Según mi madre (la fuente que me ha dado la información sin que yo se la pidiera) mi exceso de peso se debe a mi edad.
Según sus palabras: "Es que a tu edad, hija, el cuerpo anchea y ya no hay remedio hagas lo que hagas". Así lo dijo, rotundamente y sin compasión.
Ustedes a mi madre no la conocen pero ya les digo yo que es una mujer positiva donde las haya. Con su comentario, yo ya me quedé, así de principio, como más tranquila porque si ella dice eso (las madres siempre lo sabemos todo) pues lo mejor es que deje de machacarme en el gimnasio y lanzarme a comer como una posesa porque mi lucha contra la báscula está perdida de antemano.
Hasta este momento, la verdad (es decir, cuando mi madre me ofreció gratuitamente su veredicto) que es que yo tenía la esperanza de que mi vista, afectada ya por una presbicia que crece a pasos agigantados, me engañara con mi peso cada día. En el fondo, pobre ilusa, es lo que pensaba. ¡Seré tonta!
Pero mi sueño se esfumó.
Voy a contarles como sucedió todo desde el principio, lo más brevemente posible porque yo ya sé que ustedes no tienen todo el tiempo del mundo como para perderlo aquí conmigo.
Resulta que el martes de esta semana fui a verla y de paso obsequiarla con unas botellas de sidra que nos trajimos de Asturias, y me dice:
"Ay, hijiña, te veo un poco más delgada". Tengo que aclarar que ella, como muchas madres, siempre me ve delgada, más cuando me hago yo la comida y no estoy bajo sus cuidados.
"No, mamá. No estoy más delgada. He engordado 3 kilos desde diciembre que dejé de fumar y no me sirven ya algunos pantalones", le respondí, armándome de paciencia.
"Pues yo te veo la cara como más labrada, hija. No sé, será por llevar el pelo recogido o por la ropa", volvió ella a la carga.
No le dí mucha importancia a la conversación porque me resultaba demasiado familiar. Pero ayer...
Ayer fue la certeza definitiva de que realmente había engordado irremediablelmente esos 3 malditos kilos. Porque ayer me escupió como si me echara el mejor piropo del mundo:
"Hijiña, pues vas a tener razón, engordaste. Ahora que te observo bien con esa ropa noto que tienes el culo más gordo".
Yo, ustedes se imaginarán, quise que me tragara la tierra o morirme ya del tirón, más si cabe porque ella se reía cariñosamente.
Para rematar, soltó otra de sus sentencias firmes :
"¿Sabes qué? Seguro que es que te engorda la felicidad, y contra eso no puedes luchar."
Es decir, da igual que sude como una cerdita todos los días con el método Curves (The power to amaze yourself). Da igual que sufra de culpabilidad como si me estuvieran haciendo el tercer grado, cada vez que me llevo un bombón a la boca. Da igual que haga o deje de hacer. Sea la edad o la felicidad (que rima y todo y como dice mi madre) lo mío ya no tiene solución.
Claro que ahora que lo pienso tengo que hablar con ella y comentarle si lo mío se podrá solucionar en Lourdes. Yo no tengo ninguna fe pero ella tiene mucha y tal vez si intercede por mí ¿Ustedes que creen?
En fin, pues una vez que le consulte ya les contaré. Mientras, pues que no sé que hacer de mi vida, si les digo la verdad. Estoy un poco confundida con todo este problemón. Tengo que pensar detenidamente.
Ya no les robo más su tiempo. Gracias por escucharme.
Según sus palabras: "Es que a tu edad, hija, el cuerpo anchea y ya no hay remedio hagas lo que hagas". Así lo dijo, rotundamente y sin compasión.
Ustedes a mi madre no la conocen pero ya les digo yo que es una mujer positiva donde las haya. Con su comentario, yo ya me quedé, así de principio, como más tranquila porque si ella dice eso (las madres siempre lo sabemos todo) pues lo mejor es que deje de machacarme en el gimnasio y lanzarme a comer como una posesa porque mi lucha contra la báscula está perdida de antemano.
Hasta este momento, la verdad (es decir, cuando mi madre me ofreció gratuitamente su veredicto) que es que yo tenía la esperanza de que mi vista, afectada ya por una presbicia que crece a pasos agigantados, me engañara con mi peso cada día. En el fondo, pobre ilusa, es lo que pensaba. ¡Seré tonta!
Pero mi sueño se esfumó.
Voy a contarles como sucedió todo desde el principio, lo más brevemente posible porque yo ya sé que ustedes no tienen todo el tiempo del mundo como para perderlo aquí conmigo.
Resulta que el martes de esta semana fui a verla y de paso obsequiarla con unas botellas de sidra que nos trajimos de Asturias, y me dice:
"Ay, hijiña, te veo un poco más delgada". Tengo que aclarar que ella, como muchas madres, siempre me ve delgada, más cuando me hago yo la comida y no estoy bajo sus cuidados.
"No, mamá. No estoy más delgada. He engordado 3 kilos desde diciembre que dejé de fumar y no me sirven ya algunos pantalones", le respondí, armándome de paciencia.
"Pues yo te veo la cara como más labrada, hija. No sé, será por llevar el pelo recogido o por la ropa", volvió ella a la carga.
No le dí mucha importancia a la conversación porque me resultaba demasiado familiar. Pero ayer...
Ayer fue la certeza definitiva de que realmente había engordado irremediablelmente esos 3 malditos kilos. Porque ayer me escupió como si me echara el mejor piropo del mundo:
"Hijiña, pues vas a tener razón, engordaste. Ahora que te observo bien con esa ropa noto que tienes el culo más gordo".
Yo, ustedes se imaginarán, quise que me tragara la tierra o morirme ya del tirón, más si cabe porque ella se reía cariñosamente.
Para rematar, soltó otra de sus sentencias firmes :
"¿Sabes qué? Seguro que es que te engorda la felicidad, y contra eso no puedes luchar."
Es decir, da igual que sude como una cerdita todos los días con el método Curves (The power to amaze yourself). Da igual que sufra de culpabilidad como si me estuvieran haciendo el tercer grado, cada vez que me llevo un bombón a la boca. Da igual que haga o deje de hacer. Sea la edad o la felicidad (que rima y todo y como dice mi madre) lo mío ya no tiene solución.
Claro que ahora que lo pienso tengo que hablar con ella y comentarle si lo mío se podrá solucionar en Lourdes. Yo no tengo ninguna fe pero ella tiene mucha y tal vez si intercede por mí ¿Ustedes que creen?
En fin, pues una vez que le consulte ya les contaré. Mientras, pues que no sé que hacer de mi vida, si les digo la verdad. Estoy un poco confundida con todo este problemón. Tengo que pensar detenidamente.
Ya no les robo más su tiempo. Gracias por escucharme.
20 comentarios:
¡que bien sienta reírse un poco de una misma!
pero ¿a qué salí muy atractiva en el dibujo?
bicos,
Aldabra
Aldabra, la opinión de las madres resulta ser un punto y aparte y sólo la familia directa la puede comprender/justificar y responder en su justo término.
Vamos, que a todo el mundo no se le consiente tan alegre ese tipo de afirmaciones. Parecen albergar patente de corso respecto a la prole.
Me ha encantado el post, las madres son un libro abierto.
Salud. :)
Diga lo que diga mi madre, yo no pienso renunciar a mi kilos de más.
Tú estás estupenda y se te nota en las aes de tus textos.
Besos dominicales.
Me has recordado a las frases estupendas de mi madre, me dijo una vez que de mis cuatro hermanos yo era la mas gorda... jajajajajajaj!
Di que ella, mujer de la postguerra, eso es sinónimo de fortaleza :)
Besicos
Las madres son así. A la mía la ví hace una semana. Cuando me vio en ropa interior,corrió a decirle a mi padre:-Está delgada pero no seca. No de esas que dan grima. Esta bien.....¡Palabrita del niño Jesús!
Con la edad la curva de la felicidad.
Cosas de la retención de líquidos y el comer más de lo que gastamos.
Mi madre, ya de mayor, yo, me decía: "hijo, con lo bonico que eras de chico, que todo el mundo se creía que erea una niña, de lo guapo que eras, y mírate ahora"
Que yo supongo que era para gastarme una broma... Digo. Verdad???... Bueno, prefiero pensar así... jeje
Aldi... que siento lo de la musikita... supongo que entonce no la habrás escuchado... Pero, ya sabes, a veces es bueno limpiar el alma con las lágrimas... Oyesss, como que se queda uno más agusto, no?
El deporte es bueno, pro no el "machaque"
Besicossssssss
Se me olvidó comentarte que, cuando te mandé las sombras negras, si te das cuenta, te mando 2 comentarios... es que en la canción no había leido el post.
Besicos
A mí siempre me gustaron las mujeres rellenitas, con curvas. Creo, de verdad, que no hay nada más sexi que una mujer con curvas en ropa interior blanca. Yo que soy enclenque y flojilla, me muero de envidia con todo eso.
¡Es que las madres tienen razón siempre!.
Para bajar de peso, lo único que se puede hacer es:
Comer la mitad de lo que se come, y hacer el doble de ejercicio que se hace. Pero es tan díficil!, así que ánimo.
Apertas gallegas
Que bueno.....da gusto reirse....tienes razón, prima...incluso de uno mismo...que narices....
¿Así, que eres la modelo de Botero?
Pues no veas lo famosa que eres en Oviedo....te conoce "to dios"...Tenemos una estatua tuya, en pelotas con una niña....jajajaja
Espero que al menos le saques una pasta por ser una modelo famosa...
Por eso te gusta practicar nudismo.....claro....ya estas acostumbrada a enseñar tu precioso cuerpo......jajajaja
¿Mis playas sin gente?....Es facil, preciosa....En estas fechas y por semana a las horas que yo paso para hacer la foto, es normal que no haya nadie.....al menos, en estas playas....pues en Gijon, hay gente todos los dias y a todas horas....incluso cuando llueve....hay que jodese....supongo que en Riazor pasa lo mismo.
Mil besos prima.
Bueno, dicen que las madres nunca mienten, pero a veces exageran, lo que es yo, te veo increíble.
La foto no te favorece. :)
Beso dietético.
Lo que me he podido reir!!!!
i en el fondo no hay nada como una madre. Ellas las que siempre nos miran con cara de inquisidor general, pero que nos dicen lascosas por nuestro bien.
Pues nada chica ya sabes, a comprarte la wii y la tabla esa de stepp que dicen que es la leche, y de comer nada de naa, lechuga y punto. Feliz no vas a ser eso seguro, pero vas a quedarte con un tipazo y muy mala leche.
Tengo un post antíguo en el que reivindico las curvas, que nos tienen engañadas jolines.
gracias por visitar mi espacio, gracias por añadirme a tus blogs, gracias en definitiva.
Un bico, por cierto, subo a tu tierra el dia 6 a casa de una amiga que tambien conocí en la red.
Jo..., y yo que creí que la única que me decía esas cosas bonitas, era mi madre, y ahora resulta que son todas iguales, paciencia debemos de tener, esto es un desastre..............................................
jajaja perdona que me ría, pero es que la sinceridad aplastante que gastais las madres, tiene mucha gracia... cuando no es la de una claro...
eh!!!! y que no te sirva de excusa para dejar de cuidarte, que seguro que tu madre como buena madre, también utiliza esa frase tan socorrida "todo tiene solución menos la muerte..."
Tu madre no se anda con chiquitas, eso está bien. La sinceridad ante todo.
Todos nos hemos de cuidar un poquito, sin convertirnos en fanáticos, y obviamente cada uno tiene su estructura genética, eso es casi imposible de cambiar, pero para qué?
Besos.
Hola a todos:
Nandara: me alegra que te haya divertido el post porque de eso se trataba.
Pedro: Gracias por ser tan caballeroso y por fijarte en mis aes. Y si tú estás contento con tus kilitos, a tu madre ni caso.
Belén: eso no es nada comparado con las cosas que dice la mía... (menos mal que no me lee)
Sol solito: tu madre se ve que es del estilo de la mía... yo espero no ser así de mayor...
jg riobó: yo como lo que el cuerpo me pide ¿no es eso lo que quieres decir? ;-)
Guiller: a tu madre ni caso, repito... en realidad os lo digo a todos, NI CASO... si sigues siendo una preciosidad... si estás para comerte... je je je
Lamala: te cedo curvas ¿qué prefieres algo de pistoleras o algo de "personalidad"?...
Manu: no tienen razón CASI nunca (y eso que yo soy madre) y menos en lo de los kilos...
Alex: fíjate por donde... quién te lo iba a decir ¿verdad?... si es que el mundo es un pañuelo...
Carlos: mi querido hombre gentil caballeroso... pero si es que así a una se le sube la autoestima al 100%... ay!!!!!
Froiliuba: me alegra haber despertado tu risa... y gracias por pasarte... espero que te lo pases muy bien por galicia... tiene mucho que ver vayas donde vayas...
Kuka: ¡cuanto tiempo sin verte!... yo sigo visitándote aunque no te deje comentarios porque a veces no sé que decir... de hecho leí tu último post... y casi me pongo mala, hija... que es que cuentas unas cositas... je je je
Aunqueyonoescriba: ríete a gusto mujer... pero ya verás ya, ya verás cuando seas tu madre... ya me contarás...
bueno, pues muchos besitos a todos y como siempre gracias por venir.
Aldabra
Toro: eso me digo yo... ¿para qué tanto cuidarse de los kilos?... yo no digo no hacer ejercicio pero es que privarse de comer cosas ricas, eso son palabras mayores... yo no es que esté gordita ni mucho menos pero es que todo se me acumula en el mismo lado... en realidad no es exceso de peso, es la carga mal repartida... je je je
bicos,
Aldabra
Yo te veo muy bien y te leo estupendo...
jajaja, Aldabra!!!! así son las madres!!!
Mi mamá siempre quiere de alguna manera darme la razón (todo lo contrario) y yo me miro al espejo y digo que mentirosa es!!!!! jajaja, pero son así... o nos cuidan mucho o no se que, pero se parece a lo que somos como mamás, no'????
jaja
te quierooooooooooooooooo
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