lunes, 11 de febrero de 2008

En la arena


Fotografía cedida por:
Manuel Amado Castro


Un día escribí nuestros nombres en la arena.

Los grabé con surcos profundos y a su alrededor hice un muro con piedras para que nunca pudieran escaparse de allí.

Abrazados, nos hicimos una foto con la cámara en automático, delante de aquella obra efímera.

Al final de la tarde, la marea, se lo llevó todo. Inundó los surcos, arrastró las piedras, deshizo el nudo de nuestro abrazo y lo escondió en el fondo del mar.

Tal vez una sirena se haya hecho un collar con las piedras y un vestido de noche con nuestros nombres.



nosotros
los de entonces
sólo somos una foto desgastada
en una caja de latón

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ya ves, me gustaría escribir algo tan bonito que te pusiese la piel de gallina, pero... ya sabes, paso ese tiempo, no el tiempo de la piel de gallina, sino el de escribir bonito, con sentimiento, con corazón... ahora ya... ni escribo, esto es solamente un "hacerme notar" para que veas que te he visitado, igual que tu me visitaste un día, y no me refiero al pasado mes de Septiembre.... sabes que me visitaste mucho antes, hace ya años, una visita larga, pero encantadora…. Como ves siempre vuelvo a los mismos tópicos…. Una visita dulce en aquellos tiempos en que escribía largas cartas llenas de faltas de ortografía, después… todo se guardo en el cajón de las cosas que se olvidan…. Y cuando por casualidad lo abres, encuentras formas, objetos, organismos, esencias que fueron y no volverán a ser…. Esto me recuerda aquello que escribí como una poesía.. “Soy aquello que no soy, aquello que nunca fui, lo que me diste y perdí…..” es posible que este guardado en ese cajón que decía antes.

Me alegro de que exista Aldabra.