado o que lo soñaste?
A - Creo que... creo que es real, Rai, y por eso estoy tan desconcertada.
R - Bueno, Ana, no es un hecho que se salga de la normalidad. Los niños, cuando empiezan a hacerse mayores, tratan de descubrir la sexualidad como pueden y con los medios a su alcance. A veces, como si fuera un juego, intentan conocer su cuerpo. Si esa prima era mayor que tú, probablemente hubiera sido ella la que tratara de iniciarte... por no hablar del morbo que tiene para todos los humanos el hacer cosas prohibidas.
A - Estoy... no sé cómo explicártelo... estoy que no me lo creo. No puedo creer que hubiera pasado en serio, es decir, no quiero que hubiera pasado y al mismo tiempo no puedo entender cómo ha estado oculto tanto tiempo. Y además ¿por qué ha salido ahora, Rai? Sucedió de pronto, por sorpresa.
R - Creo que le estás dando más importancia de la que tiene. Sucedió hace muchos años y ni siquiera eras responsable, eras pequeña, recuérdalo Ana. Hoy eres adulta, eres sexualmente sana y ese hecho no ha provocado ningún malestar puesto que ni siquiera lo recordabas.
A - Es extraño, cuando menos.
R - Sí, Ana, nuestra mente es un pozo sin fondo lleno de misterios.   
A - Hace muchos años que no tengo relación con esa prima, la última vez que la vi fue en un entierro de la familia.

(...)

A -  Esperemos que... Quiero mirar hacia el futuro con optimismo, soltar lastre. En realidad creo que con la aventura de Jaime se cierra una etapa. Tal vez el sueño sea la constancia de un fin y un principio. Casa nueva, con sus humedades y sus grietas pero nueva. Un volver a empezar.
R - Eso está mejor, Ana. Todos volvemos a empezar miles de veces a lo largo de nuestra vida.
A - ¿Tú también, Rai?
R - Yo también, Ana.
A - ¿Y a ti también te resulta difícil, Rai?
R - A mí también, claro.
A - ¿Cuándo has empezado por última vez?
R - Ana, estamos aquí para hablar de ti y no de mí. Ya sabes que es una de las reglas.
A - Sí, lo sé, perdona. Discúlpame, Rai. Discúlpame.
R - No es nada, no te preocupes.
A - Tengo que irme ya. Faltan cinco minutos pero es que tengo que llegar al dentista, se me olvidó comentártelo al llegar.
R - Vale, no hay problema. Te debo cinco minutos para la semana.
A - No hace falta.
R - Ya lo sé pero es lo justo.
A - Gracias, Rai.
R - ¿Por qué?
A - Porque contigo todo parece más fácil. Supongo que es un don o...
R - ¿O?  
A - Seguimos la semana que viene. Me voy o no llegaré a tiempo.
R - Hasta la semana entonces.
A - Hasta la semana que viene, Rai.

          

38 comentarios:

galmar dijo...

cada vez hay más intriga!! :) qué linda la sirena nueva :))) estamos ahora en clase con las leyes de la Gestalt y me he acordado de un chiste que unas entradas atrás contó Zeltia, con su permiso, lo voy a utilizar en clase :))
muy buen fin de semana largo-puente :))) biquiñosssss

Rubén dijo...

La mente es caprichosa y a menudo juega con nosotros trayéndonos recuerdos que, vistos en la distancia, pueden incluso escandalizarnos, pero no necesariamente tienen que suponer algo prohibido o de lo que debamos avergonzarnos.
Buen fin de semana guapa.

TORO SALVAJE dijo...

Está claro que yo no podría ser terapeuta.
A los cinco minutos se me acabaría la paciencia y le diría a los pacientes que lo que ocurre es que están chiflados.

Besos.

labertolutxi dijo...

Un sueño muy revelador, me gusta.
Con la intriga de si es una historia inventada o una sesión real.

Chousa da Alcandra dijo...

Eu o que creo é que Ana necesita un bo sueldo. Terapeuta e despois dentista...vai quedar sin un peso!!!

Bicos oportunos e oportunistas

Dilaida dijo...

Opino como Chousa, entre o terapeuta e o dentista, cando remate con eles ten os petos baleiros.
Bicos

Teresa dijo...

Estos dos acaban liados, na' más ver ese "¿O?"

"Algo quiere la coneja cuando mueve las orejas"

Anónimo dijo...

1. Mola esa butaca: soño xa con vela no meu salón. Todo se andará.
2. Entendo o de soñar cun piso elegante con teitos altos; en tempos coma estes, o que nos resta é soñar. Pero francamente, soñar que se pensa en como limpar esas alturas (descúlpeme) é para psicoanalizarse en serio, mullerpordiósss.
3. O erotismo baixo as mantas fai subir moitos graos o post, mmm, case me embazaron as gafas.
Saúdos, que ultimamente ando un pouco despistado.

Anónimo dijo...

Parece que se olvidan, pero los recuerdos y las cosas que nos han pasado están ahí dentro, en nuestro cerebro, y sin saber muy bien porque, salen un día y nos hieren. sacarlos es la mejor forma de pasar por encima de ellos y que no vengan con nosotros en nuestra maleta. El problema muchas veces, está en encontrar esa forma de sacarlo y dejarlo abandonado para que no nos pese.

Un besito cielo

Andy Pática dijo...

Esta historia engancha cada vez más y no se todavía cómo lo hace!
Siento no poder pasarme tan frecuentemente, pero me alegra saber que esto sigue mejorando cada día!
Muchos besos

Tonet dijo...

"Deberíamos usar el pasado como trampolín y no como sofá.."
H. Macmillan

"Esto" está q arde. Me encanta.
Besito

Belén dijo...

Creo que este psicólogo está empezando a entrar en un terreno pantanosos... a mi me da que le gusta Ana...

Besicos

Myriam dijo...

Me gustó. Muy buena la sesión.Me gustó el sueño y como le surgió a Ana esa imagen. También me gustó la explicación que Rai le da sobre la sexualidad de niñas, la cuiosidad, la exploración, la normalidad.

Besos

maría dijo...

yo soy asidua al psicologo y me hace mucho bien, pero no se enamoro de miiiiiiiiiii

Asun dijo...

El pasado siempre está ahí, mirando desde una rendija para aparecerse en cualquier momento de flaqueza.
El sueño, muy revelador. No sirve de nada ocultar las cosas, siempre acaban saliendo.

Un abrazo.

guillermo elt dijo...

A propósito de recuerdos... Me recuerdas?... jeje... Ya, claro... es broma.

¿¿¿"Cómo andas"???

Besicos.

susana moo dijo...

"Creo que le estás dando más importancia de la que tiene. Sucedió hace muchos años y ni siquiera eras responsable, eras pequeña, recuérdalo Ana. Hoy eres adulta, eres sexualmente sana y ese hecho no ha provocado ningún malestar puesto que ni siquiera lo recordabas."

Esta frase, me huele a chamusquina. Porque parece ser que los traumas más traumáticos son precisamente los que se olvidan. La anécdota de la infancia de Ana tampoco a mí me parece relevante, es decir, yo diría lo mismo que él, pero si él es un psicólogo, no sé igual debería profundizar más en el asunto, ¿no?

oliva dijo...

Se aprende de todas las experiencias, los descubrimientos que vamos ensayando en nuestra vida habitual deja en nuestra memoria distintos modos de resolver problemas y dificultades y, en cada edad hay diferentes estrategias... por tanto, de qué sirve estar siempre pensando en el pasado, aquello que hicimos mal, o no? solo aquello que llevamos a cabo de un modo distinto a tal como lo entendemos ahora.

Me gustó la lectura. Seguiremos la semana que viene...

saludos.

stelios dijo...

Un sicólogo muy versado en la interioridad de la faceta más profuhda de su paciente, una radiografía de su ser ella.
Un beso

Maripaz dijo...

Muy, muy, interesante...esta terapia esta sacando de las profundidase del álma, los secretos de la infancia que de alguna manera, a todos nos marcan. Una vez fuera, se puede edificar algo nuevo. Pienso que hay algo entre ellos...

Si es que entre tantas visitas!!

Silvia dijo...

Es asombrosa la cantidad de recuerdos que guarda la mente, y como aquellos que nos parecen más oscuros son ocultados y tarde o temprano aparecen "en pantalla" de nuevo. Algunas veces, para comprender el mundo, se hacen cosas que parecen inocentes a ojos de niños, pero que de mayores siempre ponemos la etiqueta de prohibido o sucio. Me ha encantado. Un abrazote

Maca dijo...

sigo pensando que está enamorada de su amiga. Feliz samain!!!!!
Bicos

irene dijo...

Aquí cada uno interpreta lo que le parece, yo creo que Ana tiene una enfermedad que se llama soledad, soledad no deseada, y necesita que alguien la escuche, al final terminará enamorándose.
Un beso, Aldabra.

Juanjo Montoliu dijo...

Cada vez más interesantes los diálogos con el médico. Y dan mucho que pensar.

Besos.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Debajo de una manta están todos los sexos posibles...
Besos.

Alís dijo...

Creo que ese recuerdo con la prima no estaba olvidado, sino oculto tras una cortina que el sueño descolgó. Ser consciente a través de ese sueño de que la "suciedad" siempre acaba viéndose empujó, creo yo, a Ana a enfrentar ese momento. Y es que a menudo cargamos con culpas que no son tal, nos cuesta entenderlo e incluso perdonarnos (si hubiera que perdonar algo).
Lo que de niños hacemos con inocencia lo vamos llenando de mugre según vamos creciendo y sumando prejuicios.
Qué difícil es no engancharse al terapeuta ¿no?

Bicos

jg riobò dijo...

El sexo decide demasiado en esta vida.

Chus dijo...

Acabo de regresar de 5 estupendos días de vacaciones, eso si, pasados por agua, y creo que voy a necesitar algo de ayuda psicológica, para retomar el día a día, pero al lado de Rai creo que sentiría que las vacances no tienen fin.

LLONXANA dijo...

Todo, absolutamente todo: miedos, sospechas, esperanzas, ilusiones..., es fruto de nuestra mente. A medida que leo, creo que la solución estriba en controlar nuestra cabeza, nuestras emociones. ¿Cómo? Eso ya no lo sé.
Un besazo muy grande Aldabra.

MucipA dijo...

Ya me he puesto al día con el relato. Y hay qué ver qué saciada ha regresado Ana de Santander pero qué confusa al mismo tiempo... Esas mini-vacaciones en vez de ayudarle la han confundido más. A ver si la terapia con Rai hace que se sienta mejor...

Carlos dijo...

Paso a dejarte un beso, mujer ilusionista. :)

DANI dijo...

Jo, yo es que odio la interpretacón de los sueños. Llámame romántico, pero los sueños son sueños y el resto es realidad.

Besos medio dormidos

mison dijo...

Es algo muy natural que los niños (sobre todo las niñas) desde muy temprana edad, exploren sus partes íntimas e incluso que se masturben ( por supuesto ellos no saben ni que significa eso, simplemente les gusta y además es muy natural y normal)Somos los adultos los que le damos un tinte pecaminoso y nos escandalizamos. te dejo el enlace a mi blog donde hace unos meses colgué un relato corto que escribí muy a propósito de esto y que además es real porque me pasó a mi.
http://masdemison.blogspot.com/2010/09/el-gusto-por-el-pecado.html

Paz Zeltia dijo...

Dicirlle a plinn... que me alegra haberlle descuberto un chiste que lle parecera bo

:D

e respecto ao "diálogo", pois non sei.
parece obsesivo ás veces esa maneira que temos de otorgarlle un significado importante a todas as cousas.
E como querer ir nadando ata América.

Carlos dijo...

Viendo la cartelera de cine de la izquierda, te cuento que la de Clooney aquí se llamó El ocaso de un asesino y me gustó mucho. (yo soy presidente del Club "los hombres que odiamosa Clooney") :) También me gustó Carancho, aunque es una películo muy dura y muy desesperanzadora. Enterrado tuvo buena crítica pero no la tengo agendada porque sería demasiado claustrofóbica para mí. Hoy estrenan Agora (me acordé de tí) y supongo que iré a verla en estos días.

Un beso.

Wycherly dijo...

Me emociono!

saludos

mariola dijo...

Creo que siempre hay que aceptarse; es el primer paso y el más importante para una vida sana.
Aceptación y todo tendrá su lugar, bicos.

fonsilleda dijo...

Buena sesión la de hoy porque lo inesperado surge de pronto sin avisar. Ahí estaba agazapado y olvidado, muchas veces a propósito.
La sexualidad es en la infancia un poco una incógnita y, creo yo que lo más normal es experimentar con lo más cercano.
Bicos.