lunes, 19 de mayo de 2008

Dios

Rogelio estaba fumando un cigarro en la ventana y mirando al cielo al mismo tiempo. Era verano y las nubes grises. Por la mañana había lloviznado pero al mediodía el sol lograra hacerse un hueco saliendo sin mucha fuerza.

En el bajo de la casa de enfrente había un tanatorio. En un momento en que dirigió sus ojos hacia la calle vió como entraba un nuevo muerto. Inquilino, decía él a modo de chanza, cuando estaba con su mujer en casa. Y pensó: ¿Quién será hoy?

Una mujer rubia y vestida toda de negro bajó del coche fúnebre llorando como una loca. Parecía joven detrás de las gafas oscuras. Sintió pena por ella. Echó otra calada al cigarro y volvió a mirar para el cielo teñido ahora con una luz naranja resplandeciente. Sin saber por qué detuvo su mirada muy fijamente en un punto y el corazón empezó a latirle con una fuerza tal que parecía que iba a reventarle. Le pareció ver la cara de Dios. Era la misma imagen que tenía grabada en su cabeza desde pequeño. La foto que traían todos los libros de religión. Y sin querer dijo en voz alta:

- ¡No puede ser! ¡Me estoy volviendo loco!

Antonia desde la cocina le preguntó:

- ¿Qué dices Rogelio?
- Nada mujer. Estoy hablando conmigo mismo

Apuró el cigarro hasta el final y antes de cerrar la ventana detuvo la mirada en el mismo punto de antes. Dios seguía allí. Pero esta vez le decía algo, sonriendo.

- Hasta pronto.

Rogelio no contestó. Tampoco hacía falta. Cerró pronto la ventana y corrió las cortinas. Una tranquilidad repentina recorrió ahora su cuerpo. Se dirigió a la cocina. La cena ya estaba puesta en la mesa.

- Parece que tienes frío –le dijo Antonia mientras lo miraba fijamente.
- No, estoy bien. ¿Sabes que pensé hace un momento?
- Dime
- Que ya es hora de que hagamos ese viaje a Lanzarote que siempre aplazamos. Hace más de un año que no vemos a nuestro hijo y a nuestros nietos.
- ¿Y esa idea repentina?
- Ya ves. Morriña
- Pues mañana vamos a la agencia de viajes.
- De mañana no va a pasar. Se van a llevar una sorpresa bien grande -dijo Rogelio mientras se le iluminaba la cara.

16 comentarios:

dijo...

Aveces, no damos cuenta del tiempo que perdemos, de lo que proyectamos y no cumplimos por "señales" que nos da la vida, señales que no siempre sabemos ver ni entender...
Espero que Rogelio haya sabido interpretarla...seguro que así es.
Aldi, te estoy extrañando muchoooo!, te quiero amiga...
Rox

Belén dijo...

Si, hay que aprovechar cuando se puede, que luego es tarde... al menos eso pienso yo :)

Besicos

Dante dijo...

Se cumple el refran de que no dejes para ma�ana lo que puedas hacer hoy.
Y si lo hiciste ayer, mucho mejor.
Te aseguro que, por muchas cosas que hice, siempre me arrepiento de alguna que deje pendiente. El problema es si me quedar� tiempo para recup�rarla.
Un beso

aunqueyonoescriba dijo...

cualquier motivo es bueno para que nos espábilemos!!!

guillermo elt dijo...

A veces, solo a veces, las visiones son... pura fantasía, ficción... otras... bueno, otras ni la ciencia sabe qué son. Pero si por cada visión que se viera en el mundo, a cada visionario se le desaparecieran 100 euros y fueran a parar al bolsillo de un pobre... No, no... jejeje... no es que se fuera a acabar la pobreza en el mundo, no... sino que veríamos que muy pocos, muy pocos pobres cambiaban su status de vida... jeje.

De todas formas, y respecto a la decisión de tu personaje, ha situaciones que nos zarandean el corazón y el alma y nos hace ver cosas olvidadas, necesarias para nuestra vida... cualquier cosa buena para nosotros o para los demás.

Besicos... Y los estudios???

Francisco Méndez S. dijo...

Interesante relato, ver la cara de Dios a tu lado. Muy romántico y poetico.

Saludos linda sirena

jg riobò dijo...

Gracias por tu visita.
Muy interesantes los textos.

Diego Flannery dijo...

Más allá del barba, que estaba ese punto donde Rogelio fijó su mirada : "No dejes para mañana, lo que puedes hacer hoy; mañana, tal vez sea otro el que lo haga".
Besos
Diego

Esteve Gallardo dijo...

me apunto a ese viejo refran que todos estamos de acuerod, no dejes para mañana........
pero añadiria una pizca de serenidad, no nos obliguemos a nada que realmente no nos conmueba, no debemos, no quemos, no tenemos la intencion, etc etc.

solo cuando lo precisamos desde el corazon.... ir por ir...que aburrido es....
besos

by Alex dijo...

Ver la muerte cercana te hace recapacitar y pensar de otra manera...Digamos que te "entran las prisas" de realizar cosas pendientes....
Precisamente por eso, Prima....hace tiempo que procuro vivir con esa mentalidad....como si no existiera mañana....viviendo y disfrutando al maximo que te permitan tus circustancias.....pero pensando siempre..."Que me quiten lo bailao"....jajajaja

¿Descendiste el Sella?.....que guapo....la pena, que te habrá llovido....yo hice el descenso dos años en verano y es una pasada...
JO, PRIMA...tambien en CABRALES...¿tomarias Xidrina, no?...jajajaja
Gracias por tu comentario tan cariñoso....Eres un amor, prima...
Estaré pendiente de las fotos que me dices....tengo ganas de verlas.
Mil besos cariñosos....Aldi.

Sirena Varada dijo...

La vista cercana de un tanatorio y la de una imagen de Dios en el horizonte ¿Puede haber algo más persuasivo y convincente para recuperar el tiempo perdido?

Un beso

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Lo malo es que sea una nube quien te recuerde todas las cosas pendientes.
Besos.

matrioska_verde dijo...

Tenéis que perdonar la tardanza en responder a vuestros comentarios pero es que no me doy puesto al día.

Enre: No me extrañes que ya estoy aquí, nunca me voy del todo ¿no te das cuenta?

Belén: a veces las oportunidades pasan una sóla vez en la vida, así que ante la duda lo mejor es aprovecharlas cuando pasan.

Fotimbras: no es bueno arrepentirse de nada aunque no deja de ser inevitable. Y respecto al tiempo, igual mi tiempo es más corto que el tuyo. La muerte no tiene reglas fijas.

Aunqueyonoescriba: sí, cualquier motivo es válido.

Guillermo: hay pequeñas cosas que siempre nos vamos olvidando por ahí y es una pena.
Mis estudios tirando, estoy un poco vaga.

Ulysses: la cara de Dios que ve rogelio es como el ojo que venía en los libros de religión del cual salían unos rayos de luz. Pero no encontré una foto parecida.

Jgriobó: Gracias por visitarme. Eres bienvenido.

Diego: me encanta el "barba" y "tal vez sea otro el que lo haga"... muy divertido.

Steve:la serenidad está bien pero a veces es bueno dejarse llevar por el corazón o liarse la manta a la cabeza y cometer alguna pequeña locura... eso pone la guinda en la tarta de la vida.

Álex: ¡¡que bonita es tu tierra!!... cuanto más voy más me gusta.
Yo también sigo tu filosofía de vida desde que la que tenía dio un giro de 360º y me encontré tan perdida que tuve que partir de cero y volver a empezar. Ha merecido la pena. Mucho.

Bebí sidrina, comí chorizos a la sidrina, quesos variados... y por supuesto, disfruté del paisaje en general y del rio.... me lo pasé como una enana. Quiero volver en verano.

Sirena Varada: la vista del tanatorio nos recuerda en todo momento que la muerte duerme a nuestra vera.

Pedro: ¿qué más da que sea una nube o una hoja de papel?... lo importante es que sucede.

Besitos grandes para todos y espero que tengáis un buen día.

Os quiero,
Aldabra

Juanjo Montoliu dijo...

Si viéramos a la muerte tan de cerca, seguro que viviríamos de otra forma.

Besos.

Moriah dijo...

Has etiquetado la entrada con "rarezas" ¿Por qué? A mí no me parece ninguna rareza... Dios no habla conmigo, ni Dios, ni ninguno de los otros Dioses, pero yo sí hablo con ellos.

A solas los recibo en mi alma, les ofrezco un café, otras unas lágrimas, siempre mi incomprensión por su naturaleza y la mía...

Hablar con Dios es una rutina, o una necesidad, hablar con todos y cada uno de los dioses o diosas que el mundo ha creado y creído.

Un fuerte , muy fuerte, abrazo. Me ha gustado...que se vayan de viaje...que vivan...

MARNIE dijo...

yo soy de las que prefiero no conocer la fecha de caducidad. Pero sé que es inevitable. Así que, creo, es mejor besar, abrazar, hacer, amar, decir, transmitir.. día a día todo lo que podamos a aquellos que deseamos que no nos olviden,
Besos
Marnie