Dibujo: Emimery
No, no puedo, ya te lo he dicho muchas veces, de ésta y de otras formas diferentes, que no puedo dejar de quererte. Ya, ya sé que puedo resultar empalagoso, cargante, asfixiante, rimbombante, "pesaíto" y hasta pedante, llegado el caso, pero es que, no puedo dejar de quererte, ni de decírtelo. Y es que necesito decírtelo ¿Qué conseguiría guardándome para mí solo, todo el cariño y el amor que siento por ti?
Sí, ya lo sé una y mil veces, porque una y mil veces me has dicho que no soy nada original cuando te digo que te quiero. Pero es que es eso. Esa es mi única verdad en el gran teatro de mi vida. Mi única obra buena en este mundo, gracias a ti que existes y me has admitido en tu corazón... ¡No supiste entonces lo que habías hecho! Y ahora, estás pagando las consecuencia de que, cuando tengo la oportunidad, te exprese todo mi cariño... Sí, así, a lo bruto, a lo que soy yo para decirte lo enamorado que estoy de ti. Porque eres lo más grande que me ha pasado en toda mi vida.
Ya te he dicho también en muchas ocasiones, que no estoy loco... bueno, eso pienso yo, que habría que preguntarle a los demás sobre mí. A lo mejor es que verdaderamente estoy loco ¿Tú que opinas?... No, no me digas nada... déjame quererte un poquitico más antes de decirme nada, no vaya a ser que... ¿Que qué?... ¡Como si me importara que pensaras mal de mí! Que yo sé que no, y la más mínima duda, sería una ofensa para ti. Quizás, la que esté loca de remate seas tú por quererme a mí... ¡Mira!, no lo había pensado hasta ahora ¡Vaya, vaya! Sí, sí, posiblemente sea eso. Y yo preocupándome por hacerte feliz, por quererte con todas mis fuerzas, por amarte con toda el alma, por amarrarme a tu vida de pies y manos y... y va a resultar que tanto y tanto presumo yo de quererte que... ¡Vaya, y otra vez vaya!
Claro, tan pendiente de ti, que mi estupidez hace que no me dé cuenta de todo lo que haces por mí. Si solo el hecho de estar conmigo es para ponerte un piso para ti solita en Torrevieja... bueno, para ti sola y un poquito para mí... ¿eh?
Pequeña, es que estás loquita de remate por mí... ¡Ah!, perdona por lo de pequeña, que sé que no te gusta que te lo llame... No, espera también ahora y no me contestes... espera. Mírame a los ojos, sólo eso, que con el tiempo que nos conocemos, no me hacen falta tus palabras para saber que me quieres.
¿Qué? Ya, ¿que por qué entonces me empeño yo en decirte tantas palabras?... ¿Es que no me conoces?... Vale, la próxima vez tú, ¿y a ver en palabras, cuánto me amas?
Y ahora aquí, juntitos en el sillón, un poquito de América... ¿vale?
Sí, ya lo sé una y mil veces, porque una y mil veces me has dicho que no soy nada original cuando te digo que te quiero. Pero es que es eso. Esa es mi única verdad en el gran teatro de mi vida. Mi única obra buena en este mundo, gracias a ti que existes y me has admitido en tu corazón... ¡No supiste entonces lo que habías hecho! Y ahora, estás pagando las consecuencia de que, cuando tengo la oportunidad, te exprese todo mi cariño... Sí, así, a lo bruto, a lo que soy yo para decirte lo enamorado que estoy de ti. Porque eres lo más grande que me ha pasado en toda mi vida.
Ya te he dicho también en muchas ocasiones, que no estoy loco... bueno, eso pienso yo, que habría que preguntarle a los demás sobre mí. A lo mejor es que verdaderamente estoy loco ¿Tú que opinas?... No, no me digas nada... déjame quererte un poquitico más antes de decirme nada, no vaya a ser que... ¿Que qué?... ¡Como si me importara que pensaras mal de mí! Que yo sé que no, y la más mínima duda, sería una ofensa para ti. Quizás, la que esté loca de remate seas tú por quererme a mí... ¡Mira!, no lo había pensado hasta ahora ¡Vaya, vaya! Sí, sí, posiblemente sea eso. Y yo preocupándome por hacerte feliz, por quererte con todas mis fuerzas, por amarte con toda el alma, por amarrarme a tu vida de pies y manos y... y va a resultar que tanto y tanto presumo yo de quererte que... ¡Vaya, y otra vez vaya!
Claro, tan pendiente de ti, que mi estupidez hace que no me dé cuenta de todo lo que haces por mí. Si solo el hecho de estar conmigo es para ponerte un piso para ti solita en Torrevieja... bueno, para ti sola y un poquito para mí... ¿eh?
Pequeña, es que estás loquita de remate por mí... ¡Ah!, perdona por lo de pequeña, que sé que no te gusta que te lo llame... No, espera también ahora y no me contestes... espera. Mírame a los ojos, sólo eso, que con el tiempo que nos conocemos, no me hacen falta tus palabras para saber que me quieres.
¿Qué? Ya, ¿que por qué entonces me empeño yo en decirte tantas palabras?... ¿Es que no me conoces?... Vale, la próxima vez tú, ¿y a ver en palabras, cuánto me amas?
Y ahora aquí, juntitos en el sillón, un poquito de América... ¿vale?
8 comentarios:
Yo no digo nada vale?
Esto es demasiado bonito :)
Besicos
cuando leí este texto de Guillermo que me gustó mucho yo también me dije "¿será demasiado bonito para ser cierto?"... coincido contigo Belén.
bicos,
Aldabra
vosotras sí que sois bonicas!!!
Aldabra querida, en estep poco tiempo de conocer a Guille coincido, si es de él, es cierto y es hermoso y no queda nada por decir!!!
besotes amiga
Que bien es estar enamorado y bien correspondido que lindo que tú boca no tenga que decir lo que tus ojos gritan.
Saludos aldabra saludos guillermo.
Dulce..loco...Pero eso es estar enamorado...¿no?
¿Has cogido aire, Guillermo para decirle que la quieres?...¡Porque es necesario que respires! :)))
Cuando uno no se cansa de decir "te quiero" es síntoma de buena salud...
Que siga siendo así por muchos, muchos años.
Muy lindo,Guillermo.
Un abrazo. Te veo en tu blog.
elbe... y qué mueve al mundo???
Ya!, y aparte de eso?... Ya!... y después?? .. que ya!!... pero despues???.... Sí, sííí!!!, pero después de todo eso???
jeje
besos
Publicar un comentario