Hoy es sábado.
9:30 horas
Hoy saldré a caminar. Ahora estoy sentada en la cama. Comienzo a tener hambre pero se está bien aquí, envuelta en el calor del edredón. Aunque me imagino ya el sabor del cola-cao con cereales. Me gusta desayunar en el salón. Abro las cortinas y el amplio ventanal queda desnudo. Al otro lado, la naturaleza. Siempre dirijo la mirada y mis pensamientos hacia los montes más alejados. Me engullen los eucaliptos tan pegados unos a otros. Me dejo sumergir en los caminos del bosque frondoso sintiendo crujir los helechos ya secos, imaginando aventuras como de cuentos infantiles donde aparecen: gnomos, princesas, tesoros, sirenas, animales exóticos, hadas, países lejanos… Y vuelvo de nuevo al sofá del salón con el último sorbo del cola-cao.
20:30
Caminé hasta el faro. Enfilé la calle que, después de atravesar la carretera general, llega hasta la playa Hacía un poco de aire, templado. Era agradable. La marea estaba muy baja y la mitad de la playa se veía cubierta por un vestido de algas. Atravesé el final del pueblo y seguí el paseo marítimo. Me crucé sobre todo con gente mayor. Hombres a paso lento, charlando. Había algunos faenando en las pequeñas chalanas. Las gaviotas revoloteaban y jugaban por encima de ellos. Al entrar al puerto pesquero fijé mi mirada en un barco que me llamó la atención. Sobresalía entre los demás por su color azul marino y blanco y por su gran tamaño. Se llamaba “Le Ressac”. Me gustó ese nombre y como estaba escrito sobre el casco. Ya me quedaba poco para llegar al faro rojo y blanco. No había nadie pescando. Era temprano y la marea no era la adecuada. Me subí a las piedras. El viento allí era más fuerte que cuando salí de casa y tuve miedo de caer al mar. Dí la vuelta rápido e inicié el regreso. Entré en un bar de pescadores a tomar un agua y leer el periódico. Más hombres mayores jugando al dominó y a las cartas. Algunos me miraron. Yo no pertenezco a este pueblo, no me conocen. Alguno quizá haya preguntado a su compañero: “E logo… ¿de quén virá sendo esa rapaza?” (1). Pagué y salí a la calle. Envuelta de mar y henchida con los recuerdos que me fueron asaltando durante el trayecto regresé a la casa, al salón, al sofá… a los bosques de eucaliptos.
(1) Y entonces... ¿de qué familia será esa mujer joven?
14 comentarios:
Paseos ensoñadores, reparadores del roce continuo de lo cotidiano.
Momentos necesarios de soledad para encontrarnos con nosotros mismos, nuestros recuerdos, nuestras fantasías. Sentir el beso de la mar y su achuchón fuerte alrededor de nuestro cuerpo, traido por el viento.
Besicos.
Bonito paseo...tranquilizador....relajante.y necesario....pero...al final regresamos a nuestro sofa, que se está muy bien sentado tomando el cola cao con cereales...
¿Prima, con que tomas el cola cao...con leche de vaca o leche de soja?....¿LO tomas caliente o frio?...¿Los cereales con miel o con chocolate?....son cosas importantes que me gusta saber de ti....jajajaja
Besos variados, primaaaaa.
e logo ¿de quen vira sendo esa rapaza?. ¡¡¡fermosas palabras¡¡¡ nas que, a quen escoita e sinta ..envolven nun sentimento de pertenza que só mulleres e homes coma ti poden compartir con tanta beleza. galiza e un pobo fermoso e un.
Yo quiero saber una cosa ¿que es?
cola cao.
De pronto nos subimos al barco no??
Abrazo
que lindo lugares, que lindas palabras...
Me recordaste cuando iba al pueblo de veraneo. Siempre me preguntaban de que "casa" era, a cada casa le correspondía un apellido o incluso un apelativo, y tenías que identificarte con "soy de casa tal", entonces ya te acogían.
Besos.
gracias por regalarme este paseo...
Me recordaste los paseos hacia el faro, los domingos. Con olor a salitre y el mar en calma.
Los barcos danzando al són del silencio.
Un beso, amiga.
Cuántas veces he querido hacer estos paseos en los que sólo hay contemplación y silencio.
Una ventaja que no sepan quién eres, así puedes mirar con esa ignorancia que es espontaneidad.
Otra vez el mar.....que atrapa...la lo digo yo. Besos
Que bello paseo, me encanta el mar. Y el cola cao también.
Saludos
Los paseos ensoñadores de los sábados o domingos son maravillosos... espero tener uno este domingo que me lleve por fin a la feria del libro...
Besos!
Guillermo: ese paseo en concreto me gustaba mucho y siempre que podía me escapaba para pensar y contemplar.
Álex: toma el Colacao con leche semidesnatada y casi siempre con galletas integrales porque termino más rápido que con los cereales... pero cuando tengo tiempo, cereales al canto... me gustan todos pero los que me rechiflan son Optim Fruit and Fibra o con frutas rojas... y por supuesto, templadito... ¿se te antoja alguna preguntita más, querido Álex?... je je je... seguro que muchas pero ya irán surgiendo ¿verdad?
Anónimo: nunca pertencín de todo a ese lugar por eso fai moito que non vou por alí... a pesar dos paseos non o voto de menos... ¿recoñecihe o lugar?... Cedeira
Wych: el colacao es cacao en polvo... Colacao es la marca comercial, aquí en España yo creo que la conoce todo todito el mundo.
Otra vez a viajar al olvido: gracias por visitarme, pasaré a conocerte.
Toro: es entrañable eso de la identificación ¿no te parece?
Aunqueyonoescriba: no hay de que, espero regalarte más.
El secreto del mundo: los faros me encantan, tengo debilidad por ellos.
Pedro: ¿por qué no los haces?... es fácil... sal ligero de equipaje y deja vagar a tus pensamientos... el camino se andará solo.
jg riobó: sí, da gusto a veces ser forastero e ir a tu bola.
Solsolito: siempre el mar... el mar...
Ulysses: el colacao es mi primer sustento alimenticio... lo tomo desde hace mil años.
Belén: casi siempre lo hacía los sábados... pásalo bien en la feria, ya nos contarás.
Bicos a todos
Aldabra
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