A veces me visitan los demonios de la niebla.
Aparecen al anochecer, en grandes bandadas, igual que si fueran buitres hambrientos, mientras Congo y yo dormimos abrazados. Se aposentan sobre el tejado de nuestra cabaña pintada de rojo, vigilando acechantes cada paso que doy. Se meten en mi cabeza a modo de pensamientos y se clavan en mi mirada, que se torna ausente y sin brillo.
Y empiezo a rogarle a Congo, como una letanía:
No me dejes sola, Congo.
No dejes que me caiga en el pozo del miedo.
Y Congo me abraza, después me coge de la mano y me acompaña por las escaleras que conducen al tejado. Voy derramando en cada peldaño las lágrimas que se escapan de mi cuerpo tembloroso.
Cuando llegamos Congo me suelta y me dice:
- Ve. Ve y mátalos a todos.
Y yo, obediente, los estrujo con mis uñas, los muerdo, los estrangulo, los golpeo, los apuñalo… hasta que no queda ni rastro de ellos.
Vencida por el titánico esfuerzo, regreso a Congo, que siempre me espera paciente sentado en la escalera, y le susurro:
- Sin ti no lo hubiera conseguido. Gracias
Y Congo me sonríe. Me sonríe.
Aparecen al anochecer, en grandes bandadas, igual que si fueran buitres hambrientos, mientras Congo y yo dormimos abrazados. Se aposentan sobre el tejado de nuestra cabaña pintada de rojo, vigilando acechantes cada paso que doy. Se meten en mi cabeza a modo de pensamientos y se clavan en mi mirada, que se torna ausente y sin brillo.
Y empiezo a rogarle a Congo, como una letanía:
No me dejes sola, Congo.
No dejes que me caiga en el pozo del miedo.
Y Congo me abraza, después me coge de la mano y me acompaña por las escaleras que conducen al tejado. Voy derramando en cada peldaño las lágrimas que se escapan de mi cuerpo tembloroso.
Cuando llegamos Congo me suelta y me dice:
- Ve. Ve y mátalos a todos.
Y yo, obediente, los estrujo con mis uñas, los muerdo, los estrangulo, los golpeo, los apuñalo… hasta que no queda ni rastro de ellos.
Vencida por el titánico esfuerzo, regreso a Congo, que siempre me espera paciente sentado en la escalera, y le susurro:
- Sin ti no lo hubiera conseguido. Gracias
Y Congo me sonríe. Me sonríe.
14 comentarios:
Yo siempre uno la niebla con el insomnio, ya ves tu :)
besicos
cada uno tiene sus propios "demonios" "pozo del miedo"... en esta ocasión a los míos les llamé así... sin ningún motivo en concreto...
bicos,
Aldabra
Ya ves, de nuevo por aqui.... a mi no me impresionan los demonios de la niebla... son conocidos mios.... he regresado despues de un tiempo de "descanso" asi con comillas... y me encuentro una barahunda de demonios, circunpirales y hasta orgasmos sueltos.... los mejores orgamos son los orgasmos circunpirales de los demonios de la niebla..... por cierto acaba de posarse uno en el alfeizar de mi ventana... es precioso, de colores, grises, pardos, apagados.... tristes pero son colores...... lo malo que tiene ese orgasmo circunpiral es que no sabe cantar.... ´le quisiera entonar alguna cancion de moda, pero su garganta solo produce algun sonido extraño que no podemos asociar con nada parecido al canto.......
Y, enlazando con mi comentario de vuestro anterior post, encontrarse también significa mirar a la cara a tus demonios internos y aprender a convivir con ellos. Aunque de vez en cuando vengan a perturbarte el día, es preferible aguantar y dejar que hagan lo que tienen que hacer para luego alejarlos con una sonrisa cómplice... o una vuelta en la cama.
Un saludo.
Y lo más importante es saber, aprender a conocerlos. Solo así podrás vencerlos.
En tí está la llave que puede encerrarlos a todos y reirte de ellos. No dejes que te engañen. Ellos no tienen más poder que el que tú les otorgas.
Ya sabes.
Guillermo.
Ah!, se me olvido decirte que has salido muuuuy sexi en la fotico. (jeje)
Guillermo
Ah!, se me olvido decirte que has salido muuuuy sexi en la fotico. (jeje)
Guillermo
Me ha gustado mucho. Imagino que porque me he visto muy identificada... además de estar bien escrito, obvio.
Me gusta ese final, tan preciso, tan lleno de esa razón tan sencilla: su sonrisa.
Me gusta que te coja de la mano, y te ayude, te dé coraje...pero te deje resolver lo que sólo puedes hacer sóla...sin dejar de estar ahí.
Y la foto es genial...
Gracias por todo, Aldabra.
Un fuerte abrazo.
Buenas noches Guillermito... que duermas bien...
Gracias Elbereth, sobre todo por molestarte en leerme... siento que te hayas sentido identificada porque los demonios no son buenos compañeros, lo sé... pero al menos ahora tengo la práctica de luchar contra ellos y sobre todo, cuento con la ayuda inestimable de Congo que siempre me da fuerzas...
¿y qué mejor recompensa que una sonrisa, en cualquier lugar y en cualquier momento?... es la mejor celebración...
¿te imaginas así un pozo del miedo?... un lugar que te atrae irremediablemente hacia un abismo sin fin... en cuanto ví la foto supe que el pozo que imaginaba era así...
que tengas dulces sueños y que descanses... y que mañana cuando te despiertes sientas que puede ser un gran día...
besos y mucho ánimo para dar por terminada tu recaída... te envío toda mi energía positiva.
Aldabra,
buenas noches también, alfredo y gracias... también al anónimo sin nombre.
bicos,
Aldabra
Congo es sabio, amiga mía, por eso te quiere tanto.
Un beso espantador de fantasmas, que yo también sé como ponerlos en fuga.
Aldabra,
si en mi vida existiera un Congo...
pero no lo hay...
y voy sola contra los demonios, pero la mayoría de las veces, el miedo me puede
Besos
Hola Carlos... "fantasmas en fuga", que bien suena...
Enre, no te preocupes... no desesperes, si crees firmemente en que en este mundo existe un Congo para ti, ten por seguro que aparecerá... permanece atenta... tal vez no sea exactamente como tú esperes pero aparecerá, lo irás descubriendo poco a poco... yo te deseo suerte...
besitos a los dos,
Aldabra
Gongo, amigo/amante invisible...
A veces, como quien no quiere la cosa, surgen "clicks" (virtuales o no) que me empujan a tomar decisiones que yo sola igual hubiera tardado más tiempo en acometer...
Congo y las tinieblas, me gusta el post.
Salud. :)
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