¿Salimos a navegar este fin de semana o has quedado?
No, no he quedado, podemos salir a navegar.
¿Y eso? Creí que me dirías que te ibas a ver a Tricia.
No, creo que ya no voy a volver. Todavía no se lo dije a ella pero es lo mejor.
¿Mejor para quién? ¿Para ti?
No sé, no lo tengo claro. Tricia me gusta mucho. Es toda entrega, inocencia, sensualidad y muy dulce. Y lo mejor de todo es que ella no es consciente de todo eso.
¡Estás loco, Antonio! ¿Y por qué la dejas escapar?
Me da miedo, tío. Es como demasiado profunda. Muy sensata, muy sincera… Sólo puedo decir cosas buenas de ella pero creo que lo está pasando muy mal y yo no puedo ayudarla. Tú ya sabes que soy un tío raro y… La veo muy frágil. Creo que no tengo la fuerza necesaria para recomponer sus pedazos.
¡Joder! ¿Y entonces por qué la embarcaste en esta historia? Que iba a ser difícil ya lo sabías, me lo dijiste al principio. ¿Qué le va a pasar ahora?
No lo sé, joder, no lo sé, ni siquiera sé cómo voy a terminar con ella. Creo que iré espaciando mis visitas y mis llamadas.
Eso es cobarde, Antonio, muy cobarde. Impropio de ti.
¡Joder, tío, no me digas eso!
Es que es cierto. Puedes decirle la verdad.
Sí, le voy a decir que me resulta muy atractiva, que tiene muchísimas cualidades pero que la dejo porque tengo miedo a… Ni yo mismo sé a qué le tengo miedo.
Lo dicho. Estás loco. Loco y bien jodido.
¿Sabes qué fue lo que me asustó de verdad?
Que el otro día recibí un paquete. ¿Sabes qué me envió? Unos preciosos cuadritos de punto de cruz que bordó, para la habitación de los niños. Eran unos ositos llamando por teléfono. Me pareció tan tierno y me dio tanto miedo… Me vi otra vez atado de pies y manos. Me imaginé pidiendo traslado, viajando para ver a mis hijos y… No me gustó, tío, no me gustó nada.
Pues dile eso, cuéntaselo tal y como me lo estás contando a mí.
Poco a poco me irá olvidando.
Has dicho que era una mujer entregada y ese tipo de mujeres no olvidan así como así porque en el amor lo dan todo. Abren su corazón de par en par. Sé que provoca respeto pero también creo que es una actitud admirable y valiente.
Sí, Tricia también es valiente, me olvidé de decírtelo. Está luchando con uñas y dientes para salir de su depresión y sé que lo va a lograr.
Claro, con tu ayuda. No te jode. ¡Vas a destrozarla!
¿Tú crees?
Por supuesto que lo creo, Antonio.
¿Quedamos a las 5?
Vale, te recojo en tu casa. Llevo yo los bocadillos, y tú lleva las cervezas. Y piénsatelo tío, piénsatelo bien.
Ok.
27 comentarios:
¡Lo has hecho!
Yo me imaginaba un sacrificio de Antonio, pero veo que es solo miedo al compromiso...
Besos.
¡Aaayyyy, el maldito miedo! ¡Cuantas relaciones habrá frustrado!
Mucho más sensato el amigo.
Besos
Hay mucha gente con ese miedo, lo malo es que no se enteran, no son conscientes de que tienen miedo y se refugian en mil excusas. Muy real esta historia, muy habitual.
Besos.
Por que me resulta tan familiar esta historia?
Si, xa sei. É unha moi similar á que escoitei hai xa moito tempo. O compromiso con vidas alleas é algo que non todo o mundo está disposto a asumir. E así van as cousas. A golpes!
¡Qué cobarde! Ahora, ella mandándole esos cuadritos hechos en punto de cruz..., no ayuda, no. Besotes, M.
Ella va a sufrir por culpa de este gran egoísta.
Besos.
El miedo nos lleva a donde no queremos ir.
La verdad es que los personajes de esta pareja no son muy valientes, no, porque aunque no retratas del todo a ella, yo la intuyo con muchísimos problemas.
En fin la vida
Un abrado
Luz
La libertad al completo es difícil, ceder parte de ella es la base de la convivencia.
Cobarde,cobarde,cobarde, pero quien no es un poco cobarde en esta vida, yo la primera, ¿Cuantas veces por miedo a un resultado incierto reculamos?, en fin somos humanos, si no dejaríamos de ser un puntito en el universo.
Biquiños
Qué cosas, a veces el miedo nos hace reaccionar malamente
Besicos
Cobarde el tipo.
Un beso
Me encanta Hopper.
Yo no soy de los que van a condenar a Antonio tan pronto. Veremos cómo reacciona después de pensarlo bien.
Besos.
Ay, esos cuadritos qué inoportunos, o que ooporrtunos, según el lado por donde se mire.
Biquiños
Un hombre muy sincero y entero el amigo de Antonio, aunque en mi opinión Antonio no hace mal deteniéndose y analizando sus miedos miedos, su error está en el procedimiento, en ocultarlos, en dar esquinazo a quien seguramente podría muy bien comprenderlos.
Saludos
Demasiado miedo...
qué bien manejas las conversaciones, sirena
un abrazo y besos
Me suena mucho eso... Me encantan tus relatos, me siento muy identificada últimamente. Las mujeres sensatas y de corazón damos un poco de miedo a los hombres. Muchos biquiños
Dios! Esos pensamientos y sensaciones estúpidas que sientes en pareja...
Besos!
¡Cómo me suena esta historia! sólo no estoy de acuerdo en que ella se volvió una mujer vulgar, nunca una mujer es vulgar...en cualquier caso él por ser tan cobarde y egoista....besos, ya he vuelto ¿cómo ha ido el verano?
Quizás parezca una hembrista diciendo esto pero... Ese sentimiento tenía que venir de boca de un hombre. No sé por qué razón, pero todavía no me he topado con ninguna mujer que sufra ese miedo, yo misma no soy capaz de comprenderlo del todo ¿Que les pasa a algunos hombres?
¿Por qué les atemoriza la felicidad?
Que bonito relato y cuanto tiene de realidad.
Quizá Antonio termine por afrontar sus miedos y se abrace a ella acariciando los cuadritos.
Bicos
Que guapo está Ron!! me he reido mucho con su monólogo acerca de sus nombres...jejeje
Al miedo algunas personas lo disfrazan de "no se". Cuánto daño esconde el miedo!
Un abrazo
El miedo nos paraliza y no nos deja vivir plenamente. Hay que afrontarlo y darle dos buenas bofetadas, apartarlo, echarlo a un lado y dejarnos llevar por la vida, mecernos en su vaivén y ver qué nos deparará el futuro.
Vamos a ver qué decide Antonio antes de juzgarle...
Besos lunáticos
Menuda historia, supongo que tendrá continuación.
Buen día
ahora vemos la historia del otro lado...
ojalá fuera así de fácil "construir" lo que ocurre en la cabeza de la otra parte cuando las historias se acaban...
Acojondillo veo a Antonio, pero le falta un tris para sucumbir...
¡Cobardía, simple cobardía...! Hay tantos Antonios por ahi....
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