Ese texto lo escribí después de la lectura de este libro de Rosa Aneiros, hace ya algunos años.
Todavía recuerdo con placer el paseo por sus páginas.
Y es que hay libros que dejan una marea inmensa dentro del corazón.
Después de acabar de leer un libro con el que he pasado buenos y malos momentos, siempre siento un vacío.
¿Qué tal le irá ahora a Alba que ha vuelto de nuevo con Marcos?
¿Podrá dejar de tomar Tranquimazín y beber ginebra?
¿Será la última marea negra de su vida?
El mar visitó a Alba un día y ella se quedó a su lado, a veces mirándolo con odio y otras como se mira a un hijo.
Por el camino dejó a familiares y amigos. No había otra opción para emprender su nueva búsqueda en solitario.
Las pérdidas no tienen vuelta atrás.
Y es muy duro pensar que tal vez no exista un mañana. Claro, que mejor no dejarse abatir con esta idea.
Sí. Para mí habrá un mañana y un pasado mañana. Quiero hacer muchas cosas todavía. Aprobar unas nuevas oposiciones. Ver como caen de nuevo las hojas este próximo otoño. Ir a mi faro una noche de invierno y sentir como el miedo a la oscuridad rodeará el coche que se bamboleará con el viento…
Divago,
sola,
en esta casa que me arropa
como un chal de lana.
Mis ojos se mueven ahora hacia el faro azul y blanco de cera. Reposa en la mesita auxiliar, al lado de la butaca donde estoy sentada. Nunca me sentí capaz de encender su luz. No soportaría ver como la cera derretiría sus ventanas.
Me comparo con Alba. Ella, como yo, también iba a pensar al faro; yo a mi faro [Punta Frouxeira] y ella al suyo [Faro de Fisterra], sobre todo cuando quería resistirse a la ginebra y al Tranquimazín. Yo también tomé pastillas. Con otro nombre, con otro color.
Allí, en el Faro de Fisterra, Alba recordaba los besos de Marcos. El calor del cuerpo de Marcos entre sus sábanas. Y en las noches de niebla oía el ulular de la sirena.
Alba.
Marcos.
Yo.
Él.
Marea Negra.
Sinopsis del libro:
“Alba es una joven cordobesa afincada en Galicia desde hace diez años. Está pasando por un momento delicado en su vida. Su novio, Marcos, acaba de abandonarla y ella está sumida en una profunda depresión. Hace años que no hablaba con su amiga Isa y ahora comienza a escribirle, recordando cuando hace ya una década, ambas decidieron ir a la Costa da Morte para ayudar en las tareas de limpieza de las playas, debido a la marea negra que produjo el buque Mar Egeo.
Alba, bióloga de profesión, vuelve a enfrentarse ahora a la misma situación de antaño, esta vez con un nuevo barco, el Prestige.”
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16 comentarios:
Me gusta cuando dejamos ir la cabeza y escribimos lo que dicta el subconsciente.
Besos.
Yo también pienso que habrá un mañana y un pasado mañana, pero trato de centrarme en el presente que es lo único real.
Biquiños.
Yo también prolongo la vida de los personajes...
Alguna vez dije en mi casa que me gustaría haber hecho oposiciones para farera, en lugar de para maestra...mi familia se me queda mirando...ocurrencias de esta chica. Telo cuento porque, me ataren los faros como a ti, como a esa chica de tu novela. Y mira que lo tengo difícil desde la meseta castellana. También viví en la Guipúzcoa más interior y en un pueblo manchego de Madrid.
Mi faro es...son los árboles del Arlanzón, otra cosa no tengo.
Tomé tranquimazín en ciertas circunstancias, ginebra nunca, me emborracha una cerveza sin alcohol...
Besos, Aldabra. Biquiños.
Todos paseamos nuestra mente por ese camino que enfrenta la realidad y los deseos.
Cuando no somos capaces de controlar el pulso y el corazón cambia el ritmo de sus latidos, suelen mandar pildoritas que lejos de eliminar los problemas, simplemente simplifica nuestra capacidad de crear y analizar.
Puede que lo ideal fuera eneseñar a minimizar los problemas que nacen en nosotros, pero supongo que nada es fácil.
Siempre que acabas un buen libro sentirás un vacío, como si un buen amigo se marchara a un lejano país donde te costaría volver a verlo.
Ambos casos requieren una rápida sustitución que no llevará al olvido peros si a amortiguar la reciente perdida.
Bicos.
Gracias por tus comentarios
Regreso y una entrada nostálgica apresada o resbalada de un libro me recibe. Y lo hace bien. Sentirse identificada con lo que alguien dice, siente o piensa, es gratificante, incluso cuando esos parecidos deban ser superados o precisamente en tales momentos.
Bicos.
Tal vez nos preocupe más la incertidumbre de cómo será el mañana, que su propia existencia.
También por eso, tal vez, nos atraiga a menudo tan peligrosamente.
Una sonrisa
Teño o libro desde hai anos, empecei a lelo, pero non avancei nada. Deixeino para mellor ocasión, claro.
ah, pois eu son fiel ao trankimazin
Iso que ti contas pasábame cando era adicta ás series de televisión
Pasoume con six feet under, parecía como se os fisher foran coñecidos meus, existisen de verdade.
:-)
Yo, aparte de aspirinas no tomo nada de nada. Las penas, como el tabaco, las paso a pelo (ya llevo diez meses sin fumar...) pero reconozco que para los jóvenes es más fácil recurrir a la química que está tan a mano... Me gustan los faros, sobre todo el de La Mola de Formentera. Besotes, M.
La bondad de los faros es fascinante; siempre haciendo el bien aunque nadie se lo pida. Sus ráfagas de luz hechizan a los de tierra firme y es la tabla de salvación para los zarandeados por el mar.
Un abrazo
Me apunto la recomendación, tiene muy buena pinta.
Yo también tengo un faro en mi blog...
Besos.
Hay libros que dejan huella y este se nota que te marcó.
No lo conozco, pero lo apunto.
A mi también me gustan los faros, quizá por su soledad y es un buen sitio paa pensar. ¡ Qu suerte vivir muy cerca de un faro!
Besos
Luz
Todos deberíamos tener un faro al que acudir cuando nos sentimos especiales. El tuyo es muy vanguardista y esta en un lugar maravilloso.
Cuando estamos pasando por una mala racha pensamos que ya no volveremos a ser felices "nunca mais"
Pero siempre es mejor dejar y que te dejen y equivocarte mil veces que no haber amado nunca y tener el corazón seco.
Un beso,
Yo también me pregunto siempre como continúa la historia cuando el libro te anuncia un final feliz porque la vida en el día no está exempta de recaídas, quizás el libro lo deja en lo que esperamos, pero tal vez dentro de diez años Alba haya vuelto a la ginebra y al tranquimazín, quién sabe, me gustaría pensar que no, que la felicidad siempre se alarga en el tiempo gracias a las decisones tomadas en un sólo momento.
excelente el articulo y se ve bastante bien el libro jeje..
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