SOL (Peces de colores)
- ¡Hola! ¡Hola!
- ¿Hola?
- Aquí, mira al suelo
- ¿Me hablas a mí?
- Sí
- ¡Estoy alucinando!
- No hables tan alto y no bracees que te van a oír
- Tú no puedes hablar
- Claro que puedo ¿Estás tonta? ¿No ves que estamos teniendo una conversación?
- Han sido las pastillas y el sol. Claro, si es que no son una buena combinación
- Te repito que no debes hablar en alto. Shhhhhhhh, cállate
- No me hables
- Soy tu pez de colores. El pez que llevas tanto tiempo tratando de pescar ¿Es que no te da cuenta?
- ¿Pescar yo? Me da la risa
- Tú no lo sabes pero estabas pescando. Los peces siempre sabemos esas cosas. Es nuestra obligación porque conlleva nuestra supervivencia
- Ni siquiera tengo caña. Es verdad que tuve una pero ya no la tengo
- Para pescar los peces de colores de mi especie no hace falta tener ese artilugio. Has empleado un procedimiento más sofisticado sólo que ahora no te das cuenta
- A ver, listo, dímelo tú
- Piensa un poco anda
- No tengo ganas de hablar con un pez. Esto no puede estar pasándome a mí
- Pescas con la imaginación
- ¡Que risa! Me parto
- Sí, es muy divertido. También lo creo así
- ¿Puedo tocarte para saber si eres de verdad?
- Faltaría más
- Tienes escamas como los peces y los colores de los peces de colores
- Ya te he dicho que soy un pez de colores. ¡Que pesada te pones!
- Tienes que pensar que los humanos somos algo limitados
- ¡Y tanto!
- ¿Y ahora que se supone que tengo que hacer?
- Tú sabrás. Sólo vine a presentarme
- Pues… encantada de conocerte ¿Tienes nombre?
- Ya lo sabes
- Eso es. No estoy volviéndome loca. Lo que me sucede es que me dio un ataque repentino de Alhzeimer
- De todas las mujeres tenías que ser tú. Anda, que…
- No me hables más. Me estás poniendo de los nervios
- Relájate, pequeña. No pasa nada. Como soy tu pez de colores cuidaré de ti
- Como soy tu pez de colores cuidaré de ti… encima presuntuoso ¡Y anda que llamarme pequeña!... tiene delito ¿De qué vas?
- ¿Sabes qué te digo?, que ha sido un error venir a conocerte. La realidad te está impidiendo ver tus sueños
- ¿Por qué dices eso ahora?
- Porque es la verdad pero no quieres reconocerlo
- Es que esto es muy raro
- ¿Y qué hay de malo en que sea raro?
- No lo sé. Me asusta
- Pues quédate con tu miedo. Pero que sepas que me dan pena las personas que tienen miedo y no se arriesgan a ser diferentes
- Para ti será todo muy fácil pero…
- Déjate de palabrerías. Mi tiempo se acaba. He de volver
- ¿A dónde?
- A mi sueño
- ¿Qué tengo que hacer?
- Tienes que decidirlo tu misma. No puedo hacer más por ti. Por si no vuelvo a verte de nuevo, te deseo suerte
- No te vayas
- Tengo que sumergirme. Adiós Laura
- Sabes mi nombre
- Sí
- Espérame
Laura se sacó la ropa en dos segundos y se lanzó al mar desde las escaleras del muelle.
- ¿Hola?
- Aquí, mira al suelo
- ¿Me hablas a mí?
- Sí
- ¡Estoy alucinando!
- No hables tan alto y no bracees que te van a oír
- Tú no puedes hablar
- Claro que puedo ¿Estás tonta? ¿No ves que estamos teniendo una conversación?
- Han sido las pastillas y el sol. Claro, si es que no son una buena combinación
- Te repito que no debes hablar en alto. Shhhhhhhh, cállate
- No me hables
- Soy tu pez de colores. El pez que llevas tanto tiempo tratando de pescar ¿Es que no te da cuenta?
- ¿Pescar yo? Me da la risa
- Tú no lo sabes pero estabas pescando. Los peces siempre sabemos esas cosas. Es nuestra obligación porque conlleva nuestra supervivencia
- Ni siquiera tengo caña. Es verdad que tuve una pero ya no la tengo
- Para pescar los peces de colores de mi especie no hace falta tener ese artilugio. Has empleado un procedimiento más sofisticado sólo que ahora no te das cuenta
- A ver, listo, dímelo tú
- Piensa un poco anda
- No tengo ganas de hablar con un pez. Esto no puede estar pasándome a mí
- Pescas con la imaginación
- ¡Que risa! Me parto
- Sí, es muy divertido. También lo creo así
- ¿Puedo tocarte para saber si eres de verdad?
- Faltaría más
- Tienes escamas como los peces y los colores de los peces de colores
- Ya te he dicho que soy un pez de colores. ¡Que pesada te pones!
- Tienes que pensar que los humanos somos algo limitados
- ¡Y tanto!
- ¿Y ahora que se supone que tengo que hacer?
- Tú sabrás. Sólo vine a presentarme
- Pues… encantada de conocerte ¿Tienes nombre?
- Ya lo sabes
- Eso es. No estoy volviéndome loca. Lo que me sucede es que me dio un ataque repentino de Alhzeimer
- De todas las mujeres tenías que ser tú. Anda, que…
- No me hables más. Me estás poniendo de los nervios
- Relájate, pequeña. No pasa nada. Como soy tu pez de colores cuidaré de ti
- Como soy tu pez de colores cuidaré de ti… encima presuntuoso ¡Y anda que llamarme pequeña!... tiene delito ¿De qué vas?
- ¿Sabes qué te digo?, que ha sido un error venir a conocerte. La realidad te está impidiendo ver tus sueños
- ¿Por qué dices eso ahora?
- Porque es la verdad pero no quieres reconocerlo
- Es que esto es muy raro
- ¿Y qué hay de malo en que sea raro?
- No lo sé. Me asusta
- Pues quédate con tu miedo. Pero que sepas que me dan pena las personas que tienen miedo y no se arriesgan a ser diferentes
- Para ti será todo muy fácil pero…
- Déjate de palabrerías. Mi tiempo se acaba. He de volver
- ¿A dónde?
- A mi sueño
- ¿Qué tengo que hacer?
- Tienes que decidirlo tu misma. No puedo hacer más por ti. Por si no vuelvo a verte de nuevo, te deseo suerte
- No te vayas
- Tengo que sumergirme. Adiós Laura
- Sabes mi nombre
- Sí
- Espérame
Laura se sacó la ropa en dos segundos y se lanzó al mar desde las escaleras del muelle.
16 comentarios:
Bien hecho, Laura.
No hay que dejar de seguir a un pez de colores, sobre todo tu, que eres una sirena.
Bicos
Si lo alcanza, yo quiero saber que pasa ¿uhm?
Bien interesante!!
Un abrazo
Un bellísimo relato Aldabra y una imágen increíble.
Nunca, nunca hay que dejar de perseguir los sueños.
Un beso grande.
Ummm qué bonito
gracias por regalarnos tus momentos y por seguir, siempre ahí :)
Mucho más bonito que la realidad.
Precioso.
Besos.
A practicar natación para estar preparados el día que se presente el pez.
Muy bonito.
Besos.
Lo malo de los peces de colores que hablan es que son muy escasos.
Que texto más bonito! Uno de los que más me han gustado de los que he leido :) En serio! Me ha hecho sonreir, reir!
Excepcional, yo a eso le llamo "Viaje", creo que ya te lo habia contado. Hago muchos, y Turrón piensa que estoy loca, intento que él también haga esos viajes conmigo pero nunca es capaz de abstraerse, y el muy cabrito me tira de la mano para sacarme a mi tambien a la realidad .
Que pena, hay gente que no tiene tanta imaginación.Pero tú sí a que sí?
Por eso estás viendo tantas cosas mientras me lees , mientras cierras los ojos antes de dormir, mientras el sol te dá en los párpados en la playa... Verdad? Porque debajo de esa mujer veo una niña tan guay! :) Una sirenita. Te habrás dado cuenta de que a mi tambien me encantaron siempre las sirenas! Jajaja :)
¡Qué bonito es soñar! Me encantó este relato.
Un beso
Muy bueno, exige una continuacion.
O mas bien, yo quiero seguir disfrutando de tu inventiva... o de los efectos colaterales de fumar apio, no se.
Como quiera que sea, sigue.
desde el otro lado del mar, el equivocado.
Todos fuimos un mudo pez.
Me encanta... nunca dejes de perseguir tus sueños, guapa... sean peces de colores.... letras en un papel... no sé, cualquier cosa.
Gracias por compartirlo con nosotros.
Un besazo
Gracias a todos por vuestra lectura y vuestros comentarios. Y bienvenidos a los que os pasáis por primera vez por este blog.
A este texto le tengo un especial cariño, hace ya tiempo que lo escribí. Me hace feliz que os haya gustado.
Con este diálogo quise dejar constancia de lo importante que es para mí soñar y creer en coss imposibles para escapar de este mundo que a veces es un poco o un mucho incomprensible.
Os deseo que soñéis todo lo que queráis sin límite ni medida ¿por qué no? Los sueños son magia y la magia de las cosas es lo que las hace diferentes.
biquiños,
Aldabra
Aldabra, me gusta el cuento. No por el texto en sí (que está bien, muy bonito, bien escrito...) sino por cuanto transmite: huir de la aparente frialdad real. Creer que todo es posible, creer todavía.
Bien por tí. Muy bien. :)
Hola Aldabra,
Me encantó el relato. Y sabes una cosa? desde hace un tiempo quiero cumplir mis sueños. Alguno lo he conseguido, con algún otro, me está costando un poco más.
Lo que si he aprendido es que con miedo no se hace nada.
Deseo que siempre encuentres agua en tu piscina.
Bicos
yo espero pescar así un día a un dragón, a ver que pasará
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